BAILEY'S CAFÉ

Título:
 Bailey's Café
Autora: Gloria Naylor
Traducción: Regina López Muñoz
Idioma original: Inglés
Editorial: Arde Editorial
Año publicación/edición: 1992/2023
Páginas: 308


Sinopsis oficial:
Un bar fuera del tiempo y en ninguna parte regentado por un veterano de la Segunda Guerra Mundial y su esposa sirve como lugar de paso para quienes se han perdido en la vida. Nadie sabe qué busca cuando llega, pero aquellos que cruzan sus puertas encuentran la redención o el final de su camino. Y Bailey, el dueño del bar cuyo verdadero nombre nadie conoce, los observa mientras deciden su destino y narra sus historias. En esta novela que esconde su argumento tras los relatos vitales de los clientes del bar, Naylor narra, con la estructura de un disco de jazz y la crudeza de quien ya lo ha visto todo, problemáticas de clase, género, raza y sexualidad. Sus páginas están pobladas de parias cuyo único pecado ha sido existir de la manera equivocada y cuyo único consuelo es el oído de un huraño mesonero, la piedad de un viejo judío y las habitaciones de la casa de una madame que solo acepta pagos en flores. El bar de Bailey es el espacio atemporal donde resuenan las voces de quienes no son escuchados, el refugio para el amor y la pena y el trauma y el sufrimiento y un pasado que casi nunca ha sido justo con nadie.

Opinión: 
Bailey's Café de Gloria Naylor ha sido una lectura muy muy singular. Ya lo esperaba, todo lo que he leído publicado por Editorial Arde me ha parecido diferente, peculiar y de gran valor, y este título no ha sido menos. No conocía a la autora. La comparan con Alice Walker, a la que sí he leído, así como con Toni Morrison, a la que también conozco. Y sí, considero que Gloria Naylor juega con ellas, en especial diría que juega en la misma liga que Toni Morrison, ambas me han hecho sentir sensaciones similares mientras leía, aunque tampoco puedo decir que me resulten del todo parecidas, cada cual su voz. Pero ya va siendo hora de centrarse en lo que he encontrado en este libro...

Imagino que, fuera quien fuera el tal Bailey —si es que existió—, él sabía que este sitio tenía que ser totalmente móvil. Aunque el planeta sea redondo, hay demasiados lugares donde puedes llegar a encontrarte al borde del abismo, como me pasó a mí; y salvo que haya un espacio, un sitio donde respirar hondo durante un rato, el borde del mundo —aterrador ya de por sí— podría ser también el fin del mundo. Y eso sería una auténtica lástima.

‌Nos situamos en un café un tanto especial, el Bailey's Café, ubicado en una calle también peculiar, emplazada en ningún lugar ni época, donde aquel que llega, llega por algo; llega porque no anda bien, porque se encuentra en un limbo profundo y oscuro. A este apartado llegan personas necesitadas con vidas atormentadas, dolorosas, míseras y tristes; sufridores que van caminando sobre su particular jardín de espinas, espinas punzantes que llevan clavadas, cada uno con su historia. La calle donde se sitúa este café es lugar de paso, allí encuentran algo de consuelo o no, no sé sabe cómo dejarán este lugar, pero ahí está para ellos. Cuando decidan no seguir allí, podrán irse por la puerta trasera del café, hacia el abismo sin esperanza, o bien por la delantera, con el sentido de tirar para delante, a ver qué pasa. El que regenta este café no se llama Bailey, aunque todos crean que sí, y él está ahí siendo testigo y confidente de estos que llegan al café y traen su historia a rastras con ellos, decidiendo qué hacer consigo mismos. Y el supuesto Bailey nos va llevando a sus relatos vitales... Ninguna vida de las aquí expuestas me ha dejado indiferente; merece la pena sentarse a escucharlas.

