EL VIAJE Y SU SENTIDO

Título
El viaje y su sentido
Autora: Emily Thomas
Traducción: Silvia Moreno Parrado
Idioma original: Inglés
Editorial: Shackleton Books
Año publicación/edición: 2020/2021
Páginas: 320


Sinopsis oficial:
¿Cómo pensar de forma más profunda sobre la idea misma de viaje? Esa fue la pregunta que llevó a Emily Thomas a adentrarse en la historia de la filosofía en busca de las reflexiones de los grandes pensadores sobre el acto de viajar. A medio camino entre el diario de viaje y el libre vagabundeo filosófico, El viaje y su sentido inicia su recorrido en la Era de los descubrimientos, cuando los filósofos empezaron a considerar el viaje como un concepto sobre el que valía la pena detenerse. Nos encontramos así con las reflexiones de Montaigne sobre la alteridad, la mirada de Locke sobre el canibalismo o las consideraciones de Henry Thoreau sobre la naturaleza salvaje.

Emily Thomas nos guía en esta maravillosa excursión en la que descubrimos el lado oscuro de los mapas o cómo la filosofía sobre el espacio y el tiempo impulsó el turismo de montaña, a la vez que nos enfrentamos a cuestiones más complejas como la de la justificación ética del doom tourism (visitar lugares “condenados” a desaparecer, como glaciares y arrecifes de coral), o nos preguntamos por la relevancia del viajar para la comprensión del ser humano.

Opinión:
En este libro, El viaje y su sentido, se nos habla del significado de viajar desde diversas perspectivas y todo contado de una forma amena, donde la autora, a medida que va narrando un viaje que está realizando, nos lleva de la mano por diferentes apartados en los que, entre otras cosas, se centrará en: el sentido del viaje dentro de la filosofía; los mapas como creación humana; el comienzo del turismo y las posibles diferencias entre este y viajar entendido como antaño se hacía; la literatura y los viajes; el turismo de montaña y de lo sublime; la naturaleza salvaje y la obsesión por las cabañas (acercándonos mucho a Henry Thoreau y a su Walden); viajar y el papel de los hombres viajeros frente al papel de las mujeres: «¿Viajar es cosa de hombres?»; el turismo de última oportunidad y la ética que le rodea; la insignificancia de la Tierra... Esto dicho grosso modo, pero vas a encontrar mucho más. Me gusta que se nos presenten diferentes puntos de vista de los temas tratados, mostrando las ideas de diversidad de figuras y de personalidades importantes del mundo de la filosofía, la ciencia, la literatura, etc., todo junto a la voz de la propia autora, que personalmente me ha hecho conectar muy fácilmente con la lectura y ha sabido mantener mi interés de principio a fin. 

¿Por qué le interesa el viaje a los filósofos? Michel de Montaigne, filósofo francés del siglo XVI, propuso una respuesta. [...] Sostiene que viajar nos muestra la diversidad y variedad del mundo lo que obliga a la mente a observar constantemente cosas desconocidas y nuevas. Viajar nos enseña la otredad.

He disfrutado muchísimo de este libro, diría que dentro de mis lecturas de no ficción estará seguro en el top de este año. Me ha hecho reflexionar profundamente sobre el significado de viajar, y también sobre lo que supone en mi propia vida. Personalmente, viajar es algo que me encanta, siempre intento conocer algún sitio nuevo cada año, ya sea cercano o extranjero. No viajo todo lo que me gustaría (los costes no son pocos), ni a todos los sitios que me encantaría conocer; pero sí que procuro no perder de vista el próximo destino a visitar y la intención de llevar a cabo dicho viaje... Pienso que viajar agranda mi perspectiva de ver las cosas, y este libro me ha hecho pensar en ello de forma más detenida, teniendo en cuenta otras ideas y conceptos interesantes. Me ha llevado al significado del viaje a través de la historia y del tiempo, una dinámica muy enriquecedora e interesante que da como resultado una lectura sumamente satisfactoria.

Viajar nos enseña que quizá nuestras propias costumbres no sean las mejores; nos lleva a cuestionarnos lo que aceptamos como obvio.
 
Viajar puede cambiar lo que sentimos por nuestros lugares de origen. Antes de viajar al extranjero, podemos pensar que nuestra ciudad natal es el lugar más bonito e importante del mundo. Es bastante improbable que sigamos pensando lo mismo cuando regresemos.
 
Por eso viajar nos vuelve humildes. Aunque nuestro lugar de origen conserva su valor por muy lejos que viajemos, tomamos consciencia de su insignificancia.
 
