LA NOCHE DEL PROFESOR ANDERSEN

Título:
 La noche del profesor Andersen
Autor: Dag Solstad
Traducción: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
Idioma original: Noruego
Editorial: Nórdica Editorial
Año publicación/edición: 1996/2023
Páginas: 160

Sinopsis oficial:
Es Nochebuena y el profesor Pål Andersen, de cincuenta y cinco años, está solo, tomando café y coñac en su sala de estar. Perdido en sus pensamientos, mira por la ventana y ve a un hombre estrangular a una mujer en el apartamento de enfrente. El profesor Andersen no informa del crimen. Pasan los días y él se paraliza por la indecisión… Solstad demuestra siempre una gran capacidad para representar con precisión los procesos mentales. En esta obra, caracterizada por un peculiar humor irónico, el autor noruego plantea a los lectores una pregunta incómoda: ¿nosotros también nos quedaríamos inmóviles?

Opinión: 
‌Entré en este libro con muchas ganas. Me había creado una imagen de esta historia y ha resultado ser muy muy distinta de lo que imaginaba. No me ha disgustado la lectura, pero sí que he sentido al leerla un choque que no esperaba y, aunque me ha merecido la pena, no siempre he estado conectada con ella mientras leía.

En La noche del profesor Andersen se nos presenta a un catedrático en literatura, ya entrado en años, el profesor Andersen, que durante la noche de Nochebuena, mientras está asomado a su ventana, presencia un asesinato en el bloque de enfrente: un hombre joven estrangula a una mujer. El profesor, tras la visión de este hecho, se dirige al teléfono para informar a la policía, pero, en contra de lo que cabría esperar, no lo hace y cuelga. Y ahí empieza todo. Su interior entra en ebullición y topamos con sus reflexiones morales y sobre temáticas de diversa índole. Encontramos toda una exposición de pensamientos, así como de diferentes situaciones y comportamientos, a partir de esa omisión de conducta que la sociedad tacharía cuando menos de juzgable, y que para nuestro profesor no deja de ser también algo reprochable pero que, a la vez, sabe que lo volvería a hacer de la misma forma. Vemos lo que supone para él ese no denunciar, desde esa misma noche hasta los siguientes días, semanas y meses; siendo partícipes de cómo el ser testigo de este asesinato y su reacción imprevista ante el mismo cambia su mundo.

Se quedó junto a la ventana, mirando fijamente. Mirando esa superficie rectangular del otro lado. ¿Ese hombre seguía allí dentro? Probablemente, porque no había visto a ningún hombre solo salir por la puerta de la calle. Pero podría haber huido en el momento en el que el profesor Andersen se acercó al teléfono. ¿Pero entonces por qué iba a haber corrido la cortina? «No, seguirá allí dentro», pensó el profesor Andersen. «Detrás de esa tupida cortina hay un joven junto a una mujer muerta, a la que acaba de asesinar. Y yo lo sé», pensó. «Pero no hago nada al respecto. Debería de haber llamado, al menos por mi propio bien. Es extraño, sé que debería de haberlo hecho, pero no puedo. Así es, simplemente no puedo». 

Este profesor nos lleva a sus amistades intelectuales, nos las presenta y nos habla de ellas y de lo que fueron en otro tiempo; encontramos pinceladas políticas e ideologías de la Noruega de los sesenta/setenta. Trata la modernidad, el radicalismo de diverso tipo, la escasa conciencia histórica y nuestra indiferencia por el pasado. También se plantea el sentido de su profesión, como catedrático en literatura, muy centrado en la obra de Ibsen y habla sobre cuestiones también de índole literario y del significado que tienen obras consideradas eternas. Le da vueltas a esto, y a mucho más. Pensé que todo iba a estar más centrado en el asesinato y en la no denuncia del mismo por parte de este profesor, y por supuesto, esto es central: es a partir de ese visionado y la no reacción por su parte, o al menos la no reacción esperada por la sociedad ante un hecho de estas características, que se desencadena la explosión de su mundo interno, de recuerdos, meditaciones y reflexiones... Sí, el asesinato es central en cuanto a que a partir de esto se desarrolla todo lo demás; pero en mi opinión, el autor pierde el foco en ciertos pasajes y en las temáticas en las que ahonda (que pienso que no siempre aportan ni se relacionan con nada en concreto, sentía como que a veces era una especie de parloteo sobre cosas que no me interesaban demasiado ni me decían nada). Esto en principio me desconcertó (tú, quizás, lo vivas de otra manera, puede que simplemente no he sabido entender para qué me habla de algunos personajes, situaciones e ideas que no consigo relacionar con nada) y el que no todas esas divagaciones me interesasen, hacía que desconectara de la lectura en ocasiones. Sentía que no terminaba de cuajar con ella; pero continué leyendo y una vez terminado, tras haber sopesado la lectura, puedo decir que es de esos casos en los que me ha merecido la pena continuar, tiene momentos álgidos al final y en cómputo te hace reflexionar bastante.

