ROBIN HOOD. EL PRÍNCIPE DE LOS LADRONES

Título: Robin Hood. El príncipe de los ladrones
Autor: Alexandre Dumas ¿? Pierce Egan
Traducción: Cristina Rodríguez del Amo
Idioma original: Francés
Editorial: Gribaudo
Año de publicación/edición: 1870/2022
Páginas: 317

Sinopsis oficial:

Aunque él no lo sabe, Robin es de origen noble. Poco después de nacer fue confiado a un guardabosques y junto a él creció, libre entre los frondosos árboles de Sherwood. Hoy es un joven intrépido y el mejor arquero del condado de Nottingham, aunque para algunos también un forajido que se deja llevar por sus impulsos. Todo parece cambiar cuando conoce a sir Allan Clare y a su hermana Marian, a quienes salva de una emboscada. Ellos le permitirán embarcarse en una buena causa. Junto a sus compañeros deberá enfrentarse a los soldados del castillo y sus acciones lo convertirán en el defensor de los pobres y oprimidos. Entre incendios, trampas y mazmorras, Robin pondrá a prueba todo su valor y su astucia para conseguir que triunfe la justicia. 

Opinión:  

Ha sido muy curioso acercarme a una de las historias más populares del mítico personaje de Robin Hood, Robin Hood, El príncipe de los ladrones, y en esta edición de Gribaudo: bonita, cuidada y con muchos detalles. La colección de clásicos ilustrados de esta editorial me parece muy atractiva y, como en los demás títulos de la colección, este también incluye una sobrecubierta que se transforma en póster-juego, «La fuga del castillo», visualmente atrayente e indicado para un mayor disfrute de los más jovencitos.

En esta historia nos situamos en el condado de Nottingham y conocemos a Robin Hood, un joven de origen noble pero que ha sido criado por un guardabosques y su esposa en el bosque de Sherwood. Robin es un arquero sin igual e impetuoso como el viento, cierto día salva de una emboscada a Allan Clare y a la hermana de este, Marian, comenzando así una serie de acontecimientos que le llevarán a convertirse en un proscrito. Acabará viviendo escondido en el bosque junto a sus seguidores sajones, creándose de esta manera su banda de forajidos, y se enfrentarán a los normandos para luchar por lo que les ha sido arrebatado injustamente. No lo tendrá fácil, pero a Robin no le falta valor ni tampoco la ayuda por parte de buenos amigos, especialmente la de pequeño John y Maude. Conocerá el amor desde el mismo momento que vislumbra a Marian, robándole el corazón para siempre, aun teniendo que mantener su relación a distancia y con escasos encuentros debido a su situación. Un normando aparecerá y engañará a todos con la única idea de hacerse con Marian, Robin tendrá también que enfrentarse a él para poder mantener a salvo a su amada... 

Como dije al principio, me ha parecido curioso leer esta historia. He encontrado en ella la imagen que tenía en mi cabeza de este mítico personaje, pero confieso que no la he disfrutado demasiado. De ella destaco especialmente eso, el haberla conocido desde las páginas, pero dejándome poco entusiasmada la experiencia. Por cierto, no es la única historia que tiene como protagonista a Robin Hood y, entre otras, suelen hablar muy bien de Las aventuras de Robin Hood de Howard Pyle, obra que tengo anotada para el futuro.

Pero centrándome en esta de la que hablo hoy, son varias cosas las que no han llegado a convencerme. Los personajes, que no son pocos, me han resultado algo planos, no les veo demasiada evolución y sus diálogos los notaba en su mayoría muy superficiales, forzados y bruscos, no terminaba de creérmelos; también las relaciones entre ellos se dan de forma muy precipitada, convirtiéndose en estrecha e incluso amorosa en poquísimo tiempo, supongo que eso también ha contribuido a la poca conexión con la historia. La ambientación tampoco ha llegado a cautivarme, las descripciones no lograban meterme en la atmósfera; y la trama en sí, me ha parecido lenta y repetitiva en su parte inicial y media, siendo casi al final, en los últimos capítulos, donde se sitúa el groso de la acción: ese Robin proscrito y la guerra que lidera contra los normandos, la creación de su banda de forajidos escondida en el bosque de Sherwood, sus famosos "robos" (que se menciona un poco por encima), el intenso amor por Marian y su disputa con aquellos que la ponen en peligro... Todo esto ocurre en los últimos capítulos, ocurriendo mucho en pocas páginas, contando la situación tras el paso del tiempo de cada uno de los personajes de forma rápida y terminando con un final muy abrupto a mi parecer. Me esperaba una historia mejor desarrollada, más equilibrada quizás. Por supuesto, esto son solo mis impresiones, he leído opiniones de otros lectores que les encanta esta historia y en fin, cada cual sus gustos. Lo que a mí no me convence, no tiene por qué no gustarte a ti.

Otra cosa que quería destacar de ella es que en ningún momento me ha resultado infantil o juvenil, muy al contrario. Creo que es de corte totalmente adulto y es algo que me ha sorprendido, me la esperaba de otra forma al respecto. También mencionar que hay cierta controversia en relación al autor de esta novela, todo se debe a que al parecer su verdadero creador fue Pierce Egan, pero que tras la muerte de Alexandre Dumas se le concedió la autoría a este (también a Walter Scott) y el error ha ido manteniéndose a lo largo del tiempo... No soy experta en las obras sobre Robin Hood, ni he leído antes otras historias ni a otros autores que traten la mítica figura de Robin, dejo enlazadas estas publicaciones de @teconlibros: Guía de lecturas sobre Robin Hood y Robin Hood de Pierce Egan, para aquel que le interese profundizar más en este tema.

En resumen, me ha parecido curioso acercarme a esta novela que nos lleva a una de las historias más populares y conocidas protagonizada por Robin Hood y su banda, defensores ante todo de la justicia, conociendo también a otros personajes míticos como pequeño John o el fraile Tuck entre otros, pero no ha terminado de cuajar conmigo, esperaba disfrutarla más de lo que la he disfrutado. No obstante, me alegra haberla conocido y quizás me anime con otras obras centradas en este personaje tan asentado en la cultura popular.

La banda de Robin Hood, confortablemente instalada en el bosque, vivía segura allí a pesar de que los normandos, sus enemigos naturales, sabían de su existencia. Al principio se alimentaron de la caza, pero este recurso a la larga habría podido resultar insuficiente, lo que obligó a Robin Hood a satisfacer las necesidades de su tropa de forma más segura. [...] tras haber ordenado vigilar los caminos que atravesaban en todas direcciones el bosque de Sherwood, creó un impuesto al paso de viajeros. Este impuesto, en ocasiones desorbitante si el extranjero sorprendido por la banda era un gran señor, se reducía a muy poca cosa en caso contrario.