METROS POR SEGUNDO

Título: Metros por segundo
Autora: Stine Pilgaard
Traducción: Daniel Sancosmed Masiá
Idioma original: Danés
Editorial: Nórdica Libros
Año publicación/edición: 2020/2024
Páginas: 280

Sinopsis oficial:

Una joven se traslada a una comunidad periférica en el oeste de Jutlandia, Dinamarca, y se ve obligada a encontrar su camino, no solo en el desconcertante entorno de la escuela secundaria popular donde su pareja ha sido contratada para enseñar, sino también en las inescrutables formas conversacionales de la población local. Y, por si fuera poco, está el pequeño asunto de compaginar sus papeles de madre de un bebé recién nacido y columnista de consejos en el periódico local. En esta novela sencilla y divertida, que ganó el Premio de las Librerías de Dinamarca, Stine Pilgaard evoca una historia de aventuras en tierras nuevas e inexploradas, de dilemas y los caminos de las relaciones sociales.

Opinión: 

En Metros por segundo una mujer nos va a contar su cambio de vida, que no es pequeño, junto a su novio y su hijo recién nacido. Se mudan a Velling, pequeña zona rural en la península de Jutlandia (Dinamarca), donde su novio va a trabajar en una escuela secundaria como profesor. Veremos cómo las costumbres y maneras del lugar chocan con ella o, más bien, con la vida que hasta ahora llevaba. Los vecinos y compañeros irán poco a poco tomando parte de su día a día, incluso algunas personas adquirirán una gran importancia en su vida. Esta mujer ha de adaptarse a muchas cosas nuevas, incluida su reciente maternidad. Y otra novedad, que nos dará a los lectores grandes dosis de entretenimiento, es su nuevo empleo: se le adjudica el puesto de consultora en el periódico local, algo que le permite expresarse dando variopintos consejos e indicaciones (bastante peculiares en su forma y contenido) a aquellos que entran en contacto con ella para aliviar sus problemáticas vitales.

 

Me gusta el dialecto de Jutlandia Occidental, la agramatical insistencia en la tradición, la ría que fulgura como cascos de vidrio al sol. Los transportes del molino se equilibran en las carreteras, un aspa roza a los que pasan en el otro sentido, el tráfico entra serpenteando en el paisaje, se pliega, da las gracias y vuelve a salir. Vi vil i Velling, queremos estar en Velling, reza el cartel de entrada al pueblo, pero no queda claro qué queremos de él. La realidad está a nuestro alrededor como una niebla y no hemos hecho sino llegar.

Novela amena que se lee muy bien y que puede dar para reflexionar sobre cuestiones varias. Tenemos a una protagonista dura de pelar, muy suya podría decirse. Es peculiar y directa, busca el significado y el análisis en aquello que la rodea («tú piensas en prosa, dice, aquí la gente es más concisa»; «me aconseja refrenar mi necesidad de conocer bien a la gente o al menos de maquillarla un poco mejor»; «Funciono en el mundo de los malentendidos, anoto conflictos de la misma manera que los demás respiran. Analizo de forma totalmente automática una entonación, noto la aspereza en el fondo de una voz») y también es un poquito bomba de relojería: nunca sabes por dónde va a salir (y eso la hace bastante divertida). Sus formas no son templadas y se refleja en la narración, ya que es ella la que nos habla en primera persona. 

Giramos en un nuevo mundo, en nuestra nueva vida, con nuestro nuevo hijo, la naturaleza está plana ante nosotros y la puesta de sol sobre el mar del Norte nos contempla con su ojo rojo. Los ciervos miran con calma a los faros de los coches y los animales muertos de las carreteras se extienden entre las líneas que separan los carriles. Los campesinos saludan llevándose un dedo a la gorra y yo entiendo que es así como se hace aquí. 

En la novela encontramos diferentes partes bien estructuradas, contando con un estilo fluido, sencillo y desenfadado, no por ello poco atento. Se alterna la narración de la protagonista de sus vivencias en este nuevo lugar con las consultas y sus respuestas del consultorio, y también se incluyen diferentes letras de canciones a lo largo del texto. La autora utiliza en su narrar un lenguaje bello a la par que crudo, directo y algo incendiario a veces, algo que espabila al lector mientras lee (o al menos así lo he vivido yo). La protagonista es peculiar, como he dicho, así como su visión de todo lo que nos cuenta; analiza, con bastante profundidad y una imperturbable espontaneidad, situaciones vitales y relaciones sociales muy de a pie. Sus consejos en el consultorio se hacen muy curiosos de leer. Hay veces que sus respuestas, aun contestando a la consulta —ya que esta siempre está en la base—, hacen referencia a vivencias o cuestiones sobre sí misma más que a lo que realmente le preguntan, es divertido eso también, puedes establecer tú mismo un diálogo con ella a través de sus respuestas, confrontando con lo que quizás hubieses respondido tú (estos apartados me han parecido muy entretenidos).

Tanto en la narración de sus experiencias como en las preguntas/respuestas del consultorio, encontramos temáticas varias... Cuestiones relacionadas con las relaciones sociales, la amistad, el amor, la maternidad y el ser mujer, el desarrollo y los aprendizajes en diferentes momentos vitales, los cambios que se producen en nosotros con el paso del tiempo, diferentes miedos o conflictos por los que se suele pasar en la vida. Vemos cómo hay situaciones y relaciones que pueden parecer algo en la superficie y ser otras muy distintas a niveles más profundos (en los que no todo el mundo piensa). Se reflexiona de forma clara y concisa sobre diversas situaciones sociales y el consultorio da mucha vidilla a esto. En las vivencias de ella se deja ver la sensación de ruptura con lo anterior, de sentirse forastero en el lugar nuevo al que se llega, de verse fuera de la norma e ir poco a poco haciéndose hueco, acogiendo raíces y creando vínculos significativos pero sin llegar a perder su esencia.

Lo que más destaco de esta lectura es la forma y estructura que he encontrado. El contenido y los temas tratados me han resultado también interesantes, pero he de confesar que personalmente no me ha caído muy en gracia la protagonista y esto a veces me echaba algo para detrás (cosa que no tiene mayor importancia para ti ya que, quizás, tú no tengas este problema). Diría que mi relación con ella ha sido de esas un poco polarizadas, de esas en las que hay momentos en que me caía muy bien y otras que no podría caerme peor. Algunas de las perspectivas que expone sobre las relaciones y demás no han casado del todo con mi manera de ver dichas cuestiones, pero esto también ha dado paso a una mayor reflexión y fuente de debate para mí, y no puedo negar que también en otros aspectos he conectado con ella y su forma de ver el mundo y la vida. En fin, un poquito de amor/odio con esta mujer. 

En definitiva, novela divertida, amena, fluida, que trata temas muy cercanos con cierta profundidad; puede hacerte pensar, pero sin llegar a resultar sesuda o rebuscada, ni con demasiada extensión, al contrario, directa y explosiva en ocasiones. Termino con esta cita que me resultó especial y que extraigo de una de las respuestas de la protagonista en el consultorio:

La vida no es un acontecimiento, sino un movimiento fugaz e indiferente en un espacio oscuro. Aun así, puede haber momentos sueltos de belleza. Un buen poema, un cuadro especial, unas vistas que nos dejan sin respiración. Tu tarea es emplear el tiempo de la mejor manera posible mientras esperas la muerte.