ESPLENDOR Y OCASO DE ROMA. Apogeo, crisis y decadencia del Imperio.

Título:
 Esplendor y ocaso de Roma. Apogeo, crisis y decadencia del Imperio.
Autor: Carles Buenacasa Pérez
Idioma original: Español 
Editorial: Shackleton Books 
Año publicación/edición: 2021
Páginas: 336

Sinopsis oficial:
Una obra que repasa la increíble historia del Alto Imperio de Roma, y la muestra, más que como una decadencia, como una lenta transición que acabará conduciendo a la Edad Media.

El Alto imperio de Roma (27 a.C.-235 d.C.) es uno de los periodos más trascendentales de la historia antigua: la larga y continuada época de paz propiciada por los emperadores permitió una gran prosperidad económica que repercutió, por ejemplo, en el embellecimiento de las ciudades del imperio, siendo Roma el caso más característico. Sin embargo, tras la imagen de estabilidad que trasmite el periodo altoimperial, se esconden sombras y tensiones que acabarían por conducir al modelo de monarquía militar a finales de la época de los Severos -a partir del año 235-, que dio paso a un periodo de crisis política que casi acabó con el imperio.

Frente a este esplendor que los historiadores atribuyen al Alto Imperio romano, el contexto político del Bajo Imperio se describe en términos de “decadencia” y “caída”. Entre los siglos III y V, el Imperio romano entró en una fase de estancamiento militar, y se volvió más defensivo a causa de las frecuentes incursiones de los pueblos germánicos. Todo ello, sumado al proceso de cristianización del imperio, ha llevado a concebir estos siglos como un período de ruptura con el pasado clásico de Roma y sus dominios.

Opinión: 

A lo largo de los cinco siglos que duró el Imperio romano, la ideología del poder imperial no se mantuvo invariable, sino que fue evolucionando. De ahí que dentro del segmento cronológico que se atribuye al Imperio (27 a.C.-476 d. C.), se hayan distinguido dos periodos: el Alto Imperio (27 a. C.-235 d.C.), que se caracteriza por el principio de gobierno en armonía con el Senado (o «diarquía augustea»), y el Bajo Imperio (235-476 d.C.), en el que la filosofía política es la «monarquía militar» y el soberano ejerce el poder con total autonomía y con el apoyo del ejército. 

La editorial Shackleton Books, especializada en libros de divulgación, tiene una colección llamada Historia Brevis que incluye este libro del que hablo hoy: Esplendor y ocaso de Roma. En él se nos habla del apogeo, crisis y decadencia del Imperio romano, con sus diferentes épocas y emperadores: desde Augusto, el fundador del Imperio —pasando por los Julio-Claudios; los Flavios; los Antoninos; los Severos; las crisis del siglo III; Diocleciano y la Tetrarquía; los Constantinianos— hasta el último siglo del Imperio y su "caída", terminando con el papado de Roma, como heredero del Imperio romano de Occidente. Expone sus periodos de apogeo y de crisis de diferente índole, su decadencia y su caída como Imperio, pero siempre haciendo hincapié en que dicha caída ha de considerarse solo en términos políticos, no como civilización.

La historiografía actual tiende a considerar que, excepto en el terreno religioso, el tipo de vida y la manera de hacer y de pensar de los romanos poco cambió entre el Alto y Bajo Imperio y, sobre todo, entre este y la Alta Edad Media. [...] Por todo ello, pues, el paso del mundo clásico al medieval hoy ya no se contextualiza en términos de «decadencia», sino en los de una «lenta transición», y más que en términos de «ruptura», se interpreta en los de una «continuidad cambiante».
 
Lectura para paladear con tranquilidad, como es normal en este tipo de libros, pero que igualmente resulta amena; no me ha parecido sesuda ni demasiado intensa, hace un buen repaso pero sin llegar a resultar tediosa ni complicada de leer. Un libro completito en cuanto a cantidad de información que aporta —al menos para alguien como yo, no especializada ni experta en historia—. He aprendido con su lectura y cuenta con apartados extras a lo largo del texto que amplían información y que aportan datos curiosos muy atrayentes; esas pausas ayudan a coger aire y regresar al texto principal, algo más denso, con energía renovada. Se puede hacer un poco engorrosa la larga lista de emperadores y diversas dinastías que se van tratando —con sus elementos descriptivos propios y su correspondiente paso por este Imperio— pero no considero que sea para retener cual estudio para examen, la idea es ir viendo lo que se cocía en el gobierno de este Imperio, su complejidad y desarrollo con el paso del tiempo (insisto en que está contado de forma amena y divulgativa, sin sobrecarga). 

