MEDITACIONES

Título
Meditaciones o Soliloquios
Autor: Marco Aurelio
Traducción: Antonio Guzmán Guerra
Idioma original: Griego
Editorial: Alianza Editorial
Año publicación/edición: escritas en 170-180/2022
Páginas: 208


Sinopsis oficial:
Las Meditaciones del emperador Marco Aurelio recopilan las anotaciones y apuntes que hacia el final de su vida fue tomando al hilo de las circunstancias, de los caprichos de la imaginación y del discurrir de la propia existencia. Estas reflexiones están impregnadas de estoicismo, antigua corriente de pensamiento que, sin embargo, habla también al hombre de hoy y encuentra resonancia en su ser. ¿Por qué? En una época de desconcierto, de prisas y cambios acelerados, de falta de puntos de referencia y de inseguridad creciente, la lectura de estos cortos pero sustanciosos textos proporciona una alternativa para tomarse en serio uno mismo, recobrar la autoestima como ser humano y, a partir de ahí, encontrar herramientas con que enfrentar las propias debilidades y las adversidades de la vida.

Opinión:
Tras leer Esplendor y ocaso de Roma, donde se mencionaba las Meditaciones de Marco Aurelio, me entraron bastantes ganas de ponerme con ellas y... ¡le puse remedio rápido! Inicié estas meditaciones y me percaté de que lo mejor era leerlas con calma, a ratitos, y así, poco a poco, he ido avanzando y disfrutándolas. Marco Aurelio, ya maduro, nos comparte estas anotaciones y reflexiones que, aun con el paso del tiempo, no han perdido vigencia en su mayoría. Algunas ideas se me han hecho algo repetitivas a lo largo del texto, expresando la misma esencia una y otra vez de forma algo variada; no es algo que me haya molestado, pero sí que lo he encontrado bastante reiterativo a veces. Las hay también que están muy relacionadas con su época y su vida, asociadas con ese contexto y el rango social de este emperador que nos comparte sus meditaciones y aprendizajes, y esas son las que a mí no me han dicho demasiado (como es lógico y comprensible); pero, como digo anteriormente, otras sí tienen muchísima aplicación actual. Ideas y reflexiones estupendas para centrarse en ellas y darles una vuelta, adquiriendo con su lectura una nueva forma de encarar el día a día, de ver la vida de otra manera... Podría pasarte que al leer algunas de estas ideas te resulten obvias, pero es que muchas veces nos olvidamos de lo más obvio, y viene bien tenerlo en mente. Así que, en cómputo, es una lectura valiosa y útil. A mí me ha resultado una experiencia muy enriquecedora.

¿Qué porción del tiempo ilimitado e infinito nos ha sido asignado a cada uno? Pues rápidamente se desvanece en la eternidad. ¿Y qué pequeñísima parte del conjunto de la sustancia y del conjunto del alma? ¿En qué diminuto terrón de la tierra toda te arrastras? Piensa en todo esto e imagina que nada es importante excepto actuar conforme a lo que tu naturaleza te ordena y sobrellevarlo todo según la naturaleza común.

Está muy presente la idea del paso del tiempo, que a todos consume por igual. Se centra en esa idea de lo efímero de la vida y en el planteamiento de tener esto siempre presente para evitar centrarse en lo que no es importante, ni enfocarse en lo superfluo o pasajero, en lo superficial o banal, sino en lo que es transcendental y enriquecedor tanto para uno como para la comunidad. La inevitabilidad de la muerte es muy tratada y de forma concreta; viéndose la muerte como aquello que a todos se lleva, ya tuviesen fama o sin ella, «¿qué se deduce de esto? Subiste al barco, navegaste, volviste al puerto; desembarca, pues, ahora»; la muerte entendida como algo natural, a lo que no hay que temer.

Me ha transmitido mucho la conciencia de algunas ideas que en mi cabeza quedan algo así como: ¡Estamos aquí un rato, así que no te distraigas!; Vive el presente sin darle demasiada importancia a cosas que no la tienen, ni a aquellas que no merecen atención, y asume con impasibilidad lo que es imposible que no sea así; Céntrate en el presente —el pasado ya pasó y el futuro es incierto—, sin buscar fama ni gloria ni lo frívolo o insustancial, aquellos que fueron grandes a día de hoy están muertos igual que los demás; Vive con templanza y moderación, buscando la felicidad en lo simple y siendo una persona buena y justa (esto último es lo más importante); y, por supuesto, ese concepto de la inevitabilidad de la muerte a la cual hay que tomar sin miedo, como algo natural que nos llega a todos y que está bien que así sea.

