UNA NAVIDAD EN IRLANDA de un médico rural

Título: Una Navidad en Irlanda de un médico rural
Autor: Patrick Taylor
Traducción: Raquel Bahamonde Barreiro
Idioma original: Inglés
Editorial: Ediciones del viento
Año de publicación/edición: 2008/2022
Páginas: 619

Sinopsis oficial:

El doctor Barry Laverty está impaciente por la llegada de su primera Navidad en Ballybucklebo, aunque su amor, Patricia, puede que no vuelva a casa de vacaciones. Pero el médico tiene poco tiempo para preocupaciones románticas. Junto con el doctor Fingal O'Reilly, está hasta arriba de las toses y resfriados de la estación fría y algunas emergencias. Además, llega un nuevo médico cuyos tratamientos de curandero amenazan la salud de la buena gente del lugar. Y entre la práctica ética de la medicina, las fiestas del club de rugby y las funciones navideñas infantiles, los dos doctores todavía tienen tiempo de hacer de Santa Claus para una madre soltera luchadora, con un hijo enfermo y sin dinero en el banco. Las nevadas y los milagros son raros en el Úlster, pero a veces ocurren. 

Una nueva entrega de las aventuras de un médico rural.

Opinión:  

Con Una Navidad en Irlanda de un médico rural, tercer tomo de la serie de las Aventuras de un médico rural, he regresado a la aldea de Ballybucklebo y me he reencontrado con sus habitantes. 

Con todo, el corazón de Barry sintió calidez al escuchar el repiqueteo de las campanas sobre su cabeza, y los delicados giros que describían los copos de nieve le revelaron que, cuando se despertara por la mañana, la Navidad de 1964 sería, sin duda alguna, blanca. 

En esta ocasión nos situamos en época navideña y he podido ver cómo se prepara y celebra la Navidad en esta aldea. Fiestas del club de rugby, banquetes y comidas, entrega de regalos con un Papá Noel al que el traje le queda algo ajustado (a Fingal el apetito no le ha cambiado), representaciones navideñas infantiles con algún que otro jaleo... La Navidad y la felicidad están presentes. No obstante, también hay familias que lo están pasando mal y a Fingal no se le agotan las ideas para ayudar a los que más lo necesitan; junto a Barry, y otros tantos, intentará facilitar las Navidades a aquellos que peor lo están pasando. Como siempre tenemos buena dosis de casos médicos, así como también la llegada de un nuevo doctor a la zona. Este doctor, un antiguo compañero de Fingal, trae consigo unas prácticas médicas no muy validadas ni éticas que pueden poner en riesgo a los pacientes; Fingal y Barry tendrán que pensar en algo para resolver este problema que empieza a tener consecuencias. Y aún hay espacio para otras cosas como el amor: Barry, estará lidiando con su relación a distancia con Patricia, dudando sobre si saldrá adelante o no —la chica, que estudia en Cambridge y que está conociendo un mundo distinto (y más vivo) que el de la zona rural donde él trabaja, anda bastante ocupada siempre y comienza a incumplir promesas—; y Fingal, está tanteando si ya va siendo hora de dejar atrás el pasado y dar de nuevo una oportunidad al amor, al que se cerró hace mucho tiempo.

Muy en línea con los dos tomos anteriores (reseña del primero aquí, y del segundo aquí) me ha resultado una lectura amena y he disfrutado del reencuentro con esta aldea y estos personajes a los que me gusta seguirles el ritmo, el autor logra mantenerme interesada en sus quehaceres y vivencias. Una lectura agradable, no compleja, idónea para los momentos de transición de lecturas más densas... Además del tinte médico habitual, quedando muy bien retratada la profesión de médico rural, en este tomo coge un mayor peso las relaciones amorosas: en la de Barry, se aprecia las dificultades que pueden surgir en una relación a distancia: los miedos y la inseguridad así como los celos y la falta de confianza, las tentaciones que pueden aparecer en el camino y el tomar decisiones al respecto; mientras, en Fingal, se observa el difícil paso de abrirse de nuevo al amor tras un duelo y una pérdida que lo dejó roto y negado a amar de nuevo, se aprecia esa nueva ilusión conjugada con la prudencia y un cierto rechazo a ser vulnerable otra vez. Y, por supuesto, en este tercer libro estando la Navidad tan presente, el espíritu navideño lo baña todo. 

En definitiva, una novela amena, con un humor agradable y de lectura sencilla, llena de casos médicos y de situaciones cotidianas en esta aldea singular. Poco a poco, estos médicos rurales, y tantas otras figuras que los rodean, se van metiendo en el corazón del lector y es placentero descubrir cómo van avanzando sus vidas.

Barry Laverty cerró los ojos y recordó las Navidades pasadas, feliz y a salvo con su familia, y se preguntó por las Navidades futuras. Esperó poder celebrarlas allí, con su nueva y más numerosa familia de Ballybucklebo. Era consciente de que sus ojos no estaban del todo secos.