RÍO DE FUEGO Y OTROS RELATOS

Título
Río de fuego y otros relatos
Autora: O Jeonghui
Traducción: Álvaro Trigo Maldonado
Idioma original: Coreano
Editorial: Arde Editorial
Año publicación/edición: 1977/2023
Páginas: 316


Sinopsis oficial:
Todo en estas páginas es profundamente personal: narradores en primera persona atrapados en la desesperanza y el hastío de la vida cotidiana, personajes perseguidos por traumas de su pasado, recuerdos y sueños que separan a quien sufre de quien vive.

Son historias que reflejan el miedo y el desagrado en su nivel más primario, lejos de las grandilocuentes narrativas que pretenden abarcar el espíritu de todo un pueblo. La muerte de un hijo, la imposibilidad de concebir, el miedo a la vejez y a la soledad, la obsesión sexual, la homosexualidad reprimida, los recuerdos de una guerra que no mencionan esa guerra.

Estos cuentos constituyen una retrospectiva de la obra de O Jeonghui y dan una perspectiva general de la evolución estilística y los intereses de la autora. No existe mejor introducción a una de las voces más relevantes de la historia moderna de Corea del Sur.

Opinión:

La gente lleva sus vidas encima a donde quiera que vayan. ¿Cree que solo los caracoles llevan su casa a cuestas?
[Dique de niebla]

Este libro, Río de fuego y otros relatos de la autora surcoreana O Jeonghui, ha sido mi primer contacto con la literatura coreana. Libro diferente con el que he salido de mi zona de confort, eso sin duda. Con estos relatos (al final dejo una lista con los títulos de todos) la autora nos lleva a vidas con experiencias duras, a personas que conviven con dolor y traumas varios; lo que se cuenta no es feliz ni encantador, ni mucho menos azucarado, aquí hay realidades y, además, crudas. ¡Pero qué forma de narrar y de llevarnos a los protagonistas y a su interior! En cada relato tenemos a un narrador que nos cuenta su historia (los hay tanto masculinos como femeninos). Podrás o no conectar con estas figuras, con sus actos o circunstancias, pero da igual realmente, lo más significativo de la lectura son las diferentes existencias que se nos presentan, y el modo en el que se nos exponen. No sabemos cómo van a seguir avanzando los protagonistas —si es que avanzan—, no tenemos finales cerrados ni nada que se le parezca, y tampoco hace falta en mi opinión. Lo que está escrito es lo importante para llegar a conocer y a empaparnos de cómo son las vidas de estas personas, acercarnos a lo que llevan en su mochila, a sus desvelos y a su guerra propia. Por eso, da igual si conectas o no con lo que se cuenta en estos relatos, el asunto está en lo que arrastran estos personajes, lo que sienten y padecen, sus experiencias pasadas y las presentes, algo que se nos muestra de forma peculiar y hechizante. Su lectura no te va a dejar indiferente.

Viajé años atrás en el tiempo, a un momento impreciso del pasado. Privada de toda emoción, la memoria se alzó como la luz del sol, provocándome un cosquilleo en el dorso de la mano e invadiendo mis ojos como una gruesa capa de polvo propagada por un suave soplido. 
[Un día de primavera]

Por supuesto, sabía que se trataba de una enfermedad, pero no tenía motivos para querer un diagnóstico o tratamiento. Ya había vivido mucho más allá de la edad en la que debería haber muerto. Solamente me daba miedo pudrirme sin que nadie encontrase mi cadáver. Incluso si caía muerto ahí mismo, a cielo descubierto, la mujer que salía a la azotea a tender la ropa seguramente pensaría que solo estaba tomando el sol y relajándome, como hacía cualquier otro día.  
[Desolación]

