UNA ALDEA EN IRLANDA (Más aventuras de un médico rural)


Título:
Una aldea en Irlanda
Autor: Patrick Taylor
Traducción: Raquel Bahamonde Barreiro
Idioma original: Inglés
Editorial: Ediciones del viento
Año de publicación/edición: 2008/2021
Páginas: 542

Sinopsis oficial:
El joven doctor Barry Laverty acaba de comenzar las prácticas con su excéntrico mentor, el Dr. Fingal Flahertie O' Reilly, pero ya se siente como en casa en Ballybucklebo. Cuando la muerte repentina de un paciente ensombrece la reputación de Barry, sus posibilidades de establecerse en la aldea están en peligro, especialmente porque la afligida viuda amenaza con entablar una demanda. Mientras espera ansiosamente los resultados de la autopsia, y reza para que lo exoneren, Barry debe recuperar la confianza de la chismosa aldea del Úlster, paciente a paciente. Desde una dependienta con un misterioso sarpullido hasta el embarazo problemático de una joven atractiva que aún no está del todo casada, pasando por la amenaza de que el pub local sea convertido en una moderna cafetería, Ballybucklebo ofrece muchos casos para mantener ocupados a los dos médicos rurales. Y no siempre son enfermedades. 

Continúan con este volumen las divertidas aventuras del famosísimo médico rural en Irlanda, que nos trae aires de El hombre tranquilo de John Ford, del Diario irlandés de Heinrich Böl, o de Todas las criaturas grandes y pequeñas de James Herriot, y que llevan vendidos más de tres millones de ejemplares en todo el mundo. 

Opinión:  
Con Una aldea en Irlanda he regresado a Ballybucklebo para continuar con las vivencias del joven médico rural, Barry Laverty, en esta aldea llena de vecinos algo excéntricos. Ya no es un recién llegado y, aunque siga sin estar del todo asentado, tras haber pasado unas semanas acompañando al Dr. Fingal ahora la idea era ir trabajando de forma más independiente, sin tanta supervisión por parte de su mentor. No obstante, la cosa no sale del todo como esperaba. La muerte repentina de un paciente tratado semanas atrás por Barry, merma la confianza de los aldeanos en él y esto pone en peligro su permanencia en este lugar. Además, la viuda del fallecido está determinada a interponer una demanda, cosa que marcaría de por vida su carrera. Fingal intentará mediar para retrasar el asunto y conseguir algo de tiempo para obtener pruebas que permitan eximir a su joven pupilo; mientras tanto, Barry tendrá que volver a ganarse la confianza perdida por los habitantes de esta aldea chismosa, en la que los rumores y las noticias vuelan. El grandullón del Dr. Fingal estará dándole su apoyo, siempre a su manera, y Barry, con ansiedad e incertidumbre diarias por cómo se resolverá el problema del paciente fallecido, tendrá que batallar contra la inseguridad y las dudas sobre sí mismo. El amor también vuelve a estar presente, nuestro joven médico sigue conociendo a Patricia, aquella chica que lo dejó embelesado en un encuentro fortuito en un tren y por la que cada vez siente una mayor conexión, e iremos viendo cómo su relación va dando pasos importantes. 

He disfrutado mucho del regreso a esta aldea (ficticia) del Úlster para reencontrarme con estos personajes que, poco a poco, van ganándome cada vez más. Ya me gustaron en el primer volumen, pero en este segundo he sentido que ha crecido mi apego hacia ellos y hacia la trama, que se sigue desarrollando en esta entrega. Y no solo se regresa a lo conocido, también hay nuevos personajes y problemáticas en la aldea que me han tenido muy pendiente de su destino y resolución. Señalo que, aunque lo conveniente es leer el primer tomo previamente, en este se hace un breve resumen de aquellos acontecimientos del primero a los que se hacen referencia: se pone al día al lector tanto de las figuras como de las relaciones y hechos que ocurrieron en el pasado, lo cual ayuda al que leyó la primera entrega a recordarlos, pero también pone así fácilmente en contexto al que no haya leído el primer libro.

