HIJAS Y ESPOSAS

Título:
Hijas y esposas
Autora: Elizabeth Gaskell
Traducción: Damián Alou
Idioma original: Inglés
Editorial: Alba Editorial (Minus)
Año publicación/edición: 1865/2021
Páginas: 764


Sinopsis oficial:
El señor Gibson, viudo, médico de la pequeña localidad de Hollingford, es de los que opinan que «el mundo iría aceptablemente bien sin mujeres». Sin embargo, siempre pendiente de sus pacientes, apenas es capaz de cuidar de su casa y de su hija, a quien empiezan a rondar ya los primeros pretendientes. Pese a todos sus resquemores, decide buscar una mujer con el fin de que gobierne su caos doméstico y cumpla como una madre vigilante para su hija; y contrae segundas nupcias con una maestra de escuela cuarentona, madre a su vez de una muchacha bellísima. La pragmática elección del señor Gibson tendrá, previsible e irónicamente, sus reveses, y la nueva familia no será ajena a una conflictiva trama de secretos, pretensiones, desavenencias e intrigas, en la que los amores y decepciones juveniles, así como los compromisos precipitados, pondrán en peligro muy a menudo el orden deseado. 

Hijas y esposas (1864-1866) recuerda a Emma de Jane Austen y anticipa Middlemarch de George Eliot. Aunando el estudio de carácter con el retrato de una comunidad, la última novela de Elizabeth Gaskell es aguda en la observación social, magistral en el tratamiento de los pequeños incidentes, y sorprendente en la creación de sus heroínas. Una de ellas, la inolvidable Cynthia, que no puede evitar atraer a los hombres y se declara «no malvada, pero tampoco virtuosa», constituye una novedosa y casi subversiva aportación a la rígida moralidad de los prototipos femeninos victorianos. 

Opinión:  
He leído ya varias obras de Elizabeth Gaskell, hace poco leí su Mary Barton, su primer novela, y ahora he regresado a ella precisamente con la última que escribió: Hijas y esposas. Una historia que no le dio tiempo a finalizar, ya que murió antes de acabarla, pero ya adelanto que su lectura no deja al lector insatisfecho. Dejó de escribir prácticamente llegando al final, y sí que se sabía cómo pensaba proseguir la novela; las ideas que tenía para ese final, con el que hubiese cerrado la historia en un capítulo más, nos las comparte su editor en una Nota. He de decir que cerré el libro con tristeza y no por la historia en sí (es amable esta novela de Gaskell, con cierto drama pero agradable; muy de situaciones y relaciones cotidianas y naturales, nada del otro mundo, pero que contadas con su ingenio se siguen con mucho interés), como decía, cerré el libro con tristeza, no por la trama en sí sino por las palabras sentidas que el editor le dedica a la mujer buena e inteligente que estaba detrás de la novelista. Ese final sin escribir y esa nota te hacen ser consciente de la pérdida de la autora; es como si hubiese sido ayer cuando pasó, como si de repente cayeras en la cuenta de que está muerta... Los que leemos clásicos leemos a muertos, como se suele decir, pero no sé, no sueles pensar que lo están cuando estás leyéndolos; los sientes bastante presentes supongo y más cuando te queda mucho por leer de ellos. Pero cuando lees sobre sus vidas o, por ejemplo, sus cartas/diarios y llegas a pasajes previos a su final, o topas con alguna creación inacabada (como en este caso) que dejaron sin acabar porque murieron, o lees a sus allegados hablando sobre su pérdida, ahí te percatas de que ya no existen, que se fueron, sí, hace mucho, pero te haces más consciente justo en ese momento. En fin, que me lío hablando, simplemente quería decir que, aun sin estar acabada, con las ideas que nos transmite su editor queda clarísimo cómo la autora iba a cerrarla. Sin duda, hubiese sido mejor haber leído esos pasajes desarrollados por su pluma, tan delicada y tan observadora de lo humano y social, pero, a falta de ello, al menos sabemos groso modo los destinos de cada personaje. Por tanto, no vayas a obviar esta novela porque esté inacabada, merece la pena su lectura.

