LA HISTORIA MÁS LARGA

Título: 
La historia más larga
Autor: Richard Girling
Traducción: Manuel Pijoan
Idioma original: Inglés
Editorial: Editorial Carbrame
Año publicación/edición: 2021/2023
Páginas: 600


Sinopsis oficial:
La historia más larga examina las relaciones entre humanos y animales. Generoso en alcance y estilo, el texto replantea y cuestiona el lugar que le otorgamos a la humanidad como fuente privilegiada de conocimiento y sabiduría. Con gran erudición e ímpetu, Girling revela cómo y dónde comenzaron nuestras actitudes hacia los animales, y cómo han persistido y mutado desde entonces.

En una prosa deslumbrante, La historia más larga incluye comentarios sobre los teólogos, escritores, artistas, filósofos, agricultores, activistas y científicos que han marcado de manera significativa nuestra relación con otras especies, así como debates actuales sobre agricultura, extinción, derechos de los animales, mascotas, experimentos y religión.

Opinión: 
Desde hace un tiempo le tenía echado el ojo a la Editorial Carbrame: su catálogo, centrado en la naturaleza salvaje, me parece muy atractivo, diferente e interesante. Este libro, La historia más larga - De cómo los seres humanos han amado, odiado y entendido mal otras especies, es uno de sus títulos y llamó mi atención nada más verlo. Es un libro que se centra en la relación de los seres humanos con otras especies a lo largo de la historia; en él se hace una reflexión constante, un análisis insistente, del trato que hemos establecido con los animales y de cómo en esta relación ha habido amor, pero también odio y una mala comprensión de esas otras especies que nos rodean (tal y como señala el subtítulo de la obra). Se observa la notable influencia que han tenido la religión, las diversas culturas, las figuras históricas relevantes —de diferentes ámbitos— y sus posturas e ideales, entre otras cosas, en nuestra concepción del mundo animal. En este libro, ¿para qué negarlo?, se aprecia lo poco humano que puede ser el ser humano: el uso y el abuso de los animales para nuestro beneficio es una constante en la historia.

Durante un tiempo llevamos vidas paralelas, nosotros y todos los demás. [...] Pasa el tiempo, mucho tiempo, tal vez un milenio o dos, y hemos aprendido a fabricar herramientas de piedra, lo cual significa que podemos matar animales y comer carne. Nos volvemos más fuertes, más inteligentes, y vemos nuestra inteligencia como una marca de nuestra superioridad sobre todos los demás seres vivos. Así es como somos. Así es como estamos a destinados a ser. Supremos. 

Esta lectura me ha resultado muy muy enriquecedora. He llenado el libro de marcadores y pósits, he subrayado gran parte del texto y me ha hecho reflexionar profundamente sobre temáticas que, aun habiendo pensado en ellas con antelación, nunca lo había hecho con tanta información por delante. Me ha gustado mucho el enfoque con que el autor ha decidido tratar el asunto central, con ese recorrido a lo largo de la historia que nos hace ver todo con una mayor perspectiva y entendimiento. Se nos habla de cómo hemos convivido con los animales, de cómo los hemos tomado en consideración (o no), la evolución de nuestras actitudes y creencias, de todo lo que se ha cocido debajo de nuestra relación actual con ellos; todo contado de manera clara, cercana y muy accesible ya que el estilo del autor no es nada rebuscado, al contrario. 

