LUNA ROJA Y TIEMPO CÁLIDO

Título:
Luna Roja y Tiempo Cálido
Autor: H. Kaufmann
Traducción: Manuel Entenza
Idioma original: Alemán
Editorial: Ediciones del Viento
Año publicación/edición: 1958/2023
Páginas: 232


Sinopsis oficial:
Sesenta y tres años después de su aparición en España, Ediciones del Viento recupera esta preciosa novela sobre los habitantes del Sahara Central, los tamascheck, que nosotros conocemos como tuareg. Una historia de amor y aventuras en un mundo donde el agua es un tesoro y los camellos el centro de la economía, la cultura y la supervivencia. La historia de dos jóvenes, Mid-e-Mid y Luna Roja, enfrentados y a la vez unidos por el amor a Tiempo Cálido.

Luchas tribales, ladrones de camellos, matrimonios de conveniencia y, en medio de todo ello, dos jóvenes héroes y una canción de amor que se propaga por el desierto y se convierte en un auténtico himno.

Esta obra obtuvo el Premio alemán de literatura juvenil en 1958.

Opinión: 
En Luna Roja y Tiempo Cálido encontramos una historia muy basada en personas y vidas que el propio autor conoció. Kaufmann demuestra en esta novela su conocimiento de la cultura, formas y costumbres de los tamaschek, llamados en Europa tuareg. Inspirándose en figuras reales de este pueblo, pueblo que como digo el autor deja bien claro que conocía bien y de primera mano, crea a los protagonistas aquí expuestos y con su historia nos lleva a cómo vivían en esta parte del Sahara central.

Los tamaschek son un gran pueblo. Viven en las montañas del Sahara central, en los montes Ayyer, en los del Hoggar, en el Air, a ambos lados del arco del Níger y Níger arriba hasta el lugar de Gundam, al sur de Timbuctú. 

Nos introducimos de lleno en la tierra de los tamaschek, habitantes del desierto con una vida muy sustentada no en dinero ni en oro, sino en agua y posesión de camellos; un mundo árido, duro, con sistemas de gobierno y figuras con poder no del todo justos, todo aderezado con bandidos que andan de aquí para allá ejerciendo abusos también. Se nos presenta a un jovencito, Mid-e-Mid, un poeta que compone canciones y embelesa con su canto a todo aquel que lo escucha. Un muchacho apreciado y valorado por su arte allá donde va. Este joven, yendo en busca de una asnilla que había perdido, topa con la familia de un marabú (una especie de sacerdote y sabio) y así conocerá a Tiempo Cálido, la hija de este, y también a otro joven, Luna Roja, aprendiz del marabú y destinado a gobernar y a ser líder de su pueblo. Todos formarán parte de la vida de Mid-e-Mid desde ese momento, y se sumará a este elenco un poderoso bandido, Abu Bakr, con el que el joven se aliará de cierta forma para poder vengar la situación de su padre, encarcelado injustamente por un asunto turbio en el que lo traicionaron. Mid-e-Mid busca llevar a cabo su venganza y lidiará con peligros varios; al mismo tiempo, la hermosa Tiempo Cálido despierta en él un amor que inunda sus sentidos, pero también veremos cómo en estas tribus del desierto la mujer joven pertenece a su padre y en los tratos y convenios ella no tiene ni voz ni voto... 

Una novela sencilla, amena, sin complejidad ni nada demasiado destacable a nivel literario a mi parecer, pero que atrapa bien al lector con su historia y a la que le veo una especial valía por cómo nos desplaza a un mundo distinto del nuestro, por la forma en la que nos presenta y expone detalladamente una cultura y una forma de vida alejada de la que suelen ver nuestros ojos. Eso es lo que más destaco de esta experiencia lectora, ese meternos de lleno en el universo de los tamaschek, acercándonos muy bien a sus distintas figuras, sus costumbres, sus tradiciones y a su forma de relacionarse; a aquello a lo que le dan importancia y lo que sustenta su tipología de sociedad. El autor ha conseguido situarme en ese desierto, verme allí escuchando las canciones de Mid-e-Mid —y en especial su canción de amor— y viviendo sus aventuras, que no son pocas. Ha logrado tenerme en alerta y con ganas de llegar a esos pozos de agua que significan vida, ponerme en la piel de los que viven de esta forma, tanto de los hombres como de las mujeres (también presentes aquí). Me ha gustado bastante por este motivo más que por ningún otro, y que todo tenga su base real le da un plus extra. Para mí tiene su aquel que las figuras y las formas de vida aquí mostradas no se alejen de las reales de estos pueblos.

Mid-e-Mid es un personaje real, que vive hoy. Tiene ahora (1958) veintidos años y es tan conocido por sus canciones entre las siete tribus del Iforas como el presidente de los Estados Unidos entre los americanos. [...] en las montañas difícilmente accesibles situadas al noroeste del adrar de Iforas, siguen viviendo bandidos como Abú Bakr. Tiempo Cálido es una muchacha que conocí durante mis cabalgadas por ese país. Naturalmente que su verdadero nombre es otro y que su vida no ha discurrido exactamente como la describo en el libro; pero tampoco es muy distinta de esa descripción. E igual que las personas que están tomadas de la realidad, los datos y descripciones geográficos son tambien exactos. 

Lo único importante es que cada figura refleje un trozo de vida verdadera, y que en esos reflejos sepamos reconocernos también a nosotros mismos. 

Señalo que hay varios apartados en la obra que ayudan a que la inmersión en este mundo sea aún más potente, ya que, antes de iniciar, el autor te deriva a un apartado escrito por él mismo donde te indica información relevante, no necesaria quizás pero sí conveniente conocer, para acercarse mejor a estos tamaschek: nos habla sobre dónde viven, características de su población, de sus tierras, de sus costumbres, etc. para ponernos ya en situación. Además, también incluye un apartado con términos y observaciones (y en esta edición también viene acompañado por pequeñas ilustraciones) que ayudan, todavía más, a conocer mejor todo lo relacionado con estos habitantes del Sahara central. Decir también que la edición incluye mapas y diversas ilustraciones a lo largo de la novela que hacen más agradable la experiencia.

Si te atrae este mundo, te animo a que te metas de lleno en él a través de esta novela amena que leerás, espero, con el interés y el disfrute con el que yo la he leído y de la que te llevarás, especialmente, el haberte adentrado bastante en una cultura diferente.

Pese a las difíciles condiciones climáticas, los tamaschek aman mucho su tierra y odian las ciudades y aldeas estables. El que haya vivido con ellos, cabalgando con ellos, el que  haya intentado realmente compartir algo su vida, comprenderá, probablemente, ese sentimiento de los tamaschek. 

Todos los tamaschek, hombres y mujeres, cantan con gusto y son aficionados a componer poesías. Ha habido entre ellos célebres poetisas [...]. Muchas veces, por la noche, se sientan ante el fuego y cantan canciones sobre célebres camellos, acciones heroicas, historias de amor. 

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