En Hijas y esposas Gaskell nos habla de situaciones, conflictos y relaciones familiares y amorosas cotidianas, normales (de su época, claro, pero que en esencia se siguen dando de una forma u otra); ni complejas ni sencillas, simplemente situaciones que suelen darse en la vida: algunas alegres y plácidas, otras tristes y dramáticas, otras conflictivas y estresantes, momentos rutinarios conjugados con situaciones que son un punto de inflexión y de cambio... Destaco cómo se muestran diversas relaciones paterno-materno-filiales interesantes, muy distintas, todo acorde a la personalidad de los miembros implicados. Se deja ver el influjo de la sociedad y de las habladurías, las convenciones sociales y los protocolos a seguir (el costumbrismo de la época), los diferentes estatus sociales (y como para unos es un aspecto primordial en sus vidas, mientras que para otros no; los hay que, sin ser de alta clase, quieren serlo o alardean de que son más de lo que son; otros que siéndolo se avergüenzan de ciertos déficits o bien, no le dan tanto valor a su posición e incluso les gustaría no tener ciertas cargas y responsabilidades impuestas por su rango o apellido que les impide actuar con más libertad). También se observa cómo vivían los más acomodados frente a los que no tenían tanto, las diferencias entre la ciudad y lo rural, los choques con lo extranjero... También se reflexiona en cierto grado sobre los estudios y el hacerse un hueco en la alta sociedad, escalando en importancia, por tener logros educativos y culturales.

Pero... ¿a quiénes conocemos en esta historia? Conocemos a un viudo, el señor Gibson, y a su hija, Molly. El señor Gibson es el médico de la localidad rural en la que viven, Hollingford, y recibe aprendices a los que acoge en su casa. Uno de ellos se encapricha de su Molly y este hecho precipita acontecimientos que cambiará la vida de ambos. Todo desembocará en una estancia de Molly en casa de los Hamley, que le permitirá a la joven conocer a esta familia muy de cerca; y en las segundas nupcias de su padre, que le dará a Molly una madrastra y también una hermanastra, Cynthia. Veremos cómo se fragua su nueva familia y la relación que se crea entre Cynthia y ella, así como el paso de diversos pretendientes, compromisos algo turbios y relaciones amorosas cambiantes. Seremos partícipes también de las relaciones que establecen con los Hamley y con otras familias pudientes, como la de Cumnor Towers, gente importante, y con otros vecinos no tan bien situados pero muy presentes en sus vidas. Los chismes corren rápido y ambas jovencitas han de tener mucho cuidado con cómo se comportan, cualquier acto fuera de lo apropiado puede manchar sus vidas de por vida, y Molly se verá envuelta en más de un conflicto sin tan siquiera buscarlo...

Me encanta cómo trata Gaskell las estampas corrientes de la vida. Lo que quizá pueda resultar aburrido o de poco interés, ella lo hace interesante. Lo bien dibujadas que están estas situaciones, así como los personajes, hace que sea estupendo leerla (al menos para mí). Muestra muy bien la psicología de las relaciones y las diversas personalidades de sus figuras, y la forma en la que cada uno ve el mundo se hace coherente con su forma de comportarse; se aprecia esa inteligencia de la autora a la hora de observar y describir el comportamiento y las situaciones sociales (algo que puede parecer fácil, pero que no lo es). Sí que señalo que es lectura de ritmo lento, sin grandes sobresaltos. Tiene un ritmo más pausado que, por ejemplo, Mary Barton, donde la trama estaba más llena de acción o de cambios más repentinos, y también tiene un menor tratamiento de acontecimientos históricos de la época (en Mary Barton se centra bastante en los conflictos entre patrones y trabajadores, relacionados con la llegada de la Revolución Industrial). Aquí no he hallado nada de eso, pero no lo he echado en falta tampoco. Los personajes y sus situaciones me han tenido lo suficientemente interesada, sin necesidad de giros, ni de más acción o sorpresas (es más, me ha parecido predecible en bastantes ocasiones; incluso la autora te va dando ciertas pistas, no hay demasiados imprevistos). Sí he hallado un humor agradable que en Mary Barton no vi tan presente (sí más en Cranford), y diría que en esta ocasión se sirve bastante del carácter y peculiaridades de la nueva señora Gibson y de las reacciones de su esposo, el señor Gibson, a las mismas; este ha de tomarse con humor las excentricidades que no esperaba encontrar en la mujer con la que decide casarse y he reído bastante con los diálogos y ocurrencias sumamente odiosas, pero graciosas, de la señora Gibson, así como con las respuestas de su marido.