Al hacer un repaso por los diferentes periodos de la historia trata diversidad de temáticas relacionadas con el eje central (nuestra relación con los animales), mencionándose muchos acontecimientos históricos y a multitud de personalidades como pensadores, filósofos, artistas, científicos, literatos e intelectuales, activistas y proteccionistas, etc., figuras destacables que han influido en nuestra forma de relacionarnos con otras especies. Todo bien explicado para acercarnos a la realidad que nos rodea; la realidad que fue, que es y la que puede llegar a ser; esa realidad de la que apartamos la vista demasiadas veces (conscientemente muchas de ellas, inconscientes por ignorancia en otras). Se nos habla de sacrificios animales para los dioses, matanzas y tradiciones, la caza, la vivisección para el estudio fisiológico y el avance de la ciencia, la experimentación animal, la producción en masa industrial (y la llegada de lo que se podría llamar "el sufrimiento masivo"), la cría selectiva, la crueldad y los entornos infernales en los que se mantienen a los animales para nuestro consumo. Se hace una distinción entre los animales de granja, animales para el trabajo, mascotas y animales salvajes; las contradicciones e incoherencias en nuestro trato con unos y otros... ¡Hay muchísimo contenido en este libro! Lo mencionado solo es una mínima parte. 

La relación de la Humanidad con los animales es tan antigua como la relación entre ellos. Uno podría pensar que, transcurrido todo este tiempo, tendríamos claras nuestras ideas, tanto sobre la naturaleza de otras especies como sobre nuestra relación con ellas. Sin embargo, seguimos estando sumidos en la confusión. Pensar en las actitudes de Homo sapiens hacia otras especies es perderse en una maraña de contradicciones tanto de lógica como de moral. 

No todo es negro y pesimista. También se nos habla de aquellos que han llamado la atención de nuestros actos para con otras especies, de los que han luchado y han participado en la puesta en marcha de movimientos de bienestar animal, que han defendido los derechos y la protección de los mismos. Hay gente que se ha preocupado por estos asuntos en, prácticamente, cada momento de la historia; que han luchado por cambiar la inercia generalizada destructiva y cruel y que han logrado mejorar muchas prácticas. Pero el asunto es complejo, las soluciones no son fáciles ni satisfacen el gusto de todos, según qué perspectiva se pueden ver de una manera u otra: alcanzar el consenso y la coherencia se hace difícil. Se ha avanzado en cosas pero no en demasiadas, y, siendo sinceros, vamos cuesta bajo y sin frenos en muchas otras. A día de hoy, y tristemente, el dinero y el mercado mandan —como se menciona en el texto «el mercado es Dios, y Dios decidirá»—. 

Una vez se haya comprendido finalmente que no puede haber agua dulce ni alimentos sin ecosistemas saludables, ni ecosistemas saludables sin un clima en el que se pueda sobrevivir, la vida animal, o lo que quede de ella, será una beneficiaria accidental del propio interés humano. Pero esto hunde cada vez más al mundo en un marasmo de confusión ética y moral en el que pocos de nosotros somos completamente inocentes. Nuestra existencia misma cuesta vidas. 

No es fácil, no; la solución no es simple. Pero podría decirse que en la unión está la fuerza, en el movimiento y en dejar atrás la apatía y la indiferencia sobre estos asuntos. Tener conciencia de dónde estamos, de lo que estamos haciendo, de lo que hay detrás de aquello que compramos compulsivamente sin saber siquiera de dónde viene y de qué daño provoca; hay que pensar en lo que podríamos hacer de forma individual, aportar todos nuestro grano de arena, porque sí, todos somos culpables de la realidad que nos rodea aunque no lo creamos. Está en nuestra mano mejorar un poco la perspectiva futura, y no solo la nuestra y la del mundo animal en concreto, sino la del mundo en general. En este texto queda claro que la tarea es ardua, que las decisiones son complejas y las soluciones difíciles (y no aboga tampoco por conductas extremas de resolución), pero que al menos hay que ser conscientes de lo que ocurre y dejar de lado el desinterés y la tibieza.

En un mundo lleno de cicatrices, pocas cosas son perfectas. Están los sentimientos y está la ciencia; está el bienestar animal y está la conservación, y todos ellos apuntan aproximadamente a la misma dirección. La comodidad de un animal individual y la supervivencia de su especie pueden exigir soluciones diferentes y contradictorias. [...] Las respuestas fáciles son tan raras como los wombats de nariz peluda. Todo lo que podemos hacer es intentarlo.