Todo lo que realmente vale la pena escuchar en este garito ocurre bajo la superficie. Conviene saberlo si tenéis intención de quedaros a escuchar todo el recital. 

Aquí hallamos racismo e intolerancia, cuestiones de género, de clase, abuso y violencia sexual, adicciones y drogas, prostitución... Temas diversos y miserias varias. De todo encuentras aquí: el café está bien servido. ‌La autora entra a jugar al campo bien equipada y motivada, no viene a pasearse ni a perder el tiempo. Se arriesga lo suyo. No siempre te lo pone fácil, al menos a mí me ha tenido en ocasiones releyendo y dándole vueltas a ciertos pasajes. Metáforas y simbolismo. Personajes bien llevados, excelentemente construidos a través de sus relatos, y los que forman parte de este café y de esta calle peculiar me han parecido estupendos también: el supuesto Bailey, su mujer Nadine, un viejo judío y una madame no se te pasarán por alto (estupenda figura la de Eve). 

[...] no es más que un lugar de paso. Las opciones siempre han estado muy claras: o acabas marchándote y reanudando tu vida —con la esperanza de que sea mejor que cuando llegaste— o te diriges a la parte trasera del bar para acabar con ella. 

Esta lectura es de las que te arrancan sentimientos no agradables; no te confundas, aquí no se viene a pasarlo bien y a cerrar el libro con sonrisa y sensación placentera, no deja el corazón calentito que digamos. No. Aquí se viene a otra cosa: te desgarra un poco por dentro. Y eso no significa que haya que dejarlo de lado, solo digo que vengas preparado para eso. Porque en el mundo hay muchas cosas feas, injustas y crueles, y a multitud de personas les toca vivirlas; y en esas vidas los finales felices se dan poco y acarrean con mucho. Y de eso está hecho este libro, ese es el tipo de tela que vamos a ir cortando; ¿qué le vamos a hacer?, real como la vida misma... La incredulidad, impotencia, incomprensión, rabia, tristeza, una compasión infinita e, incluso, el sentimiento de culpa por ser ciertamente un privilegiado en comparación con otras vidas vendrán a tu mente quizás. También hay momentos de subidón y de cierto optimismo. Aburrirte no creo que te aburras, yo no lo he hecho en ningún momento porque cuenta además con una chispa humorística muy buena. ¿Humor con tanto drama? Sí, claro, humor con tanto drama. 

‌Un estilo narrativo que me ha parecido muy diferente y potente, un libro muy distinto, que trata cosas duras pero contado de una forma que no he podido parar de leer... Estupenda novela que recomiendo muchísimo, aunque avisado quedas de donde te metes. 

Comentarios

  1. Hola María, pues la verdad es que no suelo leer cosas duras que me hagan sufrir... para mí la lectura es una evasión, así que este lo dejo pasar.
    Un besazo

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    1. Hola, Nitocris.
      Sí, recuerdo tu cosilla con leer cosas que te lo hagan pasar mal... Es normal, y entiendo que muchas personas cuando se ponen a leer prefieran otro tipo de temáticas e historias. Así que sí, puede que este libro no sea el más idóneo para ti.
      Un besito.

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  2. No conocía título, autora ni editorial, pero todo lo que cuentas me atrae mucho. Me lo apunto sin dudar y me doy por avisada.
    Un abrazo

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    1. Lorena, diría que este de los tuyos...
      Si lo lees, estaré muy pendiente de tu impresión (da para análisis profundo... jeje)
      La autora y el estilo también muy llamativos.
      Un abrazo.

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  3. Maravillosos comentarios de un libro que es muy singular y para mi ha sido una lectura de 10.

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    1. ¡Hola!
      Sí, totalmente, es un libro muy peculiar que te deja mil sensaciones... No es lectura al uso, ¡merece mucho la pena! Me alegra que también haya sido una lectura importante para ti, y que te haya gustado.
      Gracias por pasarte por aquí.
      Un abrazo.

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