LA MUERTE DE IVÁN ILICH

Título: 
La muerte de Iván Ilich
Autor: Lev Tolstói
Traducción: Juan López-Morillas
Idioma original: Ruso
Editorial: Alianza Editorial
Año de publicación/edición: 1886/2021
Páginas: 107

Sinopsis oficial:
Considerados entre los mejores que salieron de la pluma de Lev Tolstói (1828-1910), los relatos reunidos en este volumen ilustran, pese a su disparidad, dos de las principales inquietudes del autor ruso. Inspirado en un incidente cotidiano y real, La muerte de Iván Ilich incide con vigor en la pavorosa y tardía toma de conciencia de una vida mal vivida. Relato de acción, Jazhí Murat expone, en cambio, el conflicto entre la vida sencilla de los habitantes del Cáucaso, regida por la tradición y la costumbre, y la compleja de los rusos «civilizados», para llegar a la conclusión aparente de que el despotismo, es esencialmente igual en todas partes.

(Esta reseña solo hace referencia al primer relato que incluye este volumen: La muerte de Iván Ilich).

Opinión:  
Para escribir esta novela Tolstói se inspiró en un hecho real: Iván Ilich Méchnikov fue un magistrado del Tribunal de Tula que murió de cáncer abdominal en 1881, tras una gran batalla de insufrible dolor y padecimiento. Fue un hermano de Iván el que se lo contó a Tolstói, y este se inspiró en ello a la hora de crear La muerte de Iván Ilich, pero dejando en ella sus propias inquietudes y reflexiones sobre el sentido de la vida y el significado de la muerte. 

No se trata del apéndice o del riñón, sino de la vida y... la muerte. Sí, la vida estaba ahí y ahora se va, se va, y no puedo retenerla. Sí. [...] Antes había luz aquí y ahora hay tinieblas. Yo estaba aquí, y ahora voy allá. ¿Adónde?

Cuando yo ya no exista, ¿qué habrá? No habrá nada. Entonces ¿dónde estaré cuando ya no exista? ¿Es esto morirse? No, no quiero.

En esta novela conocemos a Iván Ilich, hombre de cuarenta y cinco años y miembro del Tribunal de Justicia, que tras una caída tonta resulta hacerse un daño más serio del esperado. Comienza a padecer fuertes dolores y un profundo malestar; ve venir la muerte, insoslayable, hacia él. Esto, el convencimiento de que la muerte está llegando, le hace pensar en lo que ha sido su vida, para lo que ha vivido a todos los niveles (profesional, familiar, social). Hasta ahora había considerado su existencia correcta y lícita; pero al mirar hacia atrás, hacia todo lo vivido, encuentra que es solo en su infancia donde recoge momentos realmente felices y de gran valor. Comienza a percatarse de que quizás su vida no ha sido vivida como debería, sino de forma frívola y sin sentido. Y esto, más que el dolor físico, es lo que más sufrimiento le acarrea. 

Los dolores de Iván Ilich deberían ser atroces; pero más atroces que los físicos eran los dolores morales, que eran su mayor tormento. [...] «¿Y si toda mi vida, mi vida consciente, ha sido de hecho lo que no debía ser?» 

El cómo reacciona Iván ante la idea de la muerte remueve al lector, así como la idea de que los demás consideran que la muerte es algo que le ocurre a otros, pero no a ellos... Cosa cierta. La muerte como algo ajeno, a veces se nos va de la mente que a todos nos va a llegar el día, no viene mal recordarlo de vez en cuando. No puedo decir que esta lectura me haya resultado agradable, más al contrario. Me ha producido sensaciones de tristeza y de angustia, y te hace reflexionar sobre la enfermedad y también sobre la muerte —al fin y al cabo, todos tenemos esa incertidumbre y al pensar en ella se vienen a la mente pensamientos muy similares a los que nos comparte Tolstói a través de su personaje—. Pero sobre todo hace reflexionar sobre el sentido de la vida, el sentido que tiene nuestra existencia, ¿vivimos como realmente deberíamos vivir? Algo que Iván comienza a analizar demasiado tarde para poder remediar algo, quizás nosotros sí estemos a tiempo. Es una obra que no deja indiferente y, aunque no me haya suscitado sensaciones placenteras, ha sido realmente muy interesante de leer.

«¿Qué es esto? ¿De verás es la muerte?». Y la voz interior le respondía: «Sí, es verdad». «¿Por qué estos padecimientos?» Y la voz respondía: «Pues porque sí». Y más allá de esto, y salvo esto, no había otra cosa. 

Comentarios

  1. Me gustaría mucho leerlo, tengo pendiente leer de nuevo al autor, creo que sería perfecto.

    Besotes

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    1. Es de esos libros que no son cómodos de leer, pero que lo que cuenta y lo que trata te va a dejar huella. Realmente todo lo que he leído de Tolstói me ha dejado huella jaja (cada una de sus novelas, tanto extensas como cortas, que he leído me han dicho algo; y siempre, mientras lo leo, ando dándole vueltas a las temáticas y subrayando y anotando ideas). En fin, creo que es un autor que leerlo siempre merece la pena, aunque no sea del todo agradable a veces... Si lo lees, ya contarás! Un abrazo.

