TRILOGÍA SIETEAGUAS

Título: Trilogía Sieteaguas
Autora: Juliet Marillier
Traducción: Libertad Aguilera (I, II); Manuel Manzano (III)

Idioma original: Inglés
Editorial: Edhasa
Años de publicación: entre 1999 y 2001
Páginas totales: 1.781



Sinopsis oficial (del primer libro):

Sieteaguas, el último reino irlandés, se mantiene al margen de las invasiones de sajones y britanos gracias a la protección de una impenetrable espesura en la que, según cuenta la leyenda, la Dama del Bosque protege a sus habitantes. El señor del reino, Lord Colum, es padre de seis hijos: Liam, el espíritu de liderazgo hecho hombre; Diarmid, amante de la aventura; los gemelos Cormack y Conor, cada uno con su vocación, el subversivo Finbar y compasivo Padriac. Sin embargo, será su única hija, Sorcha, a la que el padre no puede ver por considerarla la causa de la muerte de su amada esposa, la encargada de proteger a su familia no sólo de la magia oscura que se ha cernido sobre ella, sino también de la amenaza de la invasión de los britanos. Todo parece perdido cuando cae en manos del enemigo, pero Sorcha cuanta aún con la protección de la Dama del Bosque.

Opinión: 

Esta trilogía no es mi primer acercamiento a Juliet Marillier, ya la había leído anteriormente en otra: Las Crónicas de Bridei, y aprovecho para decir que me encantó la experiencia. Me gustó tanto que sabía que tenía que volver a leer a esta autora tarde o temprano. Cada vez que leía algo sobre ella se mencionaba como su obra más famosa a Sieteaguas. Por ello decidí iniciar estos libros y hoy os traigo mi impresión sobre ellos. Antes de empezar señalar que aunque esta historia tiene su final en el tercer tomo, me consta que hay más libros publicados posteriormente dentro de este universo y que incluso se pueden leer de forma independiente a la trilogía, esos no están en español hasta donde yo sé.

Hablando en general sobre la trilogía de Sieteaguas decir que he tenido mis altibajos, en especial el libro tercero diría que flojea bastante con respecto a los otros, pero no significa que no la haya disfrutado en cómputo. Leerla me ha merecido la pena totalmente. Es de lectura muy amena, con un mundo y unos personajes que consiguen atrapar y una temática muy centrada en la familia, lo místico, la magia y la naturaleza que es muy agradable de leer. Pero sinceramente pensaba que la iba a disfrutar más de lo que la he disfrutado, creo que llevaba las expectativas muy altas; como digo me encantó la lectura de Las Crónicas de Bridei y como Sieteaguas se supone que es la obra cumbre de la autora, esperaba que me gustaría más pero no ha sido así. La trilogía de Bridei la leí hace unos años y no sé si cambiaría de opinión si la leyese a día de hoy, pero con lo que recuerdo de ella diría que la disfruté en mayor medida que esta. Dicho esto, voy a centrarme en cada uno de los tomos por separado para dar mi impresión de los mismos. AVISO: al hablar del segundo y del tercero irremediablemente aparecen spoilers de los anteriores, así que si no quieres saber nada, mejor que solo leas mi impresión del primero. 

La hija del bosque (Tomo I): Nos adentramos en esta trilogía conociendo a Sorcha, séptima hija del señor de Sieteaguas. Huérfana de madre se está criando rodeada y protegida por sus seis hermanos, los cuales son parte de ella; todos son muy distintos pero están muy unidos. Su padre se mantiene algo alejado de esta niña, debido al gran parecido con su madre, mirarla le recuerda su pérdida. En cierto momento, aparece en escena una mujer, la Dama Oonagh, que acabará con la rutina y el día a día de esta niña y de toda Sieteaguas. La llegada de esta figura sumerge a Sorcha y a sus hermanos en un maleficio, que solo nuestra protagonista puede deshacer. Con este peso a la espalda crecerá sola, dejando atrás su infancia y luchando por conseguir deshacer la maldición y recuperar a sus hermanos. Vivirá experiencias crueles y negativas, que le supondrán traumas, pero en el camino también conocerá a personas que le permitirán tener cierta esperanza, brindándole apoyo y protección. El acercamiento con aquellos que conforman el mayor enemigo de su pueblo, los britanos, será decisivo en el futuro y mientras el amor también llamará a su puerta. Durante el desarrollo de la historia esta niña crecerá en todos los sentidos.

Este primer contacto con la trilogía me gustó, pero confieso que esperaba un poquito más, en algunas partes se me hizo algo lento y predecible. Aun así, el desarrollo de la trama, el mundo que muestra con base en pueblos ancestrales de las islas británicas, ese toque de cuento (con su magia, sus bosques, druidas, hadas, brujas y maleficios), sus personajes fuertes y honestos que luchan por el bien y por proteger aquello que les importa y aquellos otros que solo buscan la ambición y el poder, etc. consiguieron atraparme y disfruté de la lectura. En este primer tomo nos encontramos muy de cerca con el cuento de Los seis cisnes de los Hermanos Grimm. En algunas partes me pareció algo predecible como digo, pero también me sorprendió en otras ocasiones y los distintos personajes me convencieron. Se hace también un homenaje al mundo natural que me ha gustado mucho, y la idea de que en todos los pueblos hay gente buena y que la enemistad suele surgir debido a la ambición, el poder y el miedo de algunos a perder su estatus también se deja ver.