Todos y cada uno de los apartados en los que se divide el texto han llamado mi atención y han sido interesantes de leer, por destacar alguno señalo uno que se centra en la literatura de viajes. He anotado varias obras y entre ellas está El mundo resplandeciente (1666) de Margaret Cavendish, que Emily Thomas nos la presenta como un experimento mental de viajes tremendamente creativo, trata un poco de lo que va y de su significado tanto en su momento como dentro del mundo literario en general, y de cabeza se fue a mi lista de deseos. Igual de interesante resulta hablar de esa homogeneización que está cada vez más presente en nuestro mundo (aunque no es nuevo realmente, la autora nos muestra que ya ciertas personalidades hace mucho tiempo comentaban lo mismo). Pero sí, sin duda, cada vez más vamos encontrando las mismas cosas en lugares desplazados en distancia, cada vez más eso de hallar la otredad al viajar se hace más complicado... 

Experimentar lo distinto nos ensancha la mente. Tener en cuenta cosas nuevas y desconocidas nos obliga a ampliar y reconsiderar lo que sabemos.

Viajar tiene que ver con la otredad, y algunos mecanismos turísticos interfieren con eso. [...] Los escritores de viajes suelen lamentarse de una inminente homogeneización global, de que el mundo se está volviendo el mismo en todas partes.

Se habla de viajar y del turismo de diversas formas, que también han ido cambiando con el tiempo, pero se puede considerar el turismo actual como algo un tanto distinto a eso de viajar como se hacía antes, a eso de explorar y de descubrir lo diferente, lo alejado de lo nuestro, lo que te permite abrir la mente... Bajo mi punto de vista, viajar hoy en día es cierto que tiene más facilidades y sí, las cosas están más seleccionadas y mostradas casi tipo publicidad, todos vemos lo mismo y hacemos las mismas cosas allá donde vamos, y puede que muchas de ellas sean más reclamo turístico que algo típico o realmente importante dentro de esa cultura o lugar (especialmente en las zonas más desarrolladas); pero es indudable también que es mucho más seguro viajar ahora que antes, porque eso de explorar sin saber dónde te metes en según qué sitios lo veo demasiado romantizado y puede ser bastante peligroso... Pero sí, estoy de acuerdo con que esa base de exploración, de vivir lo otro y de descubrirlo por uno mismo se complica; casi no tenemos dificultades para comunicarnos, tampoco nos pateamos el lugar de forma exploratoria sin saber de antemano qué vamos a encontrarnos a medida que avanzamos (siguiendo normalmente la guía fácil —pero utilísima, vuelvo a insistir con ello— del mapa de Google que te lleva justo a donde quieres ir). Pues sí, eso de llegar a conocer cómo se vive realmente allá donde vas (no visitando únicamente lo expuesto turísticamente, que poco o nada tiene que ver con la realidad del lugar) es verdad que se hace más difícil, el descubrir esa "otredad" en los lugares a los que viajas se ve reducido ante las facilidades y la enorme guía que tenemos hoy en día por todo el ámbito turístico que nos rodea. Ha estado bien pensar sobre ello y reflexionar sobre el asunto.

Otro apartado que destaco es el de ¿Viajar es de hombres?: «Tal vez se piense que, aunque la historia de los viajes trata sobre todo de hombres, ha habido también muchas mujeres viajeras. Y es verdad. [...] aunque estas mujeres viajaron, su actividad se percibía como masculina». En este apartado se nos habla entre otras cosas de esas mujeres viajeras, del papel de la mujer en el viaje, de cómo siendo un "mundo para hombres" también hubo mujeres que se pusieron pantalones y realizaron esos viajes solo bien vistos para hombres con barba, aunque con cierto precio que pagar por ello... A la vez hace un recorrido sobre las diferencias de género dentro del mundo del viaje a lo largo del tiempo, y no solo del viaje sino también dentro de otros conceptos o disciplinas como la filosofía, mostrando que siempre se le ha dado más valor a todo aquello hecho por hombres y relacionados con ellos. Termina con algo de luz, destacando que cada vez más se le está dando peso a figuras femeninas que han permanecido acalladas.

La misma falta de reconocimiento que padecen los viajes de las mujeres la tienen también sus textos. Los hombres dominaron la literatura de viajes hasta la década de 1970 y los problemas siguen sin resolverse.

