NUESTRA PARTE DE NOCHE

Título:
Nuestra parte de noche
Autora: Mariana Enriquez
Idioma original: Español
Editorial: Editorial Anagrama
Año publicación/edición: 2019/2023
Páginas: 672



Sinopsis oficial:
Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue.

Como su padre, Gaspar está llamado a ser un médium en una sociedad secreta, la Orden, que contacta con la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante atroces rituales. En ellos es vital disponer de un médium, pero el destino de estos seres dotados de poderes especiales es cruel, porque su desgaste físico y mental es rápido e implacable. Los orígenes de la Orden, regida por la poderosa familia de la madre de Gaspar, se remontan a siglos atrás, cuando el conocimiento de la Oscuridad llegó desde el corazón de África a Inglaterra y desde allí se extendió hasta Argentina.

El lector encontrará en estas páginas casas cuyo interior muta; pasadizos que esconden monstruos inimaginables; rituales con fieros y extáticos sacrificios humanos; andanzas en el Londres psicodélico de los años sesenta, donde la madre de Gaspar conoció a un joven cantante de aire andrógino llamado David; párpados humanos convertidos en fetiches; enigmáticas liturgias sexuales; la relación entre padres e hijos, con la carga de una herencia atroz; y, de fondo, la represión de la dictadura militar, los desaparecidos y, más adelante, la incierta llegada de la democracia, los primeros brotes del sida en Buenos Aires...

El terror sobrenatural se entrecruza con terrores muy reales en esta novela perturbadora y deslumbrante, que consagra a Mariana Enriquez como una escritora fundamental de las letras latinoamericanas del siglo XXI.

Opinión: 
Mariana Enriquez era de esas autoras de las que había escuchado hablar mucho (y no solo de sus obras, sino también de ella misma y de su no poca peculiaridad). Tenía mis dudas sobre si su estilo iba a conectar conmigo. Por todo lo que había oído y algunas reseñas que había leído sobre sus relatos y también sobre esta novela, creía que me iba a costar un poco leerla, que se salía quizás de aquello con lo que suelo estar cómoda dentro del mundo literario (y no es que sea yo muy cerrada en mis lecturas tampoco, pero sí que ese terror, esa forma de contar que parecía tener, pensé que me iban a superar un poco). Y tras haberla leído puedo decir que sí y que no a la vez. De todas sus obras decidí sumergirme en su novela Nuestra parte de noche, novela muy alabada (aunque también había leído reseñas poco entusiastas, o, más bien, que no habían podido con ella y que la habían abandonado). Decidí, como decía, iniciar con Enriquez a través de esta obra por dos cosas: primero, porque tenía muchísimas ganas de experimentarla por mí misma (todo lo leído sobre ella me decía que cuando menos era especial); y segundo, elegí la novela porque pensé que así podría saborear mejor el estilo de Enriquez, llegar más a ella (aunque también podría ser una buenísima opción haber iniciado por sus relatos, es más, hay lectores que disfrutan más de sus relatos que de esta novela, pero así lo decidí y no me arrepiento).

