LA LIBRERÍA EN LA COLINA

Título: La librería en la colina

Autora: Alba Donati
Traducción: Ana Ciurans Ferrándiz
Idioma original: Italiano
Editorial: Lumen Editorial 
Año publicación/edición: 2023
Páginas: 221

Sinopsis oficial:

Huyendo de la agitación de la ciudad, Alba Donati decidió cambiar el rumbo de su vida y regresar a su Lucignana natal, un pueblo de ciento ochenta habitantes en la campiña toscana. Tras lanzar una campaña de crowdfunding y pedir una donación de libros a las editoriales de Italia, en 2019 abrió las puertas de la librería Sopra la Penna. Su día a día transcurre entre recomendaciones de lecturas, pedidos e ideas para hacer de esa cabaña cerca del bosque un lugar único donde, además de las novedades literarias que Alba elige con mimo, el visitante se sumerge en un universo lleno de sorpresas: una estantería pirata para libros olvidados, calcetines con citas de Orgullo y prejuicio, calendarios de Emily Dickinson, o meriendas con un té que lleva el nombre de Charlotte Brontë y una mermelada que sabe a Alicia en el país de las maravillas. Y a su alrededor gravita otro universo: el de los clientes, amigos, ayudantes, vecinos y familiares para los que la librería en la colina, con su hermosa ventana al valle, se ha convertido en una enorme ventana al mundo. 

Opinión: 

Desde que vi la publicación de este libro y de lo que trataba me llamó la atención. Una librera, poeta y activista cultural italiana, decide compartir, en formato tipo memorias, su experiencia abriendo una librería muy singular, impensable de primeras, en su pueblo natal, Lucignana, de poquísimos habitantes y situado en la campiña de la toscana. Y encontramos eso en este libro, encontramos cómo es su día a día en esa librería, la librería Sopra de Penna, que consigue abrir gracias a una campaña crowdfunding y que mantiene en gran parte ayudada por una excelente comunidad y unos voluntarios que están ahí siempre que se necesite. 

Desde que abrí la librería, no hay conversación que no incluya la pregunta: «¿Cómo se te ocurrió abrir una librería en un pueblo perdido de ciento ochenta almas?». [...] ¿Qué como se me ocurrió? Las cosas no se nos ocurren, las cosas se incuban, fermentan, ocupan nuestras fantasías mientras dormimos. Las cosas avanzan por su cuenta, recorren un camino paralelo en algún lugar de nuestro interior del que no tenemos ni el más remoto conocimiento y, en un momento determinado, llaman a la puerta: aquí estamos, somos tus ideas y queremos que nos escuches. 

Una librería que ha unido a muchos y que se siente de todos. Ha pasado por momentos trágicos, como un incendio que la consumió casi por completo, o el Covid y el consabido confinamiento, con sus desastrosas consecuencias para los negocios, pero ahí sigue en pie y recibiendo visitantes y lectores. Y Alba Donati nos habla muy bien de toda esta experiencia vivida y que sigue viviendo... Los clientes asiduos y los no tan asiduos que van de paso, los que hacen encargos online desde otras partes, los pedidos que le realizan (multitud de obras son mencionadas, más de una te llevarás anotada seguro), nos habla de sus títulos predilectos y los que suele recomendar, así como de tantos que le han transmitido cosas especiales; las mejoras y cambios ornamentales que lleva a cabo, el jardín y sus cuidados; nos lleva a la búsqueda de accesorios y de productos complementarios acordes con el mundo literario, muy atractivos para los lectores, que pone a la venta junto a los libros: desde calcetines de Jane Austen,  tés (no fáciles de conseguir pero que con ayuda acaban llegando a la librería) y mermeladas con mezclas y sabores inspirados en autoras y obras clásicas, calendarios... En definitiva, nos traslada a lo que se vive en esa librería y a su día a día, y lo que este espacio significa para ella, y también para aquellos que comparten la experiencia junto a ella. De todo eso nos habla Alba Donati en La librería en la colina: del mundo literario, de la idea y apertura de la librería, las dificultades y las alegrías vividas en ella, de lo que requiere un negocio de este tipo... Pero no esperes únicamente esto, o que solo se centre en ello, porque para nada es así, aquí hay más.

Alba nos lleva a la gente que la rodea. A sus clientes y a los vecinos del pueblo, pilares de la librería, a esos voluntarios que ayudan a levantar y a mantener abierta esta ventana al mundo, llena de páginas por leer, que Alba ha querido abrir; y especialmente nos lleva a sus familiares, incluidos los que vivieron y ya no están y los que siguen viviendo ya cercanos al final. Entre otras, nos comparte la historia de vida de su madre, o partes de la misma, así como la relación que ha tenido con ella a lo largo de su vida (interesante esta relación materno-filial). Nos acerca un poco a la turbulenta relación de sus padres, que ha tenido consecuencias en ella. Nos llevará a vivencias de su infancia, a su hermano, a sus tías, a sus amistades... Nos presentará a su hija y claro está, también accedemos a la propia Alba Donati, a su persona, al menos a lo que nos muestra de sí misma. La vivencia del Covid está presente, que a todos nos cae cercana, y lo que supuso ese confinamiento para ella —y para tantos otros— con personas dependientes y enfermas a su alrededor, además. Todo esto lo comparte a fogonazos, no lo desarrolla a gran profundidad, pero sí aporta la suficiente cantidad de información para apegarse a las distintas figuras y espacios de los que nos habla. Ha sido un placer descubrir todo esto que Alba, con agilidad y sencillez, nos comparte.

Foto: Luigi Fiano

Para mí ha sido una lectura muy agradable, la he disfrutado y me ha interasado lo que esta poeta, activista cultural y librera nos cuenta. Inspiradora y motivante. Que todo sea real tiene siempre su plus, y aquí no iba a ser menos, después de leer me puse a investigar sobre la librería y sobre la autora, y es muy guay ver las fotos y videos de Sopra la Penna, lo que se comparte de ella en las redes sociales; ver que aquello está ahí, que es real, así como Lucignana y sus habitantes. Es como ver un sitio que ya conoces, porque ha sido tan bien presentado, con tanto cariño, que lo sientes tuyo. Tampoco pienses que todo está edulcorado, o dulcificado en exceso, no, atiende también a lo no agradable, a relaciones familiares algo complicadas (así es la vida) y a experiencias no del todo positivas también relacionadas con la librería, pero deja buenas sensaciones la lectura. 

Terminar diciendo que si en algún momento viajo cerca de Lucignana, ojalá siga abierta esta librería tan especial a la que me encantará acercarme y perderme un ratito en su singular espacio, creado con mucho amor y devoción y sustentado por una comunidad especial. Dejo foto tomada por Luigi Fiano, en la que puede apreciarse la librería real de Donati (que es igualita a la ilustración de Anna Regge presente en la cubierta del libro; me gustó percatarme del detalle porque la ilustración me encantó nada más verla). De momento, me conformo con haberla conocido a través de la lectura de este título que también me ha permitido acercarme a la persona de Alba Donati.