 El hijo de las sombras (Tomo II): En este libro volvemos a Sieteaguas 18 años después de donde lo dejamos, ahora los hijos de Sorcha y de Rojo son grandes: Niamh, su bellísima hija mayor; Sean, su hijo que mantiene una relación muy estrecha con su tío Liam y que será el futuro señor de Sieteaguas; y la gemela de Sean: Liadan, protagonista indiscutible de este tomo. Liadan recuerda en muchas ocasiones a Sorcha, ya que tiene cualidades especiales a pesar de parecer poca cosa, también es curandera y además, cuenta con el don de la visión (como poseía Finbar en el primer tomo). Dichas visiones le harán padecer pero también le pueden permitir cambiar el destino, si eso es posible. Esta jovencita, de la cual su madre no tenía conocimiento de que llegaría hasta que nació junto a Sean, parece que influirá en el destino de Sieteaguas, siendo clave en la profecía de la que se habla desde el principio y en la futura recuperación de Las Islas Sagradas. Junto a Liadan viviremos sus aventuras y dilemas. Aparecen personajes del primer tomo, más curtidos pero que se agradece el reencuentro con ellos, y otros nuevos que me han parecido geniales, como el grupito de forajidos de El Hombre Pintado. También hay despedidas dolorosas, que te harán soltar alguna lagrimilla seguramente.

Considero que lo que se cuenta en esta segunda parte está bien hilado con lo presentado en el tomo anterior. En esta nueva trama andas haciendo conjeturas de la posible procedencia de los distintos personajes que aparecen, para saber si son aquellos que podrían ya haber aparecido en el primer tomo de alguna forma, y poco a poco se van respondiendo a esas hipótesis que te creas al principio. Volvemos a ver amor, amistad, valentía, lealtad y familias aliadas, pero también traiciones, enemigos, desencuentros, celos, ambición y lucha. Druidas, hechiceros y la dama y el señor del bosque también estarán presentes. Personalmente, disfruté más de esta historia que la del primer libro; aunque confieso que las últimas páginas me tenían algo irritada porque imaginaba lo que iba a pasar y veía que se estaba alargando demasiado, pasando finalmente lo que pensaba que pasaría. Me pareció como un intento de exceso de drama al final del libro, que queda en poco o en nada, y que me pareció algo forzado. Eso sí, me dejó con ganas del tercero, con ganas de saber qué ocurriría con los distintos personajes, nuevos y antiguos, y cómo se cerraría la trilogía. En resumen, en este segundo tomo me volvió a gustar la historia y el mundo que crea la autora, pero eso sí, sin llegar a encantarme.

El hijo de la profecia (Tomo III):  en esta tercera parte acompañamos a una nueva descendiente de Sieteaguas, con una gran mezcla de sangres en su interior; Fainne, hija de Ciaran y Niamh, se encuentra absorbida por la famosa profecía, esa misma que desde el primer libro se viene mencionando. Vuelven a aparecer personajes que conocemos desde el principio, que a mí personalmente me gusta reencontrarme con ellos, y otros nuevos también se nos presentan. La familia de Sieteaguas sigue creciendo y muchos de los nuevos nos recuerdan a los antiguos, pasando de generación a generación ciertos rasgos familiares. Regresa a escena la dama Oonagh, trayendo con ella oscuridad y maldad. En esta trama volvemos a ver sacrificio, pérdidas, crueldad y luchas, pero también crecimiento personal, bondad, amistad, unión familiar, reencuentros y amor. Se le da un cierre a la historia comenzada en La hija del bosque que nos ha desplazado por varias generaciones hasta llegar hasta aquí, ¿se llegará a cumplir la famosa profecía? ¿Se recuperará de las manos de los bretones las Islas Sagradas? en este tomo se da respuesta a ambas preguntas.

He de decir que de los tres este es el que menos me ha gustado. El avanzar me costó en algunos momentos y la protagonista en esta ocasión no consiguió atraparme del todo. Ciertos momentos y escenas me parecieron un poco innecesarios; la evolución de algunos personajes antiguos me chocó, personajes muy potentes que al final los vi demasiado empequeñecidos y uno en concreto me pareció ridículo el papel que tiene en esta trama, no del todo coherente a mi parecer con su personaje presentado en el tomo anterior. Además, me molestaba especialmente los monólogos de la protagonista explicando una y otra vez lo evidente, como si el lector necesitará explicaciones totalmente explícitas en todo momento. Pero no solo señalo esto negativo, ya que también me gustó leerlo por conocer el final y el cierre de la historia; por la familiaridad al leer teniendo un registro de lo acontecido en las generaciones anteriores (que  siempre es agradable); por el mundo creado, lo místico, la magia y por esa parte más centrada en la naturaleza y en su defensa que me han seguido conquistando.

En definitiva, creo que es una trilogía que se disfruta y que, aunque personalmente no ha llegado a encantarme, la considero digna de mencionarse como una obra genial de fantasía y a su autora como una de las grandes de este género (aunque me da la impresión que es poco conocida). Dadle la oportunidad y leed algo de ella ya que creo que merece mucho la pena.