Me gustaría detenerme en la construcción de personajes de Gaskell. Me encantan las figuras que crea, son tan grises, tan reales... Hay quienes tienen mejor fondo que otros, sin duda, pero igualmente, de cada cual nos muestra más de una cara, porque así suele ser en la vida. A la señora Gibson puedes odiarla, en ella se refleja el egoísmo, la hipocresía, el cinismo, la ambición, la envidia, el creerse de otra casta sin tan siquiera serlo, el darse aires de forma patética y ridícula..., pero también quiere y se preocupa por los demás a su manera, llegas a aceptarla, porque Gaskell, aun mostrándonos su cara odiosa, de vez en cuando nos enseña que es que ella es así y que no todo es malo. En esta novela tenemos dos grandes personajes femeninos, Molly y Cynthia. Dos personajes bastante contrapuestos y distintos. Cynthia está curtida, tiene un recorrido distinto al de Molly en su joven vida, ha vivido fuera y tiene una "clase", elegancia y belleza con la que no cuenta su nueva hermana, que no ha salido de su zona rural, que es sencilla e inocente, que solo busca ayudar en lo que pueda y no ser conflictiva en ningún asunto. Cynthia me parece excelentemente construida, es compleja y llamativa para la época; ella dice de sí que no es malvada pero tampoco virtuosa, y es exactamente eso, es bien consciente de ello y sabe qué se merece y qué no; soporta una relación materno/filial difícil, distante, su madre siempre ha querido tenerla lejos (el ego y la envidia de la señora Gibson juegan un peso importante aquí); se ha criado sola pero cuenta con una potente belleza así como un atractivo irresistible para los hombres, que ella además sabe manejar bien, no puede vivir sin complacer y gustar a los demás, sentirse deseada y amada por todos es su afán, para ello lleva una máscara que luce a la perfección (menos con su madre, a la que no duda en contestar siempre que haga falta). Así es Cynthia, así se comporta ella, eso es lo que le sale ser, y tampoco actúa como lo hace con mucha intencionalidad, ha aprendido a vivir sin demasiado sentimiento, ni siente mucho ni anhela mucho, está algo rota en sentimientos, solo en Molly y en su padrastro parece encontrar una mayor conexión y el amor que les tiene es superior a lo que jamás ha sentido antes. Molly, quizás es la más sencilla de todos, pero en su sencillez, su humildad y su bondad también encontramos a un personaje muy realista, es buena pero no tonta ni demasiado ingenua (no más de lo normal para su edad y vivencias). Podría mencionar a todas las figuras que nos muestra Gaskell, he mencionado a estas tres mujeres porque creo que con ellas pasamos gran parte de la novela, pero se nos muestra a todos siempre con sus fortalezas y sus debilidades, sin entrar a juzgarlos en demasía. No se nos esconde lo malo de ellos, ni lo bueno, cada cual con sus cosas, los entiendes... Me encanta este forma de construir figuras y que, aun sin soportarlas quizás, te resulten especiales.

Podría seguir divagando sobre esta novela, pero voy a parar ya, demasiado llevo escrito. Simplemente acabar animándote a que, si te gustan los clásicos y este estilo de contar lo cotidiano de forma interesante y con gran sabiduría social y del comportamiento humano, te invito a que le des una oportunidad a la señora Gaskell. Para mí es zona de confort absoluta, como llegar a casa. Seguiré leyéndola con su Norte y sur, en la que me consta que hay una mayor carga histórica y crítica social centrada en lo que supuso la llegada de la Revolución Industrial (similar a lo tratado en Mary Barton, pero al parecer en mayor profundidad).

Comentarios

  1. Qué bonito lo que explicas sobre la nota del editor, sobre esa mirada a la mujer más allá de la escritora. Y qué lástima la historia inacabada, pero qué bien resuelta gracias a esas notas del editor. Hace tiempo que quiero leer "Hijas y esposas" y, ahora, después de tu reseña (tan bonita), todavía más. Me gustó mucho "Cranford" y "La casa en el páramo", pero te confieso que no terminé "Norte y sur", quizás no era el momento, se me hizo bola y sé que tengo que volver a intentarlo. Quizás con Gaskell me pase igual que con Edith Wharton: que disfruto más de sus obras cortas. Besos.

