EL PARÁSITO DEL TREN Y OTROS CUENTOS

Título: El parásito del tren y otros cuentos
Autor: Vicente Blasco Ibáñez
Idioma original: Español
Editorial: Binomio Editorial
Año edición: 2023
Páginas: 90

Sinopsis oficial:

Es imposible hablar de la obra de Vicente Blasco Ibáñez sin entender su compromiso político y su profundo amor por Valencia. Republicano convencido, llegó a ser diputado en el Congreso de 1898 a 1908, decenio durante el que publicó las que son consideradas sus mejores novelas. Tras abandonar la política, viajó a América al tiempo que se convertía en uno de los autores más leídos del mundo gracias a Los cuatro jinetes del Apocalipsis, obra que le reportó pingües beneficios, con los que adquiriría una villa en la Costa Azul, cerca de Niza, en la que fallecería con 61 años, rico y famoso.

Incluimos en este volumen cinco de los relatos más significativos de Blasco Ibáñez, en los que el realismo y el naturalismo que impregnaron su obra se muestran con claridad, así como sus ideas políticas.

Opinión:

Una impresión de frescura me despertó. Sentí en la cara como un golpe de agua fría. Al abrir los ojos vi el departamento solo; la portezuela de enfrente estaba cerrada. Pero sentí de nuevo el soplo frío de la noche, aumentado por el huracán que levantaba el tren con su rápida marcha, y al incorporarme vi la otra portezuela, la inmediata a mí, completamente abierta, con un hombre sentado al borde de la plataforma, los pies fuera en el estribo, encogido, con la cabeza vuelta hacia mí y unos ojos que brillaban mucho en su cara oscura.

[El parásito del tren]

El parásito del tren y otros cuentos ha sido mi primer acercamiento a la pluma de este autor valenciano al que tenía muy muy pendiente. Este pequeño libro editado por Binomio Editorial y perteneciente a su colección Bolsilibros Clásicos, cuidado en sus detalles y comodísimo tanto de leer como de transportar, incluye cinco relatos de Blasco Ibáñez que son: El parásito del tren, donde un pobre trabajador tiene por costumbre —a pesar del riesgo que supone— colarse en el tren que lo lleva donde está su familia para poder verla en los días de descanso del trabajo; La paella del «roder», en el que un bandolero consagrado y temido a partes iguales, y con muchos años atrás despejándole el camino al diputado Don José, es invitado a un evento con final inesperado; La condenada, donde un hombre condenado a muerte permanece preso y aun siendo indultado arrastra con su condena a la mujer que lo espera fuera; Golpe doble, que cuenta cómo unos bandidos tienen amenazada la barraca de Sènto, este no se amilana y al enfrentarse a ellos no es pequeña la sorpresa al desvelarse los culpables y la autoridad que representan en la huerta; y por último, Un funcionario, donde un periodista entrevista a un verdugo desvelando su vida, la de su familia y las nefastas consecuencias de este peculiar servicio que lleva prestando a la justicia durante treinta años.

El encargado de cumplir la justicia me parece que es alguien y alguna consideración merece. Pero en estos tiempos todo son hipocresías. Grita el fiscal pidiendo una cabeza en nombre de no sé cuántas cosas respetables, y a todos les parece bien; llego yo después cumpliendo sus órdenes, y me escupen y me insultan. Diga, señor, ¿es esto justo?... Si entro en una fonda, me ponen en la puerta apenas me conocen; en la calle todos rehúyen mi contacto, y hasta en la Audiencia me tiran el sueldo a los pies, como si yo no fuese un funcionario lo mismo que ellos, como si mi dinero no figurase en el presupuesto... ¡Todos contra mí! Y después —añadió con voz apenas perceptible—, los otros enemigos... ¡Los otros! ¿Sabe usted? Los que se fueron para no volver, y sin embargo, vuelven.

[Un funcionario]

Todos los relatos me han gustado, cada cual tiene su aquel que desgarra un poco y que deja una crítica bien llevada donde el lector encuentra un grito y una reivindicación. De todos, son dos los que más destaco: Un funcionario y La condenada, pero, como digo, todos dejan recuerdo. El parásito del tren también merecería una mención. El estilo de Blasco Ibáñez me ha impactado, sus descripciones me parecen maravillosas (y eso que esto son relatos, pero en muy poquitas páginas ya consigue atrapar bien y llevarte al ambiente tratado sin problemas) y su forma de mostrar los lugares así como las situaciones de los personajes y sus vidas me ha parecido magistral. Es brutal, cruel incluso a veces, pero lleva de manera estupenda a esas regiones que él conocía bien, a sus costumbres y a lo que se vivía; tratando temáticas sociales de forma crítica. Ya he podido detectar todo esto en unos pocos relatos, así que confío en que en sus novelas aún más comprobaré su fuerza. Me ha gustado mucho este primer contacto con el autor, y que haya sido con relatos, con distintas temáticas y diversidad de personajes, me ha ayudado a ver en poca extensión mucho de lo que transmite su forma de escribir. 

Tenía por mundo aquellas cuatro paredes, de un triste blanco de hueso, cuyas grietas y desconchaduras se sabía de memoria; su sol era alto ventanillo cruzado por hierros que cortaban la azul mancha del cielo; y del suelo de ochos pasos apenas si era suya la mitad, por culpa de aquella cadena escandalosa y chillona, cuya argolla, incrustándosele en el tobillo, había llegado casi a amalgamarse con su carne.

[La condenada]

Me quedo con ganas de continuar con sus obras. Una que ya me espera en la estantería es La barraca, que creo que será lo próximo que leeré de él. En fin, si aún no has iniciado con el autor te recomiendo mucho este librito que incluye algunos de sus cuentos —a mí me ha servido sin duda alguna para darme el empujón que necesitaba para ponerme con sus obras y su lectura me confirma que debo seguir leyéndolo—; y si ya has leído al autor pero no estos relatos, igualmente te los recomiendo, creo que merecen mucho la pena.