UNA MUJER DE MUNDO

Título: Una mujer de mundo
Autora: Vernon Lee
Traducción: Pilar Lafuente
Idioma original: Inglés
Editorial: El paseo Editorial
Año publicación/edición: 1892/2023
Páginas: 128

Sinopsis oficial:

Esta novela corta de la escritora inglesa Vernon Lee está entre lo mejor de sus páginas de ficción, incluidas las dedicadas a la fantasía y lo sobrenatural por las que llegó a ser una autora muy reconocida. La trama, en la que todo rezuma ese mundo estético y artístico en el que vivió la propia Lee, describe con maestría y de forma ambiental el periplo de una joven, la señorita Flodden, a ojos de un extraño personaje, un atildado especialista en cerámicas –cuya voz es muy identificable con la de la propia autora–. Este, deslumbrado por ella, la anima a llevar una vida dedicada a su pasión por lo que ama, sin ataduras ni convenciones. Desde ese planteamiento Lee escribió un pionero y soberbio relato sobre el aprendizaje, el privilegio del arte, el amor, el desclasamiento y contra la frivolidad, los corsés sociales y cualquier tipo de claudicación femenina.

Opinión: 

Una mujer de mundo ha sido mi primer contacto con Vernon Lee, seudónimo de Violet Paget, y, aunque inicié con algo de desconcierto, sin llegar a cuajar del todo con lo que se me estaba contando, al avanzar esta pequeña novela conseguí ver en ella mucho más de lo que en principio estaba viendo. Al terminarla cerré el libro encantada con lo que me había transmitido. Una novelita que me ha dejado huella y que me ha permitido conocer al personaje de la señorita Flodden, cuya situación y anhelos vitales me han llamado mucho la atención y me han hecho reflexionar sobre diferentes cuestiones. 

Usted me lo enseñó... que estaba encerrada, presa, en el lugar en el que había nacido.

Se nos presenta a Greenleaf, un hombre algo excéntrico que no suele disfrutar del contacto con la gente y que, aun perteneciendo a la clase privilegiada, repudia el estilo de vida de las altas clases así como las injustas ventajas que tienen, sumamente desaprovechadas por la mayoría de ellos en cuestiones de desarrollo personal e intelectual. Este hombre es experto en cerámica y en cierto momento conoce a una joven perteneciente al mundo social pudiente y bien posicionado con ese tipo de vida que tanto lo altera. La joven es Valentine Flodden, está soltera y presenta unas ideas llamativas y un cierto interés en el arte, y en la cerámica  —aun sin contar con conocimientos—, que llama la atención de nuestro peculiar especialista. Debido a ese interés y a las ganas de Flodden de obtener información, como por otros motivos que van surgiendo, comienza una serie de encuentros entre ellos... ¿Conseguirá Greenleaf ver en ella algo más de lo que aprecia en los de su clase? ¿Confiará en el anhelo de aprendizaje de esta mujer, en sus ansías de ser aquello que no es habitual dentro de su contexto? ¿Le dejará expandirse en un mundo diferente del que ha sido destinado para ella?

La muchacha era el vivo ejemplo de la ignorancia del más alto bien y mal, así como de los rasgos generales del estilo de vida que las llamadas clases altas continuaban llevando, no mejor que si fueran salvajes paganos. [...] lo que le impresionaba principalmente era la falta de espíritu público demostrada por la joven dama (se pone aquí de manifiesto la esperanza que tenemos las personas de que otros posean nuestros principios más excéntricos y rijan sus sentimientos y acciones por unas ideas sobre las que probablemente nunca han oído hablar). 

