EL PRIMO BASÍLIO

Título:
 El primo Basílio
Autor: Eça de Queirós
Traducción: Jorge Gimeno
Idioma original: Portugués
Editorial: Editorial Pre-Textos
Año publicación/edición: 1878/2005
Páginas: 528


Sinopsis oficial:
En la obra de Eça de Queirós, El primo Basílio forma parte de dos grupos escogidos: el de las obras acabadas, pues Eça dejó varias novelas a medias o con problemas de fijación textual, y el de las obras maestras, en el que se codea con Los Maia

En la literatura universal, El primo Basílio pertenece a un preciado collar: el de las novelas dedicadas a trasvasar el alma de las bovarys, de las jóvenes adúlteras burguesas; así, El primo Basílio es el retrato de una burguesinha lisboeta, una mujer indecisa y voluble, moldeada para cumplir con un exiguo papel, y que cuando da un paso no previsto, pero al que las corruptelas ambientales la empujan, sucumbe. En una Lisboa aplastada por el calor, Luísa, una mujer de veinticinco años, casada desde hace cuatro con un ingeniero de minas, recibe la visita de su primo Basílio, con el que antaño había tonteado y que ahora vuelve de Brasil, donde ha rehecho su fortuna.

Al hilo de esta historia, Eça de Queirós despliega el estudio de Lisboa y sus habitantes (la fiel galería queirosiana de los mediocres y pretenciosos). La crítica, como siempre en sus manos, no es acerba, conserva un fondo de ternura hacia la realidad de la que se ironiza. «Episodio doméstico» subtituló Eça de Queirós El primo Basílio, igual que subtituló Los Maia «Episodios de la vida romántica», lo que significaba que era deseable el fin de ambas instancias: la familia burguesa y el romanticismo delicuescente, el de curso más habitual al sur de los Pirineos.

Leer a Eça de Queirós es darse un baño de inteligencia: de sus novelas se sale menos ridículo, menos ñoño, menos enfático y más incisivo.

Opinión: 
Anteriormente había leído de Queirós La ciudad y las sierras, lectura con la que conecté de seguida y que me hizo querer leer más del autor. Luego leí una novelita titulada Alves y compañía, que también me gustó mucho y que comparte el tema del adulterio con esta de la que hablo hoy: El primo Basílio. El regreso al autor, adelanto ya, ha sido estupendo: ¡todo un disfrute de lectura! Señalo que esta edición incluye un interesante prólogo (así como notas a lo largo del texto) de Jorge Gimeno, que también es el traductor.

En esta novela se nos presenta a Luísa, una mujer lisboeta de veinticinco años, casada y burguesa, y también aburrida. Su mundo se reduce a su casa y a ciertas salidas y eventos sociales pautados, relacionándose siempre con las mismas personas y esperando la llegada de un hijo que no termina de llegar; pero ella no ha de pedir más a la vida, su educación le ha enseñado que es así como se ha de vivir y que tiene mucha suerte. Su marido, que la ama con locura, es ingeniero de minas y va a estar fuera un tiempo por motivos de trabajo. Es justo en ese periodo de ausencia cuando regresa a Lisboa su primo Basílio, un hombre con el que Luísa tuvo algo así como un inicio de relación de jovencita. La familia de Basílio quedó arruinada y este tuvo que marchar de Lisboa hacia Brasil para rehacer la fortuna familiar, quedando la relación de ambos interrumpida en ese momento... Pero ahora, tras el paso de los años, este primo regresa fuerte, bien posicionado económicamente y enriquecido con todo lo que ha vivido fuera de esta Lisboa que ahora considera poca cosa. Lisboa se le queda pequeñita al primo Basílio pero tiene a su Luísa que, aunque cuenta con aspectos que dejan que desear para él, tiene una belleza singular. Además, la encuentra más guapa y atractiva que nunca: ¡no piensa dejarla escapar, la tentación es demasiado fuerte! Luísa acoge la llegada de su primo con mucha alegría y su criada, Juliana, es testigo de dicha «alegría», lo que a Luísa le traerá más de un problemilla futuro.

Así, el yacht noblemente aparejado para un viaje novelesco, encalla, nada más partir, en los lodazales de la desembocadura de un río; y el aventurero que soñaba con los inciensos y los almizcles de bosques aromáticos, inmóvil en su tumbadillo, se tapa la nariz para no oler la inmundicia. 

¿Y había ella sentido acaso esa felicidad que proporcionan los amores ilegítimos, de la que tanto se habla en las novelas y en la ópera, que hace olvidarse hasta de la misma vida, que empuja a la muerte y hasta lleva a amarla?

Novela realista que nos lleva a otro caso de adulterio femenino del siglo XIX (otros ejemplos: Madame Bovary o Anna Karénina; pero leídas las tres considero que, aun teniendo cosas en común, para mí tienen poco que ver en cuanto a lo que me han aportado y derivan en una experiencia lectora muy diferente). En esta novela el adulterio es central, pero el sexo y cómo se vivía en ese momento también; está llena de tintes eróticos muy bien llevados, atrevida y moderna en ese aspecto. Sin entrar en descripciones ni detalles innecesarios, con elegancia y cierto humor, todo se muestra de forma suficientemente directa para llegar a aquello que el autor quiere expresar. Nos lleva a la Lisboa de la época, a su gente aristócrata y burguesa (y a sus mujeres ociosas y aburridas) así como a la clase trabajadora de distinta índole, conociendo sus formas de vida y sus relaciones. Tenemos varios personajes a los que nos acerca especialmente, quedando el interior de los mismos bien expuesto y desarrollado. 

