LA LÍNEA DE SOMBRA

Título: La línea de sombra: Una confesión.
Autor: Joseph Conrad
Traducción: Javier Alfaya Bula y Javier Alfaya McShane
Idioma original: Inglés
Editorial: Alianza editorial
Año de publicación/edición: 1917/2016
Páginas: 166

Sinopsis oficial:

Novela de madurez, La línea de sombra es una breve historia en la que Joseph Conrad narra de forma inolvidable el tránsito de la juventud a la edad adulta. Los avatares de un inexperto capitán que se hace cargo de un barco por vez primera, teniendo que afrontar las numerosas dificultades y contratiempos que surgen durante la travesía por los mares del Sur, sirven al autor de El corazón de las tinieblas para trazar esta fábula de lucha y esperanza en la que se entreverá de forma inevitable la nostalgia que lleva aparejada la superación de toda etapa vital.

Opinión:  

En esta pequeña novela, Joseph Conrad nos presenta a un joven marinero —no llegamos a conocer su nombre— que justo tras decidir, sin motivo aparente, dejar su puesto de trabajo y regresar a casa, encuentra la oportunidad de ser capitán de un barco. Acepta el desafío y se dirige al que será su navío, con ilusión y ciertos miedos e incertidumbre. El ser capitán se le hará cuesta arriba, tendrá que enfrentarse a epidemias, a condiciones de tiempo adversas e incluso, al recelo de los cargos superiores y demás marineros del barco. Pero esta vivencia le hará toparse y traspasar la línea de sombra, una línea en la que la adolescencia y la juventud temprana quedan atrás, y donde la propia experiencia es central y necesaria para el desarrollo personal. 

Una novela muy bien ambientada, nos sumerge de lleno en ese mundo marítimo: de mar, barco y marineros. Se expone muy bien dicho contexto, con algunos tecnicismos que quizás no todos conozcamos pero que, personalmente, no me han resultado un obstáculo en la lectura —más al contrario, favorecen a que te sitúes mejor en dicho ambiente—. Los personajes están muy bien perfilados y cada cual tiene su sentido dentro de la historia: alguno representa la experiencia ya curtida; otro la confianza, la amabilidad y el trabajo honesto; otro el coraje a enfrentarse a aquello que se nos cruza en el camino y la persistencia, etc. Destaco al capitán Giles, a Ransome y al primer oficial. 

También es una obra muy simbólica, un especie de metáfora de la vida: aunque la historia transcurre principalmente en un barco, lo que acontece podría considerarse como un reflejo de nuestra propia existencia. Se aprecia cómo a veces en la vida se siente la necesidad de un cambio de aires, sentir un vacío vital sin motivo de peso, que nos hace girar y movernos hacía otros objetivos. La ilusión y también el miedo ante lo nuevo y el sostenimiento de nuevas responsabilidades, que puede derivar en reflexiones acerca de las propias capacidades y habilidades para hacer frente a lo que llegue, saltando inseguridades al campo... Se ve a la experiencia como recurso para ganar confianza en uno mismo y no se muestra como algo agradable, más bien desagradable, pero sí necesaria para crecer y para desarrollarse personalmente. Lo que más me ha gustado es ese concepto de la línea de sombra, que para mí es aquella línea que al pasarla nos muestra que la adolescencia/juventud temprana quedó atrás, que ya somos adultos, que ahora hay sombras —o más sombras de las que veíamos antes—; ese paso de la juventud al mundo adulto, con sus más y sus menos, y ser consciente de ello. 

En la lectura también podría encontrarse cierto elemento sobrenatural, relacionado con el anterior capitán del barco, Burns, ya fallecido y que parece hacer acto de presencia poniendo las cosas bastante complicadas al nuevo capitán y a su tripulación. Esta idea la desarrolla principalmente uno de los personajes, el primer oficial, pero aunque queda algo ambiguo considero que es más reflejo de las supersticiones del ambiente marítimo que un toque sobrenatural intencionado del autor. Además, el propio Conrad dijo en una ocasión que ya había suficiente en la realidad como para ser necesario añadir más... Señalo también que la novela está basada en sus propias experiencias, no sé hasta que punto nuestro protagonista podría llamarse Joseph Conrand, pero le da un plus que sepas que, al menos en parte, tiene cierto carácter autobiográfico.

En fin, la recomiendo, me ha parecido muy amena de leer y su poder simbólico me ha resultado muy interesante, llevando al lector a reflexionar sobre eso a lo que el autor llama «la línea de sombra».

Sí. Uno avanza, al igual que el tiempo, hasta que más allá percibimos la línea de sombra que nos advierte que la región de la adolescencia, también, debe quedar atrás. 

*Este título lo he leído gracias a que fue el propuesto para la lectura conjunta del mes de octubre en la cuenta de @en_bookle. Fue un placer compartir las impresiones sobre la misma en la charla conjunta que organiza a final de mes.