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  2. Hola, Magdalena!
    Me sigue sorprendiendo que destines tu tiempo de lectura a clásicos de la literatura como éste. No es habitual en una sociedad ávida de novedades editoriales. Mucho menos, para una joven mujer como tú.
    Acabo de leer tu reseña sobre 'Cranford' y ésta de Tolstói, y tus líneas empujan para que me decida a hacerles un hueco, puesto que ambos títulos los tengo disponibles en papel y no hallé aún el momento adecuado o el estado anímico para encararlos.
    Gracias por tus magníficas líneas acerca de los dos. Has sabido despertar mi curiosidad.
    Un abrazo para ti.

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    1. Hola, Marcelo! El mundo de los clásicos me acoge siempre muy bien y siendo sincera cada vez me cuesta más salir de él (lo cual no significa que no le dé cabida a otras lecturas contemporáneas de vez en cuando). Me alegra saber que las reseñas te hayan llevado a querer ponerte con este así como con Cranford, diría que ambas lecturas (totalmente alejadas, no tienen nada que ver la una con la otra) merecen la pena... El de Tolstói sí que te digo que si estás bajito anímicamente quizás no sea el mejor momento, pero bueno, quién sabe, lo mismo te despierta motivación y te pone las pilas tras reflexionar. En fin, hay veces que tampoco hay que esperar un momento adecuado, simplemente empezarlos y si el cuerpo te pide seguir, seguir, y si no, dejarlo para más adelante. Me gustó verte por aquí! Un abrazo.

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  3. Hola María, una lectura dura que no creo que me anime a leer...
    Un besazo

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    1. Jejejej entiendo la reticencia. Es incómoda en momentos, sí, pero tampoco creas que es demasiado explícita, o que entra a dar demasiados detalles desagradables, además es muy cortita, y en fin, que se lee bien vaya (tampoco quiero alarmar demasiado que desanime a acercarse a ella). Pero ciertamente, trata un tema que en fin, no es agradable, te hace reflexionar y darle vueltas al coco. Pero bueno, hay veces que simplemente no nos atraen este tipo de libros y ya está, tampoco pasa nada y a por otras lecturas :D Un abrazo.

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  4. Hola, la leí hace muchísimos años y no la recuerdo muy buen, solo se que me impresionó y me llevo a otras novelas del autor. No me importaria releerla, que este año en mis retos de clásicos estoy combinando relecturas y pendientes. Un abrazo.

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    1. Hola, Mar. Pues entiendo que te impresionara en su momento, porque sí que impacta su lectura. Diría que cuanto más adulta se lea, más aún. Es un autor que suele dejar huella en el lector, al menos todo lo que he leído de él me la ha dejado a mí. Si lo relees, espero que te merezca la pena la vuelta :D Un abrazo.

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  5. ¡Hola! veo que últimamente estás pisando fuerte con los clásicos, si te soy sincera no me atraen en estos momentos demasiado, aunque siempre hay autores como este, que sí me gustaría leer algún día. En el fondo os envidio un poco (envidia de la sana ¿eh?) a los lectores que leéis clásicos buenos, porque está claro que es literatura de la buena
    Besos

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    1. Hola, Marian.
      Pues así es. En realidad los clásicos siempre han estado bastante presentes en mis lecturas, pero desde hace unos años diría que la mayor parte de las mismas son clásicos, cada vez me siento más cómoda en ellos y me han traído experiencias lectoras tan potentes que tiendo bastante hacia ellos. Lo cual no quita que de vez en cuando también me guste darle la oportunidad a otras lecturas más contemporáneas... Creo que también me pasa porque hay tantos autores y autoras, y obras, tan reconocidas dentro de lo considerado "literatura universal" que quiero leer, que al final todo lo que no esté en esa especie de lista va quedando a la cola... Mucho por leer y poco tiempo jeje. Lo bueno es que, como dices, en su mayoría, es literatura de la buena, no suelen decepcionarme. Un abrazo!!

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  6. Una lectura muy reflexiva la que nos traes, Magdalena. La cercanía de la muerte cambia la perspectiva de muchas cosas.
    Espero estrenarme con Tolstói este año. Me gustaría leer Guerra y paz, pero dada su extensión no puedo emprender esta lectura en cualquier momento.
    Un abrazo

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    1. Hola, Lorena! Pues deseando que leas Guerra y paz y nos cuentes qué tal tu experiencia. Para mi fue uno de esos hitos lectores importantes, la leí el año pasado. Muy buena. Tolstói es estupendo. Aunque como dices, no es una obra para ponerse con ella con prisas, es densa por momentos y requiere cierto esfuerzo por parte del lector, con partes algo costosas. Pero a mí me mereció totalmente la pena... Todo lo que he leído de Tolstoi me ha gustado, tanto esas novelas extensas como esta de la reseña que es de las cortas, pero que sin duda también deja al lector bastante revuelto. Un abrazo.

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  7. Es un gran libro, sin duda. Uno de los más grandes de la literatura.
    Un abrazo y feliz jueves.

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    1. Hola, Rocío.
      Lo bueno de leer a Tolstói es que difícilmente te dejará indiferente... Hasta ahora todo lo que he leído de su pluma me ha dejado algún tipo de huella. Supongo que por eso es lo que es. Un abrazo.

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