ESA MALDITA VOZ Y OTROS RELATOS FANTASMAGÓRICOS

Título:
 Esa maldita voz y otros relatos fantasmagóricos
Autora: Vernon Lee
Traducción: Juan Antonio Molina Foix
Idioma original: Inglés
Editorial: Editorial Cátedra
Año publicación/edición: 1881-1913/2025
Páginas: 384

Sinopsis oficial:
Vernon Lee, seudónimo de la británica Violet Paget, nació en 1856 en Boulogne-sur-Mer (Francia), y murió en San Gervasio Bresciano (Italia) en 1935. En la literatura fue precoz y brillante desde época temprana, quedando su vida marcada por una educación cosmopolita y una gran curiosidad que se verían reflejadas en la calidad de sus ensayos y en las documentadísimas ambientaciones de sus obras de ficción. Los seis relatos que recoge este volumen son «Oke de Okehurst o un amante fantasma», «Amour Dure», «Esa maldita voz», «La leyenda de madame Krasinska», «Dionea» y «La virgen de los siete puñales» y se cuentan entre las obras mejor perfiladas de la autora, como lo prueban su vigente popularidad y su continua reedición desde que fueron publicados por primera vez.

Opinión:
Este volumen, que incluye seis relatos fantasmagóricos de Vernon Lee, ha sido una de mis lecturas elegidas para la época de Halloween. Ya había leído con anterioridad a esta autora en su novela Una mujer de mundo —obra que me gustó mucho y que dejó en mí la intención de regresar a su pluma—. He de decir que en estos relatos he encontrado una densidad que no esperaba, lo que no le quita ningún interés; pero sí que ha influido en cierta forma en mi lectura. Se aprecia que Vernon Lee era una mujer cultísima que poseía un gran conocimiento tanto histórico como artístico, y sus descripciones y ambientaciones están repletas —quizás en exceso— de este conocimiento... Este aspecto cada lector lo vivirá de forma distinta, quizás tú lo disfrutas mucho, pero, en mi caso, confieso que en algunos puntos se me ha hecho algo excesivo y tedioso (sacándome incluso del relato). No obstante, no quiero decir con esto que no me haya merecido la pena la lectura, porque sí lo ha hecho, y mucho. ¡Me ha gustado leer estos relatos y conocer más de cerca la vida y el estilo de esta autora!

El interés de Vernon Lee por la estética, su preocupación por el arte y la belleza, están muy presentes en estos relatos escritos entre 1881 y 1913, cuando la literatura fantástica estaba en pleno apogeo, y muestran una concepción muy poco convencional de lo sobrenatural y bastante diferente de lo que era entonces habitual en dicho género.
[Extracto de la Introducción de Juan Antonio Molina Foix]
 
Esta edición incluye una Introducción, como es común en las ediciones de Cátedra, de la mano de Juan Antonio Molina Foix que es estupenda para ponerte en contexto y situarte cerca de quién fue Violet Paget —nombre real de la autora detrás del seudónimo de Vernon Lee—. Nos da apuntes importantes sobre su vida, sus relaciones personales y su obra, lo que ayuda a entender luego sus puntos temáticos centrales, explotados en los relatos, así como su interés estético y su preocupación estilística a la hora de elaborar sus escritos. Esta Introducción ofrece una mirada detallada de todos esos aspectos, y te hace consciente de la particular vida —y del peculiar carácter— de Vernon Lee. Nos habla de su familia, de la educación que recibió y de los círculos literarios y artísticos por los que se movía. Todo interesante cuando menos. Molina Foix hace especial hincapié en cómo veía ella lo fantasmagórico, dejándonos además un pequeño análisis de cada uno de los seis relatos incluidos en esta edición que ayudan a sacarle aún más jugo, más allá de la lectura que cada cual podamos hacer de los mismos.

