VIAJE AL PASADO

Título: Viaje al pasado
Autor: Stefan Zweig
Traducción: Roberto Bravo de la Varga
Idioma original: Alemán  
Editorial: Acantilado
Año publicación/edición: 1929/2022

Páginas: 91

Sinopsis oficial:

Viaje al pasado (llamado también por su autor: «Resistencia de la realidad» y publicado por Acantilado en el volumen La mujer y el paisaje) narra la historia del reencuentro, al cabo de muchos años y en un mundo definitivamente nuevo, de dos seres que se amaron y que creen amarse aún. Separados por la Gran Guerra antes de poder objetivar su amor, se encuentran ahora inmovilizados por la resistencia a poder llevarlo adelante, tan fuerte es la carga del pasado. Propio del mejor Zweig, en esta vibrante historia de un amor imposible, el lector encontrará el hechizo inolvidable de su autor para evocar los sentimientos a través del gesto y el detalle. 

 

Opinión: 

Viaje al pasado ha sido mi segundo Zweig (el primero fue Novela de ajedrez) y de nuevo este autor me deja encantada con su forma de contar. ¡Qué bueno! En pocas páginas nos presenta una relación amorosa especial y el choque de esta unión, idealizada con el paso de los años, con la irremediable realidad que a todos aplasta.

Iniciamos con el reencuentro de dos enamorados tras varios años de separación, pero antes de dar paso a este reencuentro tan anhelado nos vamos al pasado para conocer sus inicios y cómo se forjó su particular idilio. Así, se nos presenta a un joven de origen humilde, pero muy trabajador, siempre con el eco de la pobreza en su mente y el sentirse pequeño ante el mundo de dinero en el que a veces se ve inmerso, que consigue escalar y llegar a ser secretario del director de su empresa, convirtiéndose en su ayudante personal. Este puesto le llevará a vivir mucho tiempo en casa de su superior tratando de cerca a la esposa de este, y creará un vínculo inesperado con ella («sin darse cuenta, toda su actividad fuera de las horas de trabajo estaba envuelta en la suave luz de luna que irradiaba la apacible presencia de ella»). Accedemos a la relación que se establece entre la señora de la casa y él, seremos partícipes de un amor pasional y reprimido y de la separación a la que se ven forzados. La Gran Guerra también influirá en que dicha separación sea más larga de la cuenta, la vida pasa y ellos también se ven obligados a danzar con el tiempo... Pero, después de tantos años, ahora tienen la oportunidad de volver a encontrarse; ese amor sigue en sus mentes, aquello que no pudo ser grita para que sea ahora. Junto a ellos viviremos este reencuentro tan esperado y deseado. 

¡Ahí estás!—repitió de nuevo, y su voz recorrió esa escala que asciende cada vez más luminosa desde la sorpresa hasta la absoluta felicidad, mientras miraba la figura de la amada, rodeándola de ternura—. ¡Ya empezaba a temer que no fueras a venir!

Qué novelita tan bien escrita, la devoré. Está todo narrado de forma tal que solo quieres leer y seguir leyendo hasta el final, y su cierre me parece magnífico. La idealización del amor, el ignorar que el tiempo no perdona a nadie ni a nada, que la vida nos pasa por encima y que no podemos confiar en que lo que era en otro tiempo, seguirá siendo igual ahora; que el regresar a algo conocido no siempre coincide con encontrar aquello que en su día fue... Me encanta cómo trabaja el autor con esta idea, esa de que nada permanece inmutable con el paso del tiempo, llevándonos a ella a través de este romance interrumpido en su punto álgido y con la reacción de los implicados durante el reencuentro. También  se deja ver la difícil tarea de no idealizar el amor, sobre todo aquel que no pudo desarrollarse plenamente. La realidad siempre suele mostrarse cuando menos te lo esperas y, generalmente, no suele ir de la mano de aquello que tenemos en nuestras mentes, construido únicamente con nuestros recuerdos, deseos, anhelos e imaginación y con la idea de lo que pudo ser y no fue. 

Una novelita intensa y pasional, donde se nos muestra un amor que fue pero a medias, que se interrumpió y que quedó sin cocerse, que el tiempo alimentó a su manera pero la realidad volvió a colocar en su lugar. Un final espléndido, una reflexión interesante... La recomiendo, sin duda.