Magníficos pensamientos e ideas que se nos comparten y que, aun en esa distancia del tiempo, siguen teniendo una gran utilidad a día de hoy. Lo he llenado de marcadores, es un libro de estos a los que conviene regresar de vez en cuando para refrescar estas ideas que viene bien tener en mente. ¡Lo recomiendo mucho! Termino con una selección de las citas que más me han gustado, me ha costado elegir y quizás he seleccionado demasiadas, pero así también te haces una idea de lo que puedes encontrarte en este libro y de si te puede resultar tan interesante como me ha parecido a mí.
  • No malgastes lo que te queda de vida en conjeturar sobre los demás, a no ser que tengas como objetivo el bien común; pues si te dedicas a imaginar qué hace la gente, por qué, qué dice, qué piensa, qué trama y cosas parecidas, dejarás de observar tu propia conciencia interior. Es conveniente, pues, que en la secuencia de tus ideas evites dar cabida a lo que es fruto del azar y superfluo, y rechazar sobre todo lo que es inútil o perjudicial.
  • Recuerda también que cada uno vive solo el presente, un instante fugaz: el resto o ya se ha vivido o es incierto. Nuestra vida es insignificante, e insignificante también el cubículo donde vivimos. 
  • Que de tiempo libre disfruta quien no presta atención a lo que dijo o hizo su vecino, ocupándose solo de lo que tiene que hacer él, a fin de que sus actos sean justos, íntegros y propios de un hombre bueno. No prestes atención a personas de carácter difícil, en vez de ello marcha directo hacia la meta sin desviarte. 
  • Y singularmente fíjate en las personas que con tus propios ojos viste esforzarse en vano, olvidándose de atenerse a lo que tenían y de contentarse con ello, que es lo más propio de su constitución. De modo que hemos de tener presente que cada cosa requiere una atención proporcionada a su importancia, y así no lamentaremos haber dedicado más tiempo del apropiado a tareas que no lo merecían.
  • Recapacita una y otra vez sobre lo rápido que pasan y se nos van los seres vivos y los acontecimientos. Porque la sustancia es como un río en constante fluir, las obras humanas son continuas transformaciones, y las causas sufren múltiples alteraciones, de suerte que casi nada permanece inmutable, ni siquiera el presente. Infinito es el abismo del pasado y del futuro en el que todo se desvanece. ¿Cómo no va a estar loco quien en tales circunstancias se enorgullece, se  indigna o se atormenta por algo que le sucedió durante un momento o un rato?
  • Cuando te veas obligado por las circunstancias a entrar en estado de turbación, retorna a tu propio ser cuanto antes, y no rompas tu ritmo más de lo necesario. Serás tanto más dueño de tu armonía interior cuanto más retornes a él. 
  • Si alguien puede probar y demostrarme que pienso o actúo mal, de buen grado debo cambiar de comportamiento. Porque como lo que busco es la verdad —cosa que nunca ha hecho daño a nadie—, resultaría yo mismo perjudicado si persisto en el engaño y la ignorancia. 
  • Trata con cariño y generosidad a los animales y en general a todos los seres y objetos, pues tú tienes la razón de la que ellos carecen; y a los hombres —que además están dotados de razón— trátalos como a iguales. 
  • Todo lo material desaparece pronto en la sustancia del universo; toda causa se reintegra pronto en la razón del universo; todo recuerdo queda pronto sepultado en la eternidad. 
  • Resulta patético no rehuir la propia maldad, cosa que es posible, y rehuir en cambio la maldad ajena, cosa a todas luces imposible. 
  • Borra de tu mente lo que son imaginaciones, repitiéndote una y otra vez: «En mis manos está el que no exista en mi alma mal alguno, ni deseo, ni ninguna clase de turbación; sino que veré cómo es cada cosa y haré de ella el uso que merezca». Recuerda, además, que esta facultad es completamente conforme a la naturaleza.
  • Piensa permanentemente que todas las cosas, tal cual son ahora, fueron antes; piensa que también lo serán después. Trae a tu mente todas las hazañas y escenas similares que hayas conocido por propia experiencia o por libros de historia: las cortes de Adriano, Antonino, Filipo, Alejandro, Creso; todo era igual, cambiaban los actores. 
    • Esta idea me recordó mucho a lo que me transmite un monólogo del personaje Jaques en la obra Como gustéis de Shakespeare.
  • Cuanto más familiarizados estemos con la imperturbabilidad de ánimo, más fuertes somos. La cólera y el enfado son una debilidad; en ambos casos es como estar heridos y entregados. [...] pretender que los malos no yerren es una insensatez; es un propósito imposible. Pensar que se vayan a comportar así con los demás y que no se van a equivocar contigo es pensar como un insensato o un tirano.
  • Decir algo sin estar convencido es de lo más absurdo.
  • Muchas veces me ha llamado la atención que cada uno se ama a sí mismo por encima de todo, pero se presta menos atención a la opinión que de sí mismo tiene, que a la que los demás se hacen de él. [...] De modo que es verdad que lo que más nos importa es la opinión pública; antes nos preocupamos del qué dirán que de lo que podamos decir nosotros. 
  • Dentro de poco ya no serás nada, ni existirá nada de cuanto ahora ves, ni nadie de quienes ahora viven. Pues por naturaleza todo se transforma y muta y se destruye para que otras cosas surjan a continuación.

