NICHOLAS NICKLEBY

Título: Nicholas Nickleby
Autor: Charles Dickens
Ilustración: Phiz

Traducción: Bernardo Moreno Carrillo

Idioma original: Inglés
Editorial: Nocturna
Año publicación/edición: 1838-1839/2016
Páginas: 1180

Sinopsis oficial:

Puede que la vida de los Nickleby no sea la más interesante, pero sin duda es apacible... hasta que el padre muere y la familia debe ir a Londres para pedir ayuda a un mezquino pariente. A cambio, este pone una condición: su sobrino trabajará como profesor en una escuela de Yorkshire. El joven e impulsivo Nicholas parte lleno de entusiasmo, pero pronto descubre que allí el director se asemeja más a un carcelero dispuesto a atormentar a sus alumnos y que a él, para su desgracia, se le da muy mal acatar órdenes que desprecia.

Actores teatrales de carácter dramático, viejos usureros, amigos (o no) que se retan a duelos, damas acorraladas por pretendientes excéntricos, caballeros perseguidos por señoritas de viva imaginación y una serie de conspiraciones se entretejen en una incisiva sátira que no sólo cosechó un éxito incuestionable nada más publicarse, sino que consiguió frenar los malos tratos de las escuelas de Yorkshire y, en la actualidad, sigue fascinando a los lectores por su retrato irónico de lo que sucede cuando se valora más el afán de lucro que el de ayudar al prójimo. Escrita justo después de Oliver Twist, Nicholas Nickleby es una obra magistral que ahora se presenta en español con una nueva traducción íntegra y las ilustraciones originales de Phiz.

Opinión: 

En Nicholas Nickleby conocemos a un joven, Nicholas, que tras el fallecimiento de su padre ha de hacerse cargo de su hermana y su madre. Este jovencito aún no ha trabajado, debido a que ha estado recibiendo educación, por lo que se ven obligados a buscar ayuda en su tío paterno, Ralph Nickleby. Ralph es un hombre adinerado y de cierta posición, pero lleno de odio, egoísta, avaro y cruel; considera un incordio tener que ocuparse de la familia de su hermano y pronto Nicholas se dará cuenta de ello. Este pariente le consigue un trabajo como profesor en una escuela de Yorkshire, Dotheboys Halls, dirigida por Wackford Squeers. Squeers es un vende humos —un impostor, codicioso e ignorante—, que trata con una crueldad desmedida a los niños a su cargo manteniéndolos en condiciones deplorables, todo para llenarse el bolsillo de más beneficios. Nicholas al llegar a la escuela se percata de esta situación y tendrá que convivir con ello, allí conocerá a una persona que se convertirá en un compañero muy especial. El carácter impulsivo de Nicholas, así como su sentido de la justicia, pronto le llevan a realizar ciertas acciones que le obligarán a buscarse la vida por otros lares. Sin embargo, no olvida a quien lo puso en esa situación, siendo su intención conseguir un empleo y regresar cuanto antes a Londres para ayudar a su madre y hermana y así alejarlas de las garras de su tío. Mientras, como Nicholas imaginaba, su hermana Kate también vive situaciones muy desagradables y su madre, aunque es un tanto especial y vive sin ser del todo consciente de lo que ocurre, tampoco se encuentra en las mejores condiciones. ¿Qué pasará con los Nickleby? ¿Qué trabas encontrará Nicholas en su empeño de conseguir empleo? ¿Cuánto tendrá que sufrir Kate y qué tendrá que hacer para subsistir? ¿Cómo solventarán la ira y el odio contenido en su tío? ¿Con quiénes se irán encontrando en su camino? 

Esto sería el arranque de la novela, el comienzo de una trama que se enreda sin parar, apareciendo gran diversidad de personajes a medida que vamos avanzando así como distintas situaciones y contextos. Encontramos personajes malvados y sin escrúpulos pero también otros bondadosos y afables, de diversa procedencia y clase social y con características dispares, ofreciendo una amplia variedad de personalidades. Algunos exagerados en sus formas, pero únicos. Dickens confesó que varias de las figuras aquí presentadas estaban basadas en personas reales, lo contó en un prólogo que esta edición incluye. El estilo satírico de la novela me gusta, me convence la crítica a la realidad social del momento y a ciertas profesiones y caracteres con ese humor e ironía característicos del autor. En esta novela se centra especialmente en las escuelas gobernadas por "maestros" desleales y malévolos, que provocaban daños irreversibles a los niños internos dejados en sus manos y sin el más mínimo remordimiento: situaciones de abandono, de crueldad, de escasez de alimentos y de atención, rodeados de enfermedad y miseria. Pero no solo realiza esa crítica, muchos otros temas saca a la luz a lo largo de la novela. El estilo dickensiano en ese sentido me gana y también hay que destacar que esta historia tuvo su efecto: gracias a su publicación se cerraron escuelas como las retratadas en ella.

¿Pero qué me ha ocurrido con Nicholas Nickleby? Lo que me ha ocurrido con esta novela es que es demasiado extensa. Es amena de leer pero hablamos de un libro de casi 1200 páginas (en esta edición) y considero que su trama no soporta tanta extensión. Cuando comparo con otras obras de longitud similar —por ejemplo, este año que he leído Guerra y Paz o Anna Karénina— esta se queda muy a la zaga; lo que las otras consiguieron transmitirme no es comparable, en aquellas veo totalmente justificada su extensión pero en esta no. Nicholas Nickleby no tiene esa fuerza literaria, en mi opinión, como para que merezca la pena el tiempo que hay que dedicarle para acabarla. En otras palabras: no lo considero un novelón de esos que te dejan huella, al contrario, te puede llegar a cansar. Creo que con menos páginas hubiese funcionado muy bien, no era necesario rizar tantísimo el rizo. No me olvido de que se publicó por entregas, pero igualmente me parece excesivo.

También me ha dado algo de rabia no conocer el pasado, o algo más de la vida, de Newman Noggs; es un personaje importante que sabes que fue algo distinto a lo que es ahora y se da a entender el motivo a grandes rasgos, pero no con la profundidad que merece y es que con la cantidad de páginas leídas, que me haya quedado con esa curiosidad... ¡no tiene perdón! Y me ha parecido curioso también algún despiste de Dickens, dando por sentado que ciertos personajes se habían encontrado cuando no fue así, ni tenían que por qué tener conocimiento el uno del otro. 

En fin, una experiencia algo agridulce. Una novela muy extensa que puede resultar de lectura amena, de buen ritmo y buena tensión argumental en principio, con su valor y su crítica retratando realidades sociales injustas, pero que se hace demasiado larga para mi gusto y que, cuando superas ciertas páginas, lo que estás deseando es que llegue ese final que parece no llegar nunca. 

*Este libro me sirve para:

RetoVictorianSpirit: Libro publicado por entregas.