Está muy presente también el estudio que hemos hecho de los animales y de su comportamiento; y, para los amantes de los libros, decir que entre todas estas páginas hay cabida para apartados centrados en la presencia de los animales dentro de la literatura: menciones de obras y de autores en cuyas creaciones los animales son protagonistas, analizándose el papel que se les da en ellas (las diferentes perspectivas con las que se les toma a la hora de la creación literaria) y cómo estos textos también han influido en nuestra visión sobre los mismos. Y no solo se habla de literatura con este foco, sino también del arte, del cine y la animación...

Me sería imposible mencionar todo lo que he hallado en este texto, todas las temáticas que trata con respecto a nuestra relación con los animales, y me queda la sensación de que me dejo muchísimo en el tintero. Lo mejor será decirte que para mí ha sido toda una delicia de lectura, y digo delicia en el sentido de significado lector para mí, ya que no es que resulte encantadora que digamos. A mí me ha hecho sentir mal en multitud de ocasiones, pero te saca al mismo tiempo mucha reflexión y aprendizaje sobre un tema que nos compete a todos.

Recomiendo mucho esta lectura y creo que lo mejor es leerla con calma y sin prisas, no por compleja, ya que, como digo, es clara y amena —la he leído con muchísimo interés todo el tiempo, no cuesta seguirla—, pero sí es de contenido denso; está llena de historia, de datos, hechos y personalidades de diferentes ámbitos y épocas, de acontecimientos clave en las diferentes temáticas tratadas; incluye mucha información que requiere tiempo de asunción... Pero insisto en la amenidad que consigue el autor, que no se cofunda lo que digo anteriormente con que sea un libro arduo de leer, no lo es en absoluto. Ve, eso sí, con que no es lectura alegre y encantadora, lo que se nos cuenta aquí te puede resultar desagradable en muchas ocasiones, y más si eres simpatizante del mundo animal (cosa que me extraña que no seas si te acercas a este libro), pero merece muchísimo la pena hacer este viaje por la historia para conocer lo que hemos hecho, lo que hacemos y lo que podemos llegar a hacer al relacionarnos con las especies con las que compartimos mundo.


* Nota: Mientras leía me percaté de que el libro no incluía referencias ni al final ni a pie de página de los estudios y datos mencionados (sí incluye una larga lista de lecturas al final). Cierto es que el autor te señala los estudios, autores y fuentes en los que se basa a lo largo de todo el texto, pero me extrañó un poco la ausencia de referencias exactas ya que suelen estar presentes en en este tipo de libros. No obstante, en el apartado de Agradecimientos, el propio autor deja un comentario que me ayudó a comprender por qué tomo la decisión de no incluir las referencias de la forma esperada (y lo indico aquí por si te surge a ti también esa duda, te guste más o menos es una decisión tomada deliberadamente por el autor): «un crítico de mi libro anterior se quejó de la ausencia de notas a pie de página. Me temo que volveré a decepcionarle. En lugar de salpicar las páginas con referencias, he tenido cuidado a todo lo largo del texto de dejar claro en qué autores o fuentes históricas me he basado»

Comentarios

  1. Hola María, pues sí, parece un libro muy interesante, y como dices, duro de leer. Me lo apunto, pero no sé si me costará ponerme con él, y no por lo arduo de lectura como dices, sino por la profundidad del tema tratado.
    Un besazo

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    Respuestas
    1. Sí, te entiendo. A mí me ha merecido muchísimo la pena, y el que trate tantas cosas a lo largo de la historia me ha parecido todo un plus. Me ha encantado la lectura a pesar de que pueda costar leer sobre lo que se ha hecho, se hace y hacia dónde parece que vamos... En fin. jeje Si algún día te animas, ya contarás.
      Un besazo, Nitocris.

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