Ya es hora de centrarme en la novela y dejar de dar vueltas. Esto es una señal: siempre que inicio alargándome sin centrarme en la obra en sí, es indicativo de que me cuesta hablar de ella. Y sí, así es. He dejado reposar un poco la lectura y me sigue costando hablar sobre esta experiencia lectora. Transmitir lo que me ha hecho sentir... Me ha parecido un libro tremendo, y con ello tampoco digo que todo me haya convencido (no ha sido así, luego me explicaré mejor al respecto), pero a la vez le doy un sí rotundo, indicando y entendiendo que no sea del gusto de todos los lectores (ni es de esos libros para recomendar con facilidad). Es de esas lecturas que a pesar de estar leyendo con incomodidad, me tenía muy muy enganchada y atrapada. Me atraía con la misma fuerza que me repelía a veces... Me recomendaron que si al principio no conectaba con ella, que siguiese un poco; que no me rindiera nada más empezar. No se me pasó por la cabeza abandonar, pero sí que es verdad que al inicio no me atrapó del todo, fue un poco después cuando ya no podía parar. Tenía a los personajes en la cabeza, lo que estaba ocurriendo me absorbió, y la forma en la que la autora nos va desvelando los hechos, dosificando de a poco la información más relevante, hacía que estuviese pegada a las páginas. La narración de Enriquez me ha gustado mucho, mucho mucho; es más, estoy segura de que, si esta historia hubiese estado escrita con otro estilo narrativo o por otra persona, no me hubiese interesado de la misma forma. Es cruda, está llena de violencia, crueldad, drogas, sexo, elementos macabros por doquier, la oscuridad humana y de la sociedad en general está presente (y está bien destripada y expuesta), y también le sirve de vehículo para tratar temas políticos e históricos de su tierra (como la dictadura militar argentina y otros acontecimientos). Es novela de terror, pero diría que no del habitual que cualquier lector pueda tener en la cabeza. Aunque no sea lectora de terror, sé que ella trabaja con un terror curioso: ese terror de lo cotidiano como lo llama; y sí, estoy de acuerdo, esta novela también es potente por ese motivo. Engloba elementos sobrenaturales mezclados con una realidad implacable y muy de a pie. Hay mucha parte de noche en esta obra, mucha oscuridad, pero también se deja ver la esperanza, la potencia del amor en sus diversas formas, el sacrificio por otros, el poder de la amistad y de conexiones especiales, rayos de luz que contiene la vida. La vida vista con todas sus aristas. 

Le tomó la cara entre las manos, se agachó para mirarlo a los ojos y le acarició el pelo, la caja estaba en el suelo, entre los dos, le dijo tenés algo mío, te dejé algo mío, ojalá no sea maldito, no sé si puedo dejarte algo que no esté sucio, que no sea oscuro, nuestra parte de noche.

En cuanto al argumento de esta historia: iniciamos con un padre y un hijo que parecen huir de algo, los vemos recorrer distintas zonas de Argentina sintiéndose perseguidos... Parece que ambos son especiales, y el hijo, Gaspar, está destinado a algo de lo que su padre quiere alejarle. Sabemos que su madre murió en circunstancias algo extrañas e iremos conociendo todo lo que esta familia tiene detrás. Conoceremos a la Orden, una sociedad secreta conformada por varias familias que buscan a través de una entidad oscura, la Oscuridad, conseguir algo que anhelan. Pero para ello necesitan a alguien especial, un médium que los conecte con esa entidad que queda fuera de sus manos... Seremos partícipes de rituales terribles y espantosos, de prácticas macabras, también tenemos casas encantadas, mundos oscuros, monstruos, ecos y formas. Daremos algunos saltos en el tiempo, lo que nos permitirá conocer mejor la vida de los protagonistas así como la de aquellos que han formado parte también de sus experiencias. Iremos atando cabos a medida que avanzamos. Esta historia hay que leerla, tampoco tiene mucho sentido destripar la trama. La genialidad también está en cómo se no va desvelando toda la información, como he indicado anteriormente.

Uno camina entre los demás sin ser parte de ellos. [...] Yo siento que camino por pasadizos de colores que nadie más conoce, siento que los demás están iluminados por una bombita débil y a mí me ilumina una luz que encandila. Es extraño que piense en luz, porque siempre me explicaron que somos para la oscuridad.

Decir que, aunque me ha parecido una experiencia sin igual, sí que algunas partes de la novela me han resultado algo desiguales, como que rompían un poco con el ritmo. Cierto es que teniendo en cuenta la extensión tampoco es que me choque demasiado, pero sí que en ocasiones me daba la sensación de que se paraba demasiado en algunos eventos que no me aportaban mucho, mientras no desarrollaba otros que eran más de mi interés (ya sabes, muy subjetivo esto). También el final me ha dejado con ganas de más, estaba a la espera de más desarrollo de algunas cuestiones. Me hubiese gustado algo más de extensión y de lentitud en esa última parte, y no tanto por el final en sí, sé que en él queda claro la decisión que toma Gaspar (que es quizás lo verdaderamente importante) y además ocurren hechos muy potentes que me gustaron mucho, sino por conocer con mayor profundidad ciertos aspectos de todo lo sobrenatural y de los destinos de protagonistas centrales (insisto en lo personal de estos apuntes, quizás tú lo vivas de una manera distinta y te resulta más que suficiente todo lo narrado). Se podría decir que tiene un final abierto, impregnado de un toque esperanzador y luminoso dentro de la misma oscuridad y, como decía antes, en ese sentido me gustó mucho el cierre.