Tejemanejes, traiciones, asesinatos, relaciones turbias y violentas, locura incluso... Diferentes formas de gobierno, victorias y derrotas, ganancias y pérdidas, construcciones a lo grande y despilfarro económico que otros se encargaban de reponer... Emperadores amados y vanagloriados, otros odiados y repudiados. Trata estos entresijos así como elementos y formas de comportarse que han llegado hasta nuestros días y que siguen vigentes. También se deja ver que no siempre las cosas ocurrieron tal y como los historiadores de la época dejaron escrito, en ocasiones su visión y preferencias deformaban la realidad dejando a algunas figuras y hechos algo distorsionados. Y al ir avanzando por las distintas dinastías y la historia, con esas pildoritas explicativas de por medio que amplían y aportan datos curiosos, también aparecen algunos apartados que tratan temas concretos, como uno que habla del Esplendor de la literatura en los tiempos de Augusto, donde se nos mencionan autores y obras relevantes de la literatura romana: La Eneida de Virgilio, la Historia romana de Tito Livio, Propercio y su Elegías, Horacio con su Sátiras y sus Odas, Ovidio con su Metamorfosis y sus obras de temática amatoria... «Augusto contaba entre sus consejeros con literatos y artistas, caso de Mecenas, y estos se ocuparon de que los éxitos políticos de un período brillante se vieran complementados con hitos literarios». También en el hueco dedicado a Marco Aurelio habla sobre sus Meditaciones: «Entre los años 170 y 180, aprovechando los ratos de ocio que le quedaban entre una campaña militar y la siguiente, Marco Aurelio escribió las Meditaciones, sin lugar a dudas el principal texto para el conocimiento de la filosofía estoica romana». El ver la obra de Meditaciones mencionada en este texto me ha empujado a iniciar su lectura (aunque ya la conocía de antemano, no había pensando en ponerme con ella hasta ahora); me animé a buscar una edición y a hacerme con ella: ya la he iniciado y me está gustando, quiero leerla poco a poco.

Antes de terminar, señalar que la edición cuenta con imágenes y fotos en blanco y negro y unos Apéndices que incluyen: un mapa que refleja El esplendor del imperio (Imperio romano - Dinastía Flavia, Conquistas de Trajano y la máxima extensión del Imperio bajo el mando de Trajano) y otro que refleja la Crisis y caída de Roma (señaladas la frontera romana, la división entre el Imperio oriental y occidental y las distintas invasiones...); un apartado de Conceptos Clave; y una Cronología comparativa entre los hitos sucedidos en Roma y los del resto del Mundo en el mismo tiempo. 

En fin, una lectura que nos habla del apogeo, crisis y decadencia del Imperio romano de forma amena. Un texto interesante y enriquecedor, para leer con calma y aprender con su lectura (o repasar lo que ya conozcas, si cuentas con conocimientos sobre el tema), y volver a él en futuras relecturas para seguir afianzando la información que aporta. 

El ocaso de Roma solo se produjo en términos políticos. Si bien desapareció la institución imperial, esto no implicó el fin de un modo de vida que ya había iniciado su camino hacia la Edad Media. Planteada en términos de ideología y mentalidades, la herencia de Roma fue también recogida por la Iglesia cristiana, gracias a la cual la ciudad de Roma volvió a resurgir de sus cenizas y se ganó el título por el que hoy la conocemos: «Ciudad Eterna».

Comentarios

  1. La verdad es que no me veo ahora leyendo un ensayo sobre la historia de Roma. Ni siquiera me apetecen novelas ambientadas en esa época remota. Lo que no es obstáculo para que igual lo empiece y me atrape totalmente. Todo depende, como siempre digo, de cómo te lo cuenten. Disfruté mucho con los dos volúmenes de Claudio que Robert Graves, aunque fue hace muchísimos años y por entonces era más dada a ese tipo de libros.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      Entiendo, sí. Estos libros son para leerlos cuando se tiene cierta motivación a ello, o incluso por probar, que lo mismo lo que en principio no te atrae, luego resulta que sí y te atrapa la parte de la historia en la que te centras (como señalas tú). Pero bueno, ya sabes que está ahí por si algún día te apetece echarle un ojo, o un buen repasito mejor dicho, a la historia del Imperio romano. Se lee bien, eso sí, no es un machaque ni mucho menos.
      Un abrazo.

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  2. Hola Magdalena 😊
    Un muy buen libro interes ante de leer, en algún momento.
    Gracias por compartirlo.Abrazobuho!

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    1. Sí, de esos a los que acudir cuando se quiere hacer un repaso o un aprendizaje de partes de la historia que nos interesan. Los títulos de la colección son muy atrayentes, no solo este.
      Un abrazo.

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  3. Hola.
    No lo conocía pero no me extraña leyendo tu reseña he visto que no es de los libros que a mi me suelen gustar. Gracias por la reseña y dármelo a conocer.
    Nos leemos.

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    1. Hola, Carolina.
      Está interesante la lectura, siempre y cuando sea de tu interés el aprender o repasar la historia que trata. No esta mal tener idea de la existencia de estos libros, por si algún día te pica el gusanillo :) A mí me parecen atrayentes, algunos más que otros, no todas las temáticas son de mi interés en este momento.
      Un abrazo.

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