LIBROS RAYADOS

Título: Libros rayados
Autor: Miquel Sanz Gabín
Editorial: Editorial Maluma
Año de publicación/edición: 2020
Páginas: 251

Sinopsis oficial:

Jordi es un asiduo de las librerías de viejo y encuentra por casualidad una novela de segunda mano con muchas anotaciones en lápiz, repleta de subrayados, acotaciones, dibujos y versos en los márgenes. Se queda fascinado con la desmesura de la lectora que raya los libros y que firma con el nombre de Lena. Para Jordi se convierte en una obsesión y se conjura para encontrar más libros de la lectora fantasma a lo largo y ancho de Barcelona.

Este es el punto de partida de dos personajes unidos y contaminados por su amor a la literatura. Que lleguen a encontrarse en algún punto del camino dependerá de su capacidad para saltar los muros que ellos mismos han ido levantando alrededor de sus vidas. 

Opinión:  

En Libros rayados conocemos a Jordi, un hombre que al analizar su vida se llega a la conclusión de que simplemente hace lo justo para sobrevivir: trabaja porque tiene que trabajar, pero no le supone ningún tipo de desarrollo personal ni satisfacción; está casado pero como si no lo estuviera, su matrimonio es una farsa; y su día a día se pinta siempre igual, toda una rutina sin sentido que lo está ahogando poco a poco. Al menos Jordi ha contado siempre con unos buenos compañeros, los libros, que desde pequeño han formado parte de su caminar y le han dado refugio y consuelo. Pero estos amigos de papel y letras nunca antes le han dado tanta vida como cuando encuentra en una librería de segunda mano un libro rayado por una tal Lena, cuyas anotaciones y señales lo absorben por completo. Se propone buscar más ejemplares que Lena haya podido dejar en otras librerías de viejo de la zona e incluso, se plantea el buscarla personalmente... ¿Conseguirá dar con ella? Jordi hallará en esta misteriosa figura a una mujer interesante, a una persona que, como él, acarrea sufrimiento y dolor, soledad y tristeza, pero que en los libros también halla alivio y un lugar donde ser ella misma. 

Observé, desperdigados en los bordes y entre los párrafos, un puñado de acotaciones, versos sueltos, dibujos y frases subrayadas a lápiz. Nada me satisface más que desnudar el alma de un lector anónimo a través de sus marcas. Pocas veces se confiesa alguien con más sinceridad. 

He disfrutado de esta novela mucho más de lo que en principio esperaba, y eso que llevaba cierta expectativa con ella. Libros rayados es una historia que nos habla de literatura, de lectores y de sus comportamientos con los libros, de librerías, de libreros, de encontrar huellas de otros en libros y vivir la experiencia lectora conjuntamente, de la enorme influencia de la literatura y del disfrute y el refugio que pueden aportar los libros para los que vivimos enamorados de las letras. Por la multitud de referencias de personajes y títulos literarios, así como por la identificación que podemos sentir ante los hábitos lectores mencionados, esta lectura es idónea para lectores asiduos... 

Habrá quien piense, y puede que no le falte razón, que llenar de rayas y garabatos un libro es un vicio prescindible, un comportamiento territorial y vanidoso, incluso una ofensa. Para mí, no surtirlo de atenciones a través de la línea recta o torcida es amarlo un poco menos. Tal como yo lo veo, un libro que no ha sido desvirgado con rayas y anotaciones apasionadas es un libro desgraciado, un niño limpio en medio de un camino de charcos. 

Pero no solo se habla de libros, también se nos muestra a unas figuras dolientes, solitarias, que arrastran sufrimientos y traumas; que caminan cerca, que se buscan y se anhelan. El amor y la conexión con otra persona puede aparecer cuando y donde uno menos lo espera, y esa conexión especial puede ayudar a sanar por dentro, profundamente, y permitir que se siga adelante saltando muros autoimpuestos. En Libros rayados el mundo literario está muy presente, pero poco a poco vamos ahondando en los personajes de forma tal que nuestro interés se va irremediablemente hasta esas dos almas dañadas y diferentes.

Una novela que se deja leer muy bien, de buen ritmo y que nos tiene expectantes, nos va aportando información poco a poco, destapando vivencias pasadas de las figuras centrales dándole coherencia a su situación actual y justificación a su sufrimiento arrastrado; esto nos ayudará a empatizar muy bien con los protagonistas. El estilo del autor me ha gustado, nos habla de forma sencilla pero con contenido y ciertas reflexiones profundas. Se narran hechos duros y sentimientos complejos sin entrar en exageraciones sensacionalistas, hay pasajes emocionantes y el humor también sale a jugar al campo formando todos un buen equipo. Los personajes son carismáticos y algunos, como Tino, especialmente maravillosos.

Esta novela llegó a mis manos justo en el momento oportuno, cuando requería una lectura de este tipo. Cada vez estoy más inmersa en clásicos literarios, los disfruto muchísimo y es donde más cómoda me siento, pero confieso que hay veces que su lejanía en el tiempo, e incluso la cierta densidad que suelen tener muchos de ellos, hace que el cuerpo me pida algo más actual. Esta novela justo llegó en un momento donde andaba algo saturada con tanto clásico, cuando necesitaba una lectura más fresca, de lenguaje y tiempo más contemporáneo, y con un estilo que me permitiese desconectar un poco de lo que normalmente leo. Además, por su fluidez en la lectura es idónea para compaginar con otras más arduas o extensas. Por ello, este título me ha servido también para eso: para salirme un poquito de mi zona de confort y disfrutar mucho de la salida.

En resumen, una novela amena que se centra en el universo de los libros y los lectores, pero sobre todo nos habla de los libros rayados por una lectora especial y de dos protagonistas cuya conexión les ayudará a saltar obstáculos, unos obstáculos que los tenían anclados a una vida anodina y sin sentido, con sufrimiento y dolor enquistados.

Hay esperanza cada vez que un quizá hace una grieta en el nunca.