El de viajar no es el único concepto generizado en masculino. La filosofía también está profundamente asociada a la masculinidad. Si le pedimos a alguien por la calle que nombre a un filósofo, casi todo el mundo mencionará a un hombre.

Sin embargo, hay muchísima luz en el horizonte. En los viajes y en la filosofía, se está trabajando para romper con los estereotipos masculinos. Cada vez son más los estudios sobre viajeras como Gertrude Bell e Isabella Bird, y sobre filósofas como Anne Conway y Mary Astell. [...] Una mayor conocimiento de estas mujeres conseguirá socavar el mito de la barba.

También esta lectura me ha permitido adentrarme bastante en el Walden de Thoreau, obra que quiero leer en los próximos meses y que me atrae desde hace mucho tiempo. La autora nos habla sobre ella mostrándonos aspectos quizás no tan tratados, como, por ejemplo, señalando cierta petulancia del propio autor al afirmar algunas cuestiones sobre la facilidad de vivir de la forma que ejemplifica en ella: «Thoreau estaba orgulloso, y con razón, de su vida en el bosque. Pero parece dar por sentado que cualquiera puede llevar esa vida, y no es así. Thoreau sí que vivió de forma sencilla y sin gastar apenas, pero la cabaña la construyó en tierras de Emerson. Poca gente tiene amigos tan ricos y generosos. [...] no hay que subestimar las ventajas con las que partió Thoreau». También nos da información y apuntes sobre las relaciones del autor así como de su contexto, que permiten entender mejor esta obra y su creación, sin dejar de señalar la enorme importancia que ha tenido en la conservación de la naturaleza. Regresaré a estos apartados cuando la haya leído...

Despierte admiración u odio, la obra de Thoreau tuvo su importancia. La filosofía de la naturaleza que se encuentra en Walden se abrió paso hasta diversos aspectos de la vida humana. El primero es la conservación de la naturaleza. 

Walden es uno de los textos fundacionales de la filosofía medioambiental. Antes del siglo XIX, la gente no sentía una gran necesidad de proteger la naturaleza. [...] "la naturaleza está hecha para servir". [...] En cambio, Thoreau no veía la naturaleza como un recurso al que hubiera que dominar, sino como un bien valioso que proteger. 

Podría llevarme hablando sobre este libro mucho tiempo, pero hay que finalizar. Antes de acabar, mencionar y destacar la edición, que además de un diseño de cubierta superatrayente, con sus tapas duras y comodidad en su lectura, cuenta con unas bellas ilustraciones (de las que hay lista al inicio), un apartado de Notas así como de una interesante Bibliografía Seleccionada para el que quiera acudir a las obras en las que se basa la autora o bien agrandar más la lectura sobre estos temas. Sin más, me despido dejando el índice expuesto, para que le puedas echar un vistazo al contenido completo y que te pique la curiosidad —por si la reseña no lo consigue...—. A mi modo de ver es de esos libros a los que merece la pena acercarse sí o sí (si el tema es de tu interés, claro).

CONTENIDO:

  • Viajar bien 
    • Diez grandes consejos de antaño 
  • ¿Por qué les interesa el viaje a los filósofos? 
  • ¿Qué son los mapas? 
    • Brian Harley sobre el engaño cartográfico
  • Francis Bacon sobre la filosofía de la ciencia y el pollo congelado 
  • Ideas innatas en Descartes, Locke y los caníbales 
  • ¿Por qué empezó el turismo? 
    • Sexo, formación y el Grand Tour 
  • Literatura de viajes, experimentos mentales y El mundo resplandeciente, de Margaret Cavendish
  • Montañismo y la filosofía del espacio de Henry More
  • Edmund Burke y el turismo de lo sublime
  • Filosofía de la naturaleza salvaje, Henry Thoreau, y la obsesión por las cabañas
  • ¿Viajar es cosa de hombres?
  • La ética del turismo de última oportunidad
  • ¿Los viajes espaciales demostrarán que la Tierra es insignificante? 
  • Volver a casa 
    • Diez grandes consejos de antaño 

Comentarios

  1. Hola guapa, al principio al leer la sinopsis de la obra no me ha llamado mucho la atención, en general la literatura de viajes me aburre. Pero viendo tu entusiasmo con ella, me lo pensaré.
    Un besazo

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    Respuestas
    1. Uy, sí. Está muy interesante. Déjatelo en el radar y si puedes, acércate a él; creo que podría resultarte a ti también una lectura atrapante y enriquecedora. Espero que sea así, si le das la oportunidad.
      Un abrazo.

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