[...] la realidad material de los «ghosts» de Lee era más bien mental y no tenía nada que ver con el enfoque físico, tridimensional y externo [...]. Lee creó una nueva fórmula disfuncional impregnada de imaginería satánica, atmósferas mórbidas y obsesivas ideas decadentes. [...] son relatos en los que dominan las sensaciones macabras, sobre todo cuando el pasado se inmiscuye de pronto en la vida de los protagonistas.
[Extracto de la Introducción de Juan Antonio Molina Foix] 

Los seis relatos incluidos son: «Oke de Okehurst o un amante fantasma»: un pintor acude a una mansión inglesa a retratar a una matrimonio, allí encuentra que la esposa está obsesionada con una antepasada a la que se asemeja físicamente, volviéndose la atmósfera cada vez más turbia e inquietante cuando el pasado parece infiltrarse en el presente y una presencia parece rondar la mansión (¡el final de este relato me encantó!); «Amour Dure»: a través de un diario conocemos cómo un joven historiador se obsesiona con la figura de Medea de Carpi, mujer del pasado conocida por su enorme poder de atracción, y dicha obsesión lo invade dejándose llevar por una especie de "influencia sobrenatural" que deriva en un monólogo delirante relacionado todo él con esta mujer que vivió siglos atrás; «Esa maldita voz»: un compositor queda perturbado por la figura de un músico del pasado al que parece escuchar, convirtiéndose esa voz en una perturbación que lo va consumiendo poco a poco; «La leyenda de madame Krasinska»: una especie de posesión permite que una aristócrata, encantadora pero superficial y frívola, lleve a cabo una expiación moral; «Dionea»: una joven huérfana de origen desconocido es rescatada del mar tras una tempestad, se cría en un convento cristiano acogida por una aristócrata que costea su sustento, pero su inquietante belleza, su capacidad de influencia y su carácter pagano la llevarán a ser rechazada así como temida; y, por último, «La virgen de los Siete Puñales», donde vemos una reinterpretación del mito de Don Juan en el que un mujeriego y arrogante español hace un pacto con la virgen de los Siete Puñales. 

Me ha llamado la atención la forma en la que la autora construye sus fantasmas y el manejo que hace de la ambigüedad sobrenatural. Su concepto de lo fantasmagórico me parece muy atrayente e interesante, como Molina Foix indica en su Introducción y acogiendo las palabras de Lee: «Un fantasma no era para ella una vulgar aparición que vemos o escuchamos y leemos en los cuentos [...] es la habitación que lleva mucho tiempo cerrada de alguien que ha muerto hace mucho, el leve olor de flores marchitas, el frufrú de unas cortinas que llevan mucho tiempo sin correrse, el papel amarillo y las cintas descoloridas de unas cartas que hace mucho que no se han leído [...] es una vaga sensación que apenas podemos describir, algo agradable y terrible que invade por completo nuestra conciencia». Algo que al leer sus relatos encuentras en muchos detalles, diría que es lo que más destaco de estas historias: ese halo de antigüedad en los objetos que fueron de aquellos que ya no están, del poder de sus historias y retratos; la obsesión que eso puede ocasionar al que vive en el presente, provocando que pasado y presente se unan, se asocien de cierta manera a través de los conocimientos e ideas que tiene el que vive en el presente sobre el pasado que ya no está pero que aún puede sentirse: llevándole a imaginar, a reformular lo que fue y a mezclarlo con su propia realidad, dando como resultado un espacio sobrenatural ambiguo muy atrapante. Ahí está, a mi parecer, la potencia fantasmagórica de los relatos de Vernon Lee, ahí y en esa obsesión que corroe a sus personajes protagonistas. Otro aspecto destacable es su capacidad descriptiva: sus relatos están llenos de referencias históricas y artísticas, como mencioné antes, que enriquecen el mundo al que nos lleva y le permiten construir ambientes meticulosamente documentados —aunque esto pueda resultarnos a algunos algo cansino a la hora de leerla—. 

En estos relatos los fantasmas no solo son producto de la imaginación, sino también sensaciones, y surgen en la mente de los personajes cuando estos se ven forzados a confrontar la alteridad del pasado premoderno. [...] Más que metafísicos son psicológicos, son cosas de la imaginación, nacidas allí, criadas allí, surgidas de los extraños montones confusos, en parte basura, en parte tesoro, que yacen en nuestra imaginación, montones de recuerdos, medio desvanecidos, de fragmentarias impresiones vívidas. 
[Extracto de la Introducción de Juan Antonio Molina Foix]

En definitiva, he disfrutado de este libro y lo he disfrutado en general, no solo por los relatos propiamente dichos. Me ha gustado leer estos cuentos fantasmagóricos de Vernon Lee (a los que debe en parte su fama), pero también me ha parecido muy interesante —casi más que la lectura de los propios relatos, diría— conocer un poco de su vida y su carácter, los intereses y las opiniones que tenía con respecto al arte y con este mundo que desarrollaba bajo su pluma, llegando de mejor forma a su estilo y entendiendo mejor las temáticas y el centro que da a ciertos aspectos y elementos en sus obras.

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