He disfrutado mucho de la lectura, aun siendo extensa no se me ha hecho pesada en ningún momento. Considero que el autor consigue una sencillez en su narración —no hablo de simpleza, ojo— y una agilidad narrativa que favorecen su fluidez y mantiene un buen ritmo durante todo el tiempo. Su forma de describir y la ambientación que crea me gustan mucho, es algo que ya disfruté en sus otras obras leídas. Destaco la parte final, que me tenía pegadísima a las páginas, con un cierre que me tuvo en vilo hasta el último momento y que me pareció muy bueno. Nos lleva muy bien a los personajes y a los conflictos que están viviendo, y lo que estos suponen en sus vidas, sin entrar a juzgarlos en realidad, te los muestra tal como son. Como dije antes, también acerca al lector a esa Lisboa y a cómo se vivía, a esos diferentes estratos de la sociedad y sus formas de comportarse, quedando patente también sus más y sus menos. Se aprecia cierta decadencia en esta ciudad, de la que diferentes personajes hacen eco, señalando además sus diferencias con otras partes del mundo... Se observa la hipocresía y la doble moralidad en las clases altas y burguesas, su desprecio por los de abajo y su egoísmo y falta de humanidad en ocasiones; así como lo típico que podrías encontrar en las clases más bajas, leales y obtusos servidores algunos, otros no tanto, pero donde la mayoría carga con vidas sacrificadas, de injustas y pésimas condiciones, para recoger migajas que le permitiesen vivir tan solo de forma miserable (algo que podría provocar ganas de venganza y de obtener lo que se cree justo para uno si se tiene la oportunidad).

Basílio y Luísa... La vivencia del truhan, altivo, egoísta y vividor (y bastante simplón), y la de la joven casada y bien posicionada, de poco recorrido en el mundo y aburrida, que se deja llevar por ideas fantasiosas del amor y de una vida de libertad, placentera, engañosamente prestigiosa, afamada y llena de aventuras; esa vida novelesca, que ve en él y también de alguna forma en una amiga (aunque a esta se la juzga mucho en sociedad, a diferencia de los hombres que realizan lo mismo o de aquellas que lo hacen a lo bajini). Luísa anhela esa vida, esa que el hombre de la época podía llevar pero no tanto la mujer... La tiene idealizada y cree que lo que está haciendo es acercarse a eso que ella piensa que es la aventura, la riqueza de la experiencia, la libertad de vivir el amor y la pasión como ha de vivirse, tiene a su amante incondicional y de novela que ella considera que es su primo Basílio: ¿cómo no lanzarse y dejarse llevar? Tampoco es que tenga que hacer otra cosa en su día a día... El desengaño y cómo su fantasía se va derrumbando convirtiéndose todo en soledad, decepción y abandono, y, sobre todo, en una autentica pesadilla llena de arrepentimiento, nos hace mirarla con lástima y ternura. No obstante no quiero decir con ello que sea del gusto del lector este personaje, en mi caso no he conectado con Luísa en ese sentido, pero sí he llegado a sentir por ella esa compasión que menciono; al igual que por momentos también la he sentido por Juliana, considerada por muchos la máxima exponente de la maldad, cosa que no comparto del todo. En esta historia los grises los veo muy a menudo. Y por supuesto, no dejo de mencionar al marido de Luísa, con el que he sufrido y que ha conseguido emocionarme.

Se deja ver el amor de diferentes formas, como bien complejo que es. Diferenciando ese amor pasional y el enamoramiento alocado del principio, donde lo físico y el deseo sexual no te deja pensar con claridad (fase que puede quedar ahí, sin más, ser fugaz incluso), con el amor más sopesado, de compromiso real, ese amor compañero infatigable, más aburrido y menos emocionante quizás, pero estable y duradero, capaz de soportar tormentas si estas aparecen. Y la palabra aburrimiento es muy central en esta obra, porque toda lo que en ella se pone en marcha en gran parte viene de ahí, del aburrimiento de Luísa... También hay aquí cabida para diferentes formas de vivir la religión, sus prácticas (y cómo se llevaban en muchos casos por apariencia social) y los tipos de creyentes; también diferentes profesiones y el prestigio social de cada una de ellas... Encontramos el choque entre aquellos ufanos de la tradición, el sistema imperante y la religión, y los que se rigen más por lo más moderno y científico, dejando atrás ideas obsoletas.

En fin, es de estas novelas que podría estar hablando de ella y no cansarme. Termino recomendándotela. Si no la has leído y te atrae lo que menciono sobre ella... ¡no lo dudes! Y que no te eche atrás su extensión, se lee muy bien. Queirós es de esos que se suelen disfrutar, al menos no suelo ver opiniones negativas sobre sus obras, aunque me da la sensación que tampoco se lee como a otros autores europeos de su época, y es una pena: es estupendo. Seguiré leyéndolo y creo que la siguiente será Los Maia

Comentarios

  1. Hola María, pues leí hace poco Alves y Cía y me gustó mucho. Me gustó, además, ese tratamiento tan original que le dio al adulterio (había leído Ana Karenina y posteriormente Madame Bovary y creo que me quedo con este adulterio en concreto). Así que esta me la apunto seguro.
    Un besazo

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    1. Uy, sí, es que la de Alves y cía es estupenda también, mucho más cortita y ofrece una experiencia lectora distinta a esta novela más extensa y desarrollada, pero igualmente, estupendas las dos. Este autor me gusta mucho. Si te lanzas con esta de El primo Basílio ya contarás; y si puedes leerla de forma conjunta con algún compi lector, creo que incluso la disfrutarás más. En el momento en el que la estaba leyendo, echaba de menos chismorrear con alguien y hablar sobre lo que estaba pasando!!! xD
      Un abrazo.

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