Vio un planeta negro sobre el río. [...] Vio velas en el bosque y a una joven a cuatro patas caminando sobre huesos. Vio a hombres y mujeres corriendo, todos mutilados, algunos sin piernas, se arrastraban o giraban sobre sí mismos. Vio a un perro blanco hambriento, el espinazo como bolas de metal incrustadas en el lomo. Vio a una chica de vestido rojo, sentada junto al pantano; Algo que salía del agua le comía las piernas, pero ella no se quejaba. Vio un torso pálido en un campo de flores amarillas.

En esta tierra él podía entrar y salir y buscar. En esa tierra él era bienvenido. 

En fin, esta novela es de esas que más vale experimentar por uno mismo. Es difícil predecir qué te parecerá sin haberla leído. Una vez vivida ya puedo decir que a mí me ha supuesto una experiencia lectora muy diferente, atrapante (y repelente casi al mismo nivel) y muy muy especial, cuyo estilo narrativo me ha alucinado. Creo que regresaré a la autora, sé que anda a punto de sacar nueva novela, pero en lo siguiente me gustaría experimentarla en su faceta de cuentista, a ver qué tal me resultan sus relatos. 

Comentarios

  1. Te cuento mi experiencia con Mariana Enríquez, Magdalena. Lo primero que leí de ella fue su libro de relatos Las cosas que perdimos en el fuego. Me gustó mucho. Como bien dices, el terror de sus historias es un terror cotidiano, que interesa a aquellos que no somos muy dados a adentrarnos en lo que se suele entender por literatura de terror. Desenvolviéndose tan bien la escritora con la narrativa breve tenía mucha curiosidad por cómo lo haría con la larga, máxime con una novela tan extensa como esta Nuestra parte de noche. Al igual que tú, había leído opiniones muy dispares sobre ella y decidí juzgar por mí misma. Al final no puedo juzgarla porque la abandoné al poco de comenzarla y no acostumbro a valorar libros que no he leído en su totalidad. He de decir que son muy pocos libros los que he empezado a leer y no he terminado (también es verdad que lo de abandonar una lectura es algo que he aprendido a hacer en los últimos años). Y no abandoné esta novela porque me estuviera costando leerla (lo cual en ocasiones incluso puede ser un estímulo para mí) sino porque no me estaba diciendo nada y no me sentía con ánimo de avanzar más en una novela tan larga que no me estaba ofreciendo ni un solo guiño que me impeliera a continuar. Leyendo tu reseña pienso que tal vez tendría que haber continuado un poco más para que comenzara a atraparme igual que hizo contigo a pesar de sus desigualdades que, por otra parte, muchas suelen ser perdonables en obras tan extensas, pero, bueno, fue lo que sentí en ese momento y no me arrepiento de la decisión que tomé. Tampoco descarto darle otra oportunidad en un futuro, pero ahora mismo no entra en mis planes lectores. A quien sí le di otra oportunidad es a Mariana Enríquez. Leí después de este intento fallido Alguien camina sobre tu tumba, un libro sobre viajes a cementerios de la escritora, una maravillosa amalgama entre literatura de viajes, curiosidades de cementerios y anécdotas personales de la propia Enríquez que me gustó tanto o más que el libro de relatos de su autoría que había leído.
    Espero que disfrutes de la faceta de cuentista de esta escritora tanto como lo hice yo, Magdalena. Ya nos contarás.
    Un abrazo

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