Destaco, como ya hice en el anterior, la manera en la que se nos acerca a la profesión de médico rural. Los casos se exponen muy bien así como los tratamientos (sin resultar tedioso ni demasiado técnico; al contrario, se hace interesante de leer). Me gusta cómo se trata el tema de la posibilidad de fracasar y de cometer errores, ya que no todo puede salir bien siempre, ni se puede ser perfecto (y menos cuando recién se empieza). Que hay que ganar confianza poco a poco, aprendiendo de los errores y de los baches encontrados, con esa idea de reponerse de las caídas y aprender de ellas siempre presente. El Dr. Fingal, gracias a su experiencia, es el que intenta llevar esa enseñanza al joven Barry, que quiere ser un médico sin tacha desde el primer día. Pero no solo Barry aprende de Fingal, en este tomo se aprecia que el profesional ya experimentado no ha de cerrarse a lo novedoso, sino que ha de asimilarlo para no estancarse. Barry cuenta con una formación y unos estudios mucho más al día que los de Fingal, y este lo sabe y está dispuesto también a aprender de su "alumno" y a hacerle consciente de su valía precisamente por tener estos conocimientos con los que él no cuenta, conocimientos más novedosos que gracias a la presencia de Barry en esta aldea están llegando a sus habitantes. También se ven las diferencias entre la medicina rural frente a la de ciudad, esta última con mejor capacidad de respuesta, más segura y moderna, pero también más impersonal que la rural (algo que igualmente ya se apreció en el primer libro). Asimismo, y bien conjugado con este tema central médico, accedemos a las costumbres (ya perdidas según el autor) de estos pueblos rurales irlandeses.

También me gustaría señalar al personaje de Patricia, una figura femenina potente, con ideas claras e independiente, que busca luchar y desarrollarse académica y profesionalmente en un mundo gobernado mayoritariamente por hombres (recuerdo que la trama se sitúa en los años 60); me gusta su papel y su determinación, a ver qué tal sigue más adelante... Y digo «más adelante» porque aviso que hay tercera entrega ya en librerías, Una Navidad en Irlanda, que nos cuenta la primera Navidad de Barry en esta aldea —la edición tiene una cubierta muy navideña y bonita, por cierto—. Ya tengo este tercer tomo y estoy deseando leerlo en estas fiestas, así que en breve regreso a Ballybucklebo para conocer su ambiente navideño.

En definitiva, una novela agradable y entretenida, que nos lleva a ese tiempo, a esa zona rural irlandesa (aunque sea ficticia) y a los quehaceres de unos médicos rurales que tienen que lidiar no solo con las enfermedades de los aldeanos, sino también con sus problemas y con los del pueblo en general, sin olvidar los suyos propios que arrastran... Si te gustó el primer tomo: Aventuras de un médico rural en Irlanda (tienes mi reseña aquí) te invito a que continúes con este segundo, espero que también te resulte tan ameno de leer como a mí y que te sea grato el reencuentro con esta aldea y con lo nuevo que nos ofrece. 

Comentarios

  1. Igual me anima a leer esta serie para el próximo año y acabar con ese de Navidad que ya te he visto por redes. Sé que me va a gustar mucho. Un abrazo

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    1. Hola, Esther.
      Estos libros son de esos idóneos para despejarse de lecturas más densas, para echar un ratito lector agradable y ameno... Están muy entretenidos, el de Navidad ya lo he empezado. Las ediciones además son muy atrayentes. :)
      Si los lees, espero que también te hagan pasar unos buenos ratos.
      Un abrazo.

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  2. Hola María, supongo que en algún momento acabaré cayendo, ya que me gustó mucho Todas las criaturas grandes y pequeñas de James Herriot, y este tiene la misma pinta...
    Se ve que lo has disfrutado.
    Un besazo

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    1. Hola, Nitocris.
      Sí, tienen ese aire muy similar, aunque la temática central sea algo diferente (medicina) así como en lugar donde se sitúa. Pero sí, tiene ese estilo de libro agradable de leer, que ofrece justo eso que esperas de él. Yo sigo apegada a los personajes y a esta aldea, como digo, cada vez un poquito más, y creo que eso es buena señal cuando se trata de estas entregas... Se me hace muy amena su lectura. Ahora estoy con la tercera que está ambientada en Navidad como comento en la reseña.
      Ya contaras si te inicias con ellos en algún momento.
      Un besote.

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  3. Leí esta segunda parte hace unos meses y coincido contigo, me gustó tanto o más que la primera. Se nota que Patrick Taylor está más suelto, ¿verdad?, y se atreve a darnos una visión más amplia y detallada de la sociedad irlandesa rural de la época, de cuestiones médicas y socioeconómicas, etc. todo con el humor y el encanto que lo caracterizan, por supuesto. Deseando leer la edición navideña!! Besos.

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    1. Así es, he notado en esta entrega lo que mencionas. También nosotras, como lectoras, estamos ya hechas al estilo del autor, a esta aldea y a su día a día, es como... eso de: el roce hace el cariño; y en este tipo de entregas es algo que a mi entender también favorece nuestro apego con las siguientes entregas (aunque cierto es que no siempre sale bien, y el lector puede cansarse de lo que el autor le cuenta, de los personajes, etc. A mí de momento no me ha pasado y ya llevo avanzado el tercero). En fin, una novela muy amena, de esas agradables para leer y desconectar de otras lecturas más densas. Tampoco le pido mucho más y esto lo cumple a la perfección :).
      Un abrazo.

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