Trata algunas cuestiones que me han dejado cierto poso y eso siempre me gusta. Las reflexiones sobre, por ejemplo, las cosas comunes y propias de las generaciones concretas, así como su distinción con respecto a las demás; cómo trata el vivir y entender la modernidad y la vivencia de lo contemporáneo, junto a la evidente indiferencia por el pasado. También debate sobre: ¿hay obras eternas? «Deseamos obras inmortales, ¿pero existen tales obras para nosotros?», «"¿Eso era todo? No me conmueve. No me estremece. Como le ocurrió al público cuando se estrenó como un acontecimiento contemporáneo. No ha sobrevivido en mí como esa verdadera conmoción que fue en su tiempo», se hace mención de la necesidad de modernizarlas para que seamos capaces de acercarnos a ellas a día de hoy. Los pensamientos relacionados con nuestra sociedad, nuestras normas morales, nuestras tradiciones y cómo las vivimos y forman parte de nosotros; la conciencia histórica, demasiado corta (¿qué sabemos de nuestros antepasados recientes, de nuestros bisabuelos por ejemplo?); sobre la duración de la vida, quizás demasiado larga, el olvido que encontramos en ella y su sentido al final de la misma...  Las dudas sobre su profesión, a la que lleva dedicado tantísimo tiempo, también dan que pensar: «Dudo horriblemente de mi función en esta época que ya no aguanto. Los estragos del tiempo que me corroen y destruyen todo. Los estragos del tiempo corroen incluso los logros intelectuales más sublimes, destruyéndolos, los palidecen y decoloran»... 

Me ha resultado interesante encontrar y reflexionar con este tipo de cuestiones, que como digo para nada son las únicas. Hay bastante concentrado en esta obra, diría que no es fácil captar todo lo que el autor comparte con una sola lectura, y también pienso que a cada cual le hará pensar y relacionar los temas de forma distinta. Mucho se puede sacar de todo lo que este profesor medita, empujado por ese presenciar un asesinato sin hacer nada. Las religiones y las creencias también entran al campo, ¿juega a ser Dios?, él mismo se lo pregunta, tiene la potestad de decidir que este asesino siga adelante sin ser juzgado... ¿Si volviese atrás, actuaría de la misma forma? Él parece tenerlo claro, aunque esto le cuesta un profundo desequilibrio a mi parecer.

La voz del autor me ha gustado, y bastante, me da rabia que tire en ocasiones por ramas a las que no me interesaba subir, creo que lo hubiese disfrutado muchísimo más sin esto de por medio. Así que, como decía, sentimientos encontrados: ¿me ha merecido la pena continuar y terminarlo?, sí, sin duda, ya que ha sido finalmente una lectura interesante y curiosa; pero a la vez no la he disfrutado ni he conectado con ella del todo debido a esas idas y venidas de situaciones y pensamientos que no siempre me aportaban ni me apegaban a la lectura, haciéndome desconectar de la misma a veces. Y en cuanto a lo relacionado directamente con el asesinato visto, en especial la relación con el propio asesino, me quedo con ganas de mucho más desarrollo (cuando se centraba en eso, era cuando más captaba mi atención). Pero es innegable que entre todas esas digresiones, las ha habido muy muy interesantes y que dan para debate, es de esos libros que merece la pena leer en lectura conjunta, diría yo.
 
«¿Aproveché la oportunidad?», se preguntó de repente. «¿Fue eso lo que hice? Cuando decidí no llamar a la policía. Es horrible no denunciar, eso es lo que no entendí. La frivolidad me cegaba, así era. Y así soy», añadió. «La sociedad es una horrible fuerza dentro de uno, eso es lo que no entendí, aunque siempre lo he predicado a mis alumnos, por ejemplo. ¿Por qué me he puesto en contra de la sociedad de esta manera? ¿Qué es lo que quiero ver? ¿En mí mismo? ¿O en él? ¿En ese a quien vi cometer un asesinato?».

‌En resumen, una lectura que me ha merecido la pena, pero que no todo de ella me ha convencido. Eso sí, sin lugar a dudas, una experiencia lectora peculiar, con un estilo narrativo que me ha gustado. Una exposición introspectiva singular, todo un acto de mirada interna para comprenderse y entender lo que ha sucedido tras haber reaccionado de forma inusual ante un crimen.

Comentarios

  1. De resultas parece muy interesante.
    Gracias por la reseña.saludosbuhos! !

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    1. Aunque de entrada no ha sido lo que esperaba, la verdad es que tras terminarlo me ha dado momentos reflexivos e ideas y perspectivas interesantes... Un libro curioso, sí.
      Si te animas en algún momento, ya contarás.
      Un besito.

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  2. Entiendo tu sensación con esta lectura. Me ha pasado en alguna ocasión imaginar que un libro es una cosa que luego no es, y por estar esperando lo que yo presuponía no terminar de centrarme en lo que estaba leyendo y me estaba ofreciendo el libro en cuestión. De todas formas, es cierto que este libro parece tocar temas y plantear reflexiones que a priori no tienen nada que ver con la premisa de partida. Premisa, por otra parte, que me parece muy tentadora. Además, Nórdica siempre nos trae títulos muy sugerentes y hasta la fecha me ha deparado muy buenas lecturas.
    Un abrazo

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    1. Sí, has definido bastante bien mi choque con él. Hay veces que la idea que llevas, si es muy distinta a lo que encuentras, te desconcierta y te despistas en la lectura. De todas formas, eso, lo que comento, es un libro supercurioso y diferente, la verdad. Reflexiones y temas que toca que hacen pensar... Nórdica siempre trae cosas muy interesantes, sin duda (te podrán gustar más o menos sus títulos, pero lo que seleccionan no suele tener desperdicio alguno). Tengo ahí varios pendientes de la editorial esperando... :)
      Un abrazo.

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