MOBY DICK

Título: Moby Dick
Autor: Herman Melville
Traducción: José María Valverde

Idioma original: Inglés
Editorial: Austral
Año publicación/edición: 1851/2019
Páginas: 669  


Sinopsis oficial:

Moby Dick narra la travesía del barco ballenero Pequod, comandado por el capitán Ahab, en su obsesiva y autodestructiva persecución de un cachalote blanco. Publicada en 1851, la novela incluye pormenorizadas descripciones sobre la caza de ballenas y otros detalles de la vida marinera. Quizá por ello no tuvo demasiada acogida en su primera publicación, aunque con posterioridad haya servido para cimentar la reputación del autor y situarlo entre los mejores escritores estadounidenses. Hoy está considerada una obra maestra que abrió nuevos senderos a la narrativa. [Sinopsis de la edición de Navona ficciones]

Opinión: 
Leído queda este clásico que confieso que me ha costado terminar, pero que a la vez sé que no voy a olvidar. Es un libro díficil. Eso de que es la historia de un capitán de un ballenero que va detrás de una gran ballena blanca para cazarla y ejecutar su venganza, sí, es cierto, pero solo en parte... Hay tanto más, tanto tantísimo, que a mí me ha superado y en más de una ocasión me tenía bastante agotada. En esta aventura me he embarcado de la mano de un grupito de lectores capitaneados por @victorianspiritblog, y el haber sido lectura conjunta creo que me ha ayudado mucho para mantener la motivación y seguir leyéndolo.

En Moby Dick conocemos a Ismael, un marinero que se enrola en El Pequod, barco ballenero capitaneado por Ahab. Este capitán está totalmente obsesionado por cazar a la ballena blanca Moby Dick, y con ellos y con el resto de la tripulación vivimos la experiencia de la persecución de la misma. Como digo anteriormente, esto es a grandes rasgos Moby Dick, pero para nada, PARA NADA, es lo único que se nos cuenta.

Melville realiza una enorme exposición sobre las ballenas y los balleneros de la época, lo cual es de valorar: ese contexto está totalmente descrito y te sumerge de lleno en él; aporta muchísima información, capítulos y capítulos donde expone gran cantidad de datos, que en parte te facilita el sentirte conocedor de ese mundo y así entender mejor a esos personajes y la experiencia que viven, pero a la vez también se te puede hacer algo cuesta arriba (o demasiado cuesta arriba). Ciertamente lo hace de forma original, con un humor que he agradecido a veces, pero que no siempre me ha resultado suficiente para soportar el tostón de buena gana.

Valoro también muchos temas que trata, entre ellos la homosexualidad (que me sorprendió encontrar), habla sobre la religión, las culturas (salvajes/civilizadas), la locura, la obsesión, cuestiones filosóficas... Es una obra llena de referencias, de simbolismo. Probablemente mucho no he llegado a captar, cosas que se me habrán escapado, pero sí he apreciado lo suficiente para ser consciente de esta riqueza en la obra. El autor narra con un estilo que no me ha disgustado, ha habido partes que he disfrutado bastante y además me ha hecho reflexionar en muchas ocasiones, tiene capítulos muy reflexivos.

Todo esto lo valoro, pero el texto está tan lleno de digresiones, tan lleno de capítulos que se alejan de la trama y de los personajes centrales, que personalmente no he sido capaz de disfrutar de la lectura. En algunos momentos estaba deseando que terminase y he de añadir que también he sufrido con las escenas de caza como si estuviese viéndolas en directo, imaginando la lucha por su supervivencia de estos gigantescos del mar siendo perseguidos y arponeados. Pero terminado y leído el final no me arrepiento de haber llegado hasta ahí, el camino me ha costado lo suyo pero como dije al principio: este libro no se me va olvidar y se va a quedar en mí.

Entonces, ¿recomiendo este libro? Sí. Y diréis: «pero si no lo has disfrutado...»; cierto, pero lo recomiendo. Es un libro tan diferente a todo lo que he leído, un libro que tiene tanto, demasiado, caótico incluso, que creo que merece que se le dé la oportunidad, que te pelees con él, que lo abandones si quieres, pero que lo conozcas. Por eso, aun sin haberlo disfrutado, pienso que es un libro que deja huella, porque a pesar de todo, no me ha dejado indiferente y Melville, en su obsesión con el tema, también me ha transmitido cierta fascinación por este mundo de las ballenas, por este mundo de «los leviatanes».

No era tanto su extraordinario tamaño lo que le distinguía de los demás cachalotes, sino, una peculiar frente blanca y con arrugas, y una alta joroba blanca en pirámide. 

 

El resto de su cuerpo estaba tan surcado, manchado y jaspeado, en el mismo color de sudario, que, al fin, había ganado su denominación distintiva de "ballena blanca", un nombre, desde luego, justificado a la letra por su aspecto vívido, al verla deslizarse a mediodía por un oscuro mar azul, dejando una estela en vía láctea, de espuma cremosa salpicada de centellos dorados.