Comentarios

  1. Hola, desde el instituto que no leo literatura romana clásica y que yo recuerde Marco Aurelio no estaba entre los autores leídos. Puede resultar entretenido como tú dices para leer poco a poco porque las meditaciones resultan interesantes. Lo apunto. Un abrazo.

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    1. Hola, Mar.
      Yo no he leído nada así de los clásicos grecorromanos más reconocidos, y ahora tengo algunos pendientes... Espero disfrutarlos. Este de Meditaciones ha sido todo un acierto ponerme con él, ya digo que quizás no todas las reflexiones aquí planteadas te dirán algo, pero sí pienso que siempre se puede sacar mucho partido de aquellas que sí que son muy aplicables. Si lo lees, espero que también sea una lectura enriquecedora para ti...
      Un abrazo.

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  2. Hola, mucha gente tiene este libro en la mesilla, para revisitar de vez en cuando. A mí este tipo de lecturas se me hacen bola, me emocionó con las citas que han ido dejando otros lectores y me animan a leerlo pero luego los tramos áridos me desaniman. Me pasa lo mismo que con El arte de la guerra de Tszu. No sé si lo intentaré o me sigo con las citas que vais dejando.
    Saludos

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    1. Hola, Norah.
      Entiendo lo que señalas. Sí que puedo decirte que este tampoco es que se haga cuesta arriba ni cuenta con partes demasiado infumables, al contrario; lo he leído de forma bastante fluida y sin atascamientos. Pero bueno, cierto es que tiene que apetecerte ponerte a leer este tipo de lecturas. Tengo algunas más del estilo pendientes, que quiero ir leyendo poco a poco. También supongo que cada cual será diferente y quizás alguna me cuesta más que otra.
      El de El arte de la guerra me atrae poquísimo, lo he mirado en alguna ocasión y lo tengo por casa, pero no he tenido aún la motivación necesaria para ponerme en serio con él. Ya se verá si algún día me animo más, o si, como planteas tú, quizás me quede únicamente con las citas e ideas que he leído que transmite.
      Un besote.

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  3. Hola María, pues sí parecen unas reflexiones muy interesantes, pero este libro no es para mí. Lo dejo pasar.
    Un besazo

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    1. Hola, Nitocris.
      Te confieso que este tipo de libros también me daban perecilla, el apartado grecorromano clásico lo tengo ahí como un poco "para otro día". Pero una vez danzando entre ellos, que no es que haya leído mucho aún pero ya estoy bicheando más en serio su contenido, me está sorprendiendo. Este en concreto me ha dicho mucho.
      Pero entiendo perfectamente que no lo consideres lectura para ti, hay tanto por leer que nos debemos arrimar a aquello que más nos apetezca :)
      Un abrazo.

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