Una novela que, como digo al inicio, me tenía algo descolocada al empezarla, perdida en algunos diálogos, pero al avanzar fue abriéndose ante mí más claramente; poco a poco me fue ganando aquello de lo que se hablaba y, finalmente, valorándola en cómputo, puedo decir que la he disfrutado mucho. La parte última ha sido la que me conectó con todo, su final incluso consiguió impactarme en el sentido de dejarme noqueada, un poco rota... Se nos habla del arte y del acceso al mismo, más fácil para algunos que para otros —se trata la importancia de su acceso público y la necesidad de eliminar los posibles dominios privados sobre él—; las clases y órdenes sociales de la época y el estilo de vida de las clases más pudientes están presentes; el desclasamiento y el anhelo de querer ser algo diferente a lo que "toca" ser por presión del contexto del que se procede; prejuicios y falta de confianza que tienen consecuencias desastrosas en otras vidas; el rendirse por el aplastamiento de la educación recibida y la influencia de "los nuestros" así como por la falta de perspectivas y apoyos externos... Se deja ver la trascendencia que puede tener la oportunidad de estar en contacto con estimulaciones distintas, que permitan expandir y desarrollar inquietudes propias que sean diferentes a las de nuestro entorno próximo, del que somos presas en muchos casos. 

Aceptaba que ella misma era una excéntrica —una persona que no acababa de ser como debería—, y daba por hecho que todo el mundo fuera distinto y se interesase en la búsqueda de aquello que ella, personalmente y debido a su excentricidad, no deseaba. 

Debe recordar que toda mi educación había consistido en enseñarme que la única ocupación de una mujer en la vida es casarse. [...] Durante mucho tiempo, antes de ni siquiera conocerle a usted, había decidido que aunque este era el camino natural y virtuoso, yo no lo seguiría, que preferiría ganarme la vida o morirme de hambre; pero se me había enseñado que hacer cualquiera de las dos cosas, ir por el propio camino y tener pensamientos propios, era escandaloso. 

Flodden es una mujer que procede de un ambiente y un estilo de vida que no va del todo con ella, tiene un aprendizaje que la hace parecerse a los de su clase en formas de ver el mundo, pero al mismo tiempo, en su interior, cuenta con puntos de vista e inquietudes diferentes que para que terminen de florecer y perfeccionarse necesita de personas y de un ambiente muy distinto al que le rodea. La señorita Flodden pertenece a un mundo del que no puede escapar fácilmente porque: ¡qué difícil sobrepasar un muro, alto, grueso y resbaladizo, cuando hay una potente fuerza tirando hacía el lado contrario del impulso y sin que nadie eche una mano y sujete con firmeza desde el otro lado! Ella vio en Greenleaf esa posible mano externa, ese huequito por el que podía escapar para poder desarrollarse dentro de un modo de vida con unas perspectivas e inquietudes diferentes al que le han pautado. Una posible salida para vivir sin tener que interpretar el papel que su entorno le impone y que a ella tanto le pesa...

Greenleaf, que era muy reservado acerca de sus amigos, tanto que uno de ellos podría casi haber imaginado que no tenía ningún otro, había accedido en cierta forma a hablar de su pequeño mundo de Bloomsbury con esta muchacha, que era tan ajena a él. Se había dado cuenta de hasta qué punto la señorita Flodden había vivido sin contacto alguno con las inquietudes de la vida, ni con gente que pudiera tenerlas. Excepto la cerámica y la música de violín, que llegaron a ella por la más pura casualidad y permanecían allí completamente aisladas, no tenía ninguna experiencia, con excepción de las frivolidades mundanas. 

Una novela que dudo que se me olvide, realmente ha calado en mí lo que transmite y me dejó con un poso emocional importante. Te animo a que le des la oportunidad, si puedes. Yo quedo bastante pendiente de otras obras de la autora, porque no dudo en regresar a ella. Esta edición incluye una Nota editorial que me ha parecido muy interesante con apuntes sobre su vida, su forma de ser y su estilo, su trabajo y cómo se le consideraba... Termino con estas palabras expuestas en dicha Nota: «son muy interesantes también los costumbrismos críticos referidos a su escaso don para la narración convencional, para el relato no sobrenatural. [...] Siempre parece como si alguien tan encasillada en el esteticismo como ella solo pudiera ser brillante en la que, según confesó en alguna ocasión, era su "segunda ocupación", el relato sobrenatural y de fantasmas, donde la dimensión problemática, sin duda, era muy otra. ¿O es que sus narraciones más realistas y psicológicas, escritas desde unos posicionamientos absolutamente distantes de cualquier convención, muy fijadas en los matices, incordiaban o desorientaban hasta en los ambientes más anticonvencionales de su época?».