Los personajes nos llevan a descubrir traumas pasados de diverso índole que les llevan a ser lo que son en parte. Encontramos en estos relatos temas centrados en complicadas relaciones de pareja y familiares,  enfermedades y pérdidas, problemas de concepción y abortos, lidiar con la vejez y sus achaques, infidelidades y sentimientos de abandono, la homosexualidad y diferentes formas de relaciones no aceptadas, la soledad y la desesperanza, la pobreza... En el Prefacio que incluye esta edición, escrito por Álvaro Trigo Maldonado, se expone que la autora contó que en la mayoría de ocasiones se basa o se inspira en alguna escena cotidiana que ha presenciado a partir de la cual elabora sus historias, pero que también puede haber en ellas recuerdos de experiencias propias traumáticas de su infancia relacionadas con la guerra y la escasez. Y estoy muy de acuerdo con lo que también se menciona en este prefacio en relación a: «Algunos críticos han afirmado que su obra se caracteriza por una prosa poética que parte de episodios breves y detallados que gradualmente revelan la complejidad emocional de sus personajes y su relación con el mundo que los rodea». Creo que la autora es estupenda llevándonos a ese mundo emocional, interno, espiritual casi, de sus personajes, y no en demasiadas páginas ni de forma enrevesada —sí con cierta belleza—; su forma de contar nos mete de lleno en estas vidas desoladas que dejan un poco impactado al lector, perturbado quizás también, y, por supuesto, algo roto en ocasiones. 

Sentía regresar a la monotonía y el tedio del tiempo que él y yo consumíamos como un paisaje olvidado, las flores marchitarse en un púrpura oscuro, el discurrir de nuestras vidas en ese tiempo y en el aliento enterrado de nuestras conversaciones. El olor de su lugar de trabajo, que traía cada mañana y cada noche, se aferraba a él como las fibras de la ropa y asimilaba el aire nuestro apartamento de 36 metros cuadrados con una osmosis aterradora. 
[Río de fuego]

Se trata de algo tan frágil que se desvanecerá gradualmente ante el invisible poder destructivo del tiempo y del fluir del agua y, algún día, cuando experimente una sensación similar, resucitará como un instante olvidado de una vida anterior. 
[Antes del amanecer]

Una primera experiencia con esta autora surcoreana muy satisfactoria. Si no la has leído, te recomiendo que le des la oportunidad, sabiendo de antemano que se tocan vidas duras y descarnadas, donde no siempre se va a empatizar con lo que se nos cuenta, pero que igualmente por la potencia que desprende la obra merece muchísimo la pena acercarse a ella. Yo la he leído poco a poco, creo que así se saborea mejor, todo seguido quizás pueda resultar demasiado intensa (aunque esto dependerá de cada uno). Asimismo, también te recomiendo que le eches un vistazo a los demás títulos publicados por esta editorial, todo lo que saca es canela fina.

Ella suspiraba, alcanzaba el paquete de cerillas, se encendía un cigarrillo con un chasquido y se ponía a cantar, balanceando los hombros al ritmo de la música. 
Mariposa, mariposa, subamos a las verdes colinas.
Cola de golondrina, ven tú también. 
Las hojas de otoño coloridas,
Caen y caen, mordidas por la escarcha.
Nuestras vidas se desvanecen como el rocío sobre la hierba. 
Sin nada vinimos y sin nada partimos.
[Magnolias]

Ahí, en el escaparate iluminado y brillante de la juguetería, descansaban mirando hacia fuera los tentetiesos de plástico rojo. Y, tras ellos, la mujer en silla de ruedas observaba la calle. Su cara parecía recién lavada. En los días soleados tenía un aspecto bizarro, pero, bajo la lluvia, su rostro parecía desprender pulcritud. Se la podría confundir con una muñeca de esa atestada juguetería. 
[La mujer de la juguetería]

 

Todos los relatos
 Río de fuego.
 Antes del amanecer.
 Dique de niebla.
 Desolación.
 Magnolias.
 Un día de primavera.
 Lazos familiares.
 Ofrenda quemada.
 La tejedora.
 Un solo improvisado.
 El corredor. 
La mujer de la juguetería. 

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