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    1. Sí, totalmente, gracias a esa nota final no te quedas con la sensación de algo inacabado, pero te deja con cierta tristeza igualmente... jeje. Pues es curioso, pero no eres la primera que me menciona que disfruta mucho más de sus novelas cortas que de las extensas (y sí, efectivamente, también es algo similar a lo que les pasa a muchos lectores con Edith Wharton). A mí me encanta Cranford, como ya hemos comentado en otras ocasiones; La casa del páramo la leí bien pero sí que no fue todo lo que esperaba, su final me dejó algo desconcertada jeje; y de las extensas, esta y Mary Barton (resultándome distintas en algunos aspectos) las he disfrutado mucho. Lo que me cuentas de Norte y sur, pues a ver qué me parece a mí; este año va a caer su lectura...
      Un besazo.

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  2. Hola! Le tengo muchas ganas a esta novela, espero hacerme con ella y leerla, he leído varias de la autora y me gusta mucho su manera de escribir. Besos

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    1. Para mí es un placer leer a esta autora así que te animo, y más si ya sabes que es de tu gusto. Es una novela extensa, pero que merece la pena y, al menos yo, la he leído prácticamente sin darme cuenta. Si la lees, espero que la disfrutes tanto como yo... :)
      Un abrazo.

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  3. Tengo varias novela de Elizabeth Gaskell esperando en mi estantería, pero esta me atrae especialmente por esas relaciones "paterno-materno-filiales" que comentas y que tanto me interesan.
    Leí Sanditon, el libro inacabado de Jane Austen. la verdad es que me dejó un tanto frustrada porque intuí que podía haber sido la mejor novela de la autora y me hubiera gustado saber cómo discurría. Por lo que dices, no sucede eso con esta de Gaskell.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      Pues te animo a que te pongas con ella, es una novela extensa pero que se lee estupendamente. El tratamiento de las relaciones y el cómo dibuja a los personajes está genial.
      Uf, entiendo lo que mencionas de Sanditon. Me pasó exactamente igual cuando la leí. Pero sí, nada que ver con esta obra inacabada de Gaskell, la cual dejó de escribir a falta de un último capítulo final. Austen prácticamente interrumpió la novela casi al inicio, pero como dices, se intuía una novela estupenda... ¡una pena!
      Un abrazo.

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  4. Hola María, pues yo he leído Canford y Las confesiones del señor Harrinson. Los dos maravillosos, pero con el señor Harrison me reí muchísimo... te lo recomiendo. Este lo tengo en el kindle esperando junto con Norte y Sur... Espero que me gusten y no me pase como a Mónica que se le hizo bola el último... ya veremos.
    Un besazo

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    1. A ese de Las confesiones del señor Harrison le tengo muchas ganas, no creo que lo lea antes de Norte y Sur porque este último ya lo tengo en la estantería, y el otro no..., pero, sin duda, caerá en algún momento. A ver qué te parece esta novela y Norte y Sur, que yo leeré este año también (espero que ni a ti ni a mí nos pase lo de Mónica, jeje, aunque ya te aviso que no es la única que me dice que se le hizo un pelín cuesta arriba su lectura, ya veremos).
      Un abrazo.

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  5. De Elizabeth Gaskell solo he leído Norte y Sur, que me gustó mucho. Me gustaría leer algo más de la autora, incluso releer en algún momento Norte y Sur. Respecto a que Hijas y esposas esté inacabada, par mí no es ningún hándicap para decidirme a leerla. Se nota además que has disfrutado muchísimo de su lectura.
    Un abrazo

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    1. Hola, Lorena.
      Pues Norte y Sur lo leeré este año, es lo próximo, y a ver qué me parece a mí. Espero disfrutarlo tanto como tú, aunque no todos los lectores acaban tan encantados con esa obra. En cuanto a esta que reseño, sí, dale la oportunidad en algún momento, está curiosa de leer aunque no trate conflictos o temáticas históricas concretas como me consta que sí que hace en Norte y Sur; solo por cómo trata las relaciones y la elaboración de personajes ya merece la pena. Todo narrado, además, de una forma tan atrayente y natural que la lees sin apenas darte cuenta, aun teniendo gran extensión.
      Ya contarás, si la lees en algún momento...
      Un abrazo.

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  6. Adoro a Gaskell
    Y este es de los míos, lo anoto, lo anoto.
    Ojala se cruce pronto en mi camino, lo necesito.
    Felicitaciones por tu excelente reseña!!!

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    1. Somos muchos los lectores que adoramos a esta autora, y supongo que seguirán sumándose.
      Si lo lees, espero que lo disfrutes como lo he hecho yo. :)
      Un abrazo, y gracias!!

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