VENCER AL DRAGÓN

Título: Vencer al Dragón
Autora: Barbara Hambly
Traducción: Márgara Averbach

Idioma original: Inglés
Editorial: Ediciones B
Año de publicación/edición: 1985/2017
Páginas: 416

Sinopsis oficial:
Cuando la Gruta de Ylferdun es ocupada por Morkeleb el Negro, solo el joven e ingenuo Gareth se atreve a adentrarse en las lejanas Tierras del Invierno en busca del Vencedor de Dragones. Pero hace mucho tiempo que John Aversin se enfrentó a uno, y ya no queda en él rastro del héroe que antaño fue. Solo una promesa del Rey, quien está dispuesto a prestar su ayuda a las desdichadas Tierras del Invierno si lo logra, lo convence de llevar a cabo tan peligrosa hazaña. Pero no todos los vencedores de dragones aparecen en las baladas. Y es que la hechicera Jenny Waynest, esposa de Aversin, se verá obligada a emprender con él un viaje que la llevará a enfrentarse a sus propios dragones y tomar una decisión: quedarse al lado de su familia o abandonarla para conseguir el poder que cualquier mago desearía dominar.

Opinión: 
Vencer al Dragón es de esas novelas de las que esperas algo y te encuentras con otra cosa totalmente distinta. La trama se basa, como ya se señala en la sinopsis, en la búsqueda que emprende un chico del famoso Vencedor de Dragones, para que viaje al sur con él y derrote a Morkeleb, un dragón que ocupa y guarda un tesoro en la Gruta de Ylferdun. En sí, esa parece la trama, pero es ahí donde sorprende. Para mí, esta parte de la historia se convierte totalmente en secundaria. El protagonismo lo adquiere esa hechicera que acompaña al Vencedor de Dragones, la cual tiene una gran disonancia en su vida que la atormenta: el dedicarse a su magia por entero para llegar a ser aquello para lo que nació o elegir una vida más terrenal, más cotidiana, más familiar, que ya tiene con su esposo.

Esta novela me ha encantado porque me ha sorprendido, me ha enganchado, me ha hecho reflexionar, me ha puesto en la piel de los personajes e incluso me he sentido dragón surcando los aires. Me esperaba, como digo, una novela diferente; sí, de fantasía, del héroe que se enfrenta al dragón, de un tesoro que hay que rescatar de las garras de la bestia y devolver a quien le pertenece, magia y aventuras, pero para nada es solo eso. La trama da giros y aquello que parecía que iba a ser no es o es de otra forma.

Los personajes me han parecido geniales. Tanto los malos como los buenos. Destaco a John y a Jenny, unos protagonistas ya entrados en años e imperfectos; de esos que no esperas que sean los protagonistas porque no cumplen los clichés y, por eso mismo, son los mejores protagonistas. El toque cómico e inteligente de John es genial, la madurez y disonancia que presenta Jenny a lo largo del libro también la hacen muy interesante. Menciono a Gareth, ya que sorprende y se le adora, porque hay que adorarle. Y los pensamientos y reflexiones de Morkeleb, atrayentes cuánto menos.

Por último, señalar que la disonancia que mantiene la protagonista a lo largo de toda la novela, esa lucha interna entre dedicarse a su poder y magia y llegar a ser lo que quiere ser o quedarse con un poder menor y tener una vida más familiar y cotidiana, me ha resultado muy interesante. Considero que se puede extrapolar a muchas mujeres de hoy en día, que tienen como meta alcanzar cierto desarrollo en su profesión y a la vez, se sienten tentadas por una vida familiar con sus seres queridos que en muchas ocasiones significa que no puedan atender a su trabajo con toda la dedicación necesaria. Por tanto, lo considero una disonancia muy actual, por la que habrán pasado y pasan muchas mujeres, y hablo de mujeres pero también hombres, que por motivos profesionales y de logro laboral se vean obligados a elegir o sacrificar alguno de ambos mundos.

En resumen, me ha parecido una novela merecedora de ser leída y disfrutada. Ahora entiendo la cita de Brandon Sanderson en relación a esta novela: «El libro que me convirtió en escritor». Si la leen, espero que la disfruten tanto como yo.