DRÁCULA

Título: Drácula

Autor: Bram Stoker

Traducción: Juan Antonio Molina Foix

Idioma original: Inglés  

Editorial: Austral

Año de publicación/edición: 1897/2017   

Páginas: 568

Sinopsis oficial: 

Antes de ser elevada por el cine y por innumerables series de novelas a uno de los puestos privilegiados del imaginario actual, la leyenda del vampiro alcanzó un gran reconocimiento en este clásico de la literatura de terror. En ella se sintetizan magistralmente las pulsiones más profundas del ser humano: la vida y la muerte, la sexualidad y el bien y el mal.

 

Nacido en Dublín en 1847 y muerto en Londres en 1912, Abraham Stoker debe su celebridad a la presente novela, publicada en 1897 y representada en el teatro aquel mismo año. Sin embargo, el destino póstumo de esta obra es singular: diríase que el mito de Drácula pertenece más al cine que a la literatura, y son sus versiones cinematográficas lo que ha valido a la novela de una exhumación. El resultado de ésta ha sido un tanto imprevisto, en la medida que ha permitido descubrir una obra que -haya o no envejecido en algún aspecto marginal- cabe contar entre las más sobresalientes de la literatura fantástica. 

[Tomado del prólogo de esta edición escrito por Pere Gimferrer]

Opinión:  

Drácula era un eterno pendiente en mi estantería, este Halloween le llegó su momento. He de decir que tenía unas altísimas expectativas con esta novela, considerada todo un clásico de la literatura universal, y supongo que esto ha influido bastante en que me haya llevado cierta decepción. ¿Significa eso que no me ha gustado nada Drácula de Bram Stoker? No, no significa eso. Tampoco niego su calidad literaria, yo hablo de mi experiencia con la novela y muy a mi pesar, aunque hay partes que me han gustado mucho, en general me ha decepcionado.

 

Al comienzo de la historia conocemos a Jonathan Harker, un abogado inglés que viaja a Transilvania para encargarse de las transacciones de compra de una propiedad para el Conde Drácula. Al llegar al misterioso castillo de su cliente, y tras un viaje un tanto extraño y siniestro, le recibe el tal conde y comienza el conocimiento mutuo entre ambos. A medida que pasan los días, Jonathan se va percatando de las singularidades de Drácula, va descubriendo que está obligado a permanecer en el castillo, atrapado y sin escapatoria viable; no puede pedir ayuda y lo que presencia y experimenta lo horroriza, todo lo vivido lo lleva a plantearse si aquello es locura o realidad. Mientras él está recluido, su prometida Mina en Inglaterra espera noticias suyas, anhelando reencontrarse con él. Mina y su amiga, Lucy Westenra, tendrán un papel importante así como los tres pretendientes de esta última: Arthur Holmwood, John Seward y Quincey Morris. Todos formarán un grupo muy unido por ciertos acontecimientos dramáticos y espeluznantes. En un momento dado, Drácula abandona su castillo de Transilvania y viaja a Inglaterra, donde llevará a cabo sus fechorías y se verá perseguido por este grupito que, aun incrédulos al principio, acaban asumiendo la existencia de este ser maligno. Junto a Abraham Van Helsing, un doctor holandés entrado en años que los ayudará y los guiará, lucharán contra este mal que acecha a la humanidad y a ellos mismos.  

Escrita en forma epistolar accedemos a la historia a través de los diarios y las cartas de algunos de los personajes, teniendo por tanto diferentes narradores. Destaco especialmente el inicio de la novela, las primeras cien páginas en las que Jonathan nos cuenta su viaje hacia Transilvania, lo que le transmiten aquellos con los que se va encontrando en el camino, su llegada al castillo y el encuentro con Drácula, el cómo conviven... Lo que ocurre y cómo ocurre en esta primera parte me encantó, con una excelente ambientación que te hace estar allí. Toda esa primera parte me pareció maravillosa. 

 

Sin embargo, a medida que avanza la novela se me hizo tediosa, se centra más en otros personajes, dándose a veces situaciones algo repetitivas, y —aunque también hay pasajes que me gustaron de esta parte central de la historia—, en su mayoría los personajes y sus diálogos me desesperaban bastante. Los hombres todo el rato alabándose unos a otros, dando gracias a Dios por tenerse, destacando lo caballerosos, buenos, valientes y honorables que son. Los personajes femeninos constantemente agradeciendo y elogiando a los hombres que velan por ellas, y estos a su vez, idolatrándolas a ellas. No esperaba encontrar tanto diálogo cargante de este tipo, llegaron a resultarme demasiado pesados. Soy consciente de la época en la que fue escrita esta novela, sé que hay que mirarla con los ojos de ese momento y por supuesto, paso por alto los diversos comentarios y situaciones machistas por eso mismo, pero ese tipo de diálogos que menciono tan repetidos me sacaban de la trama y no podía evitarlo. Por otro lado, en un punto concreto tras todas las vivencias que ya habían tenido y con toda la información que ya manejaban, me parecía increíble que no se percatasen de algunos acontecimientos. En varias ocasiones pensé: ¿pero cómo es posible que no se estén dando cuenta de esto?, ¿cómo ninguno se percata de lo que está ocurriendo?... La historia de fondo sí me mantenía interesada, pero esta parte más central, por lo que comento, se me hizo algo costosa de leer.

Su parte final volvió a atraparme, hay más acción y el cómo está contado, con los distintos narradores hablándote de sus avances y vivencias por separado, me mantuvo muy expectante y terminé la historia con mejores sensaciones. Del final hablan que es rápido y precipitado, a mí me ha gustado pero sí que ocurren ciertos hechos de manera tan brusca que me dejó algo confusa, llegué a pensar que aún no podía haber acabado; pero sí, sí había acabado. He leído opiniones y teorías sobre el final, hay cositas interesantes por las redes, hablan incluso que ocurre de forma tal que podría ser que Bram Stoker tuviese planeado una segunda parte (sea como sea y aunque en su momento se lanzaron varias versiones de la novela, la definitiva al parecer es esta y este es su final, y sí, es un final algo repentino).

Para finalizar, señalar que he echado en falta un mayor acercamiento a Drácula. Pensaba que esta novela me iba a descubrir a este personaje (no me refiero a las características de ser vampiro, me refiero a Drácula el vampiro en particular); tenía la idea de que iba a conocerlo profundamente y no, aunque es el eje central de la historia y se da cierta información sobre él, siento que en realidad es al que menos nos acerca. Aun con todo, me alegro mucho de haber leído esta novela, un clásico que, aunque no ha sido exactamente lo que me esperaba, creo que por ser el creador del personaje de Drácula —que ha seguido desarrollándose y mitificándose posteriormente hasta llegar a ser lo que es a día de hoy— merece la pena ser leído, y por supuesto, es el libro favorito de muchos e inmensamente valorado, así que no dudes en darle su oportunidad y crear tu propia opinión del mismo.

 

Hay misterios que los hombres únicamente pueden tratar de adivinar, que a través de los siglos solo han podido resolver en parte.