LADY SUSAN (Relectura)

Título: Lady Susan
Autora: Jane Austen
Traducción: Marcelo Cohen
Idioma original: Inglés
Editorial: Editorial Montesinos
Año publicación/edición: 1871 (escrita 1794-97)/2023
Páginas: 174

Sinopsis oficial:

Jane Austen escribió Lady Susan alrededor de 1794, aunque probablemente no debió darla por acabada hasta 1797, año en que también pondría punto final a otra novela, Susan, que sería publicada como Northanger Abbey. Lady Susan saldría de la imprenta póstumamente en 1871.

Susan Vernon, Lady Susan, es una viuda relativamente joven, todavía hermosa, que trata de asegurar su futuro y el de su hija, y para lo que no duda en utilizar cualquier artimaña haciendo caer en sus redes a los hombres que ha elegido como fáciles presas. Dotada de una inteligencia maquiavélica, no dudará en seducir a dos candidatos simultáneamente, esquivando maledicencias y presiones familiares.

Lady Susan rompe pues todos los lugares comunes de la novela romántica: no solo es hermosa sino inteligente e ingeniosa, sus pretendientes son significativamente más jóvenes que ella y aunque al final la moralidad obtiene su recompensa, la propia Lady Susan es tratada en la novela con indulgencia.

Opinión:

Con esta nueva edición de Lady Susan de Jane Austen, publicada por Editorial Montesinos, he regresado a esta obra y la he vuelto a disfrutar, no podía ser de otra forma. ¡Qué personaje es Lady Susan! Esta no es ni de lejos la mejor obra de la autora para mí, pero sin duda tiene un encanto especial. Me parece muy amena, y creo que su formato epistolar ayuda a que sea todavía más disfrutable para el lector. 

Estaba preparada a prestar un grado muy escaso de confianza a Lady Susan; pero su semblante es de los más dulces, y sus gestos y su voz de una tibieza cautivante. Lamento que sea así, pues ¿en qué se basa todo ello sino en el engaño?

Austen, con sus particulares toques de humor e irónicos, nos presenta en esta obra a una protagonista un tanto arpía, pero muy atrayente: la famosa Lady Susan. Una figura de lo más frívola, cínica y egoísta, que utiliza su belleza y atractivo, y su buena práctica del engaño, para hacer y deshacer a su antojo... Una mujer que tras quedarse viuda anda de aquí para allá aprovechándose de la hospitalidad de sus amistades y contactos, dejando pasar el tiempo prudencial para su siguiente casamiento y buscando al mejor candidato mientras tanto. Lady Susan va produciendo el caos allá por donde va: coquetea con todos los hombres, produce rupturas y disputas de forma intencionada y hechiza la mente de todo aquel que se cruza con ella. Intenta también dominar la vida de su hija, por la que no muestra ni amor ni interés, solo para aquello que le conviene... Es capaz de girar con maestría las situaciones que la delatan para demostrar que es inocente de todo lo que se le acusa. Aquellos que la rodean se dividen entre los que se dejan llevar por su magnético atractivo y su charla manipuladora, y los pocos que ya están más que prevenidos de sus maldades y que no están dispuestos a dejarse embaucar por ella. Entre estos últimos encontramos a la señora Vernon, que está deseando que se destapen sus engaños ya que son sus propios seres queridos los que forman parte de los enredos de esta mujer sin escrúpulos. 

Es inteligente y agradable, ostenta esa clase de saber mundano que facilita la conversación y se expresa muy bien, con un feliz dominio del lenguaje que, me parece, a menudo emplea para hacer pasar lo negro por blanco. 

Una novela de poca extensión y entretenida, que hace pasar un rato lector agradable junto a ese humor y agudeza de la autora que crea aquí a una protagonista tan odiosa como inolvidable. Tanto las formas y ocurrencias de Lady Susan, así como las situaciones que crea y cómo intenta salir indemne de las más rastreras usando su manipulación ingeniosa, resultan divertidas de leer. Me ha gustado regresar a esta historia y con ella a la pluma de Jane Austen, a la que nunca está de más volver... Además, el prólogo de esta edición escrito por Marta Pessaroodona me ha parecido interesante, terminaré con algunas de sus palabras: 

Seguramente Lady Susan es un ejemplo menor de cuanto decimos, pero no hay que olvidar que nunca se dan obras menores en escritores grandes, aunque sean "escritoras". Y, sin duda alguna, ritmo, estructura y severidad de las frases y un sentido muy exacto de la ironía, con visos de cinismo, cualidades que nadie puede negar en Jane Austen, están plenamente patentes en esta pérfida y seductora Lady Susan.