EL MARINO QUE PERDIÓ LA GRACIA DEL MAR

Título: 
El marino que perdió la gracia del mar
Autor: Yukio Mishima
Traducción: Jesús Zulaica Goikoetxea
Idioma original: Japonés
Editorial: Alianza
Año de publicación/edición: 1963/2020
Páginas: 209

Sinopsis oficial:
Noboru es un adolescente de trece años huérfano que vive con su madre viuda, encargada de una importante tienda de modas, en Yokohama. Él y sus amigos son buenos estudiantes, pero eso no impide que formen una inquietante pandilla con particulares ideas acerca de la existencia y el honor, de la vida y la muerte. Noboru asiste a la relación que su madre entabla con Ryuji, un marino al que envuelve en cierta aura heroica y al cual ensalza frente a sus amigos. Sin embargo, poco a poco pero inexorablemente, Ryuji irá cayendo en desgracia con el chico y con el clan de adolescentes, que solo hallarán una forma drástica de redimirlo. 

Opinión:  
Este ha sido mi primer acercamiento a Yukio Mishima y he de decir que, sin ser una lectura lo que se dice agradable, me ha resultado una novela maravillosa, atrapante, muy bien escrita y bastante perturbadora e inquietante a ratos. Las sensaciones que me ha provocado han sido especiales y me deja con ganas de seguir explorando a este autor al que, sin duda, regresaré en algún momento. 

En El marino que perdió la gracia del mar nos situamos en Yokohama en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial y se nos presenta a una familia pudiente, los Koruda, formada por una viuda, Fusako, y su hijo de trece años, Noboru. Noboru es un amante del mundo marinero y junto con su madre hará una visita al imponente barco carguero Rakuyo, que está atracado en el puerto durante unos días. En esa visita conocerán al marino Ryuji Tsukazaki y Noburo queda impresionado por esta figura que ostenta un puesto que él considera heroico, desde este encuentro el marino entrará en la vida de los Koruda. Fusako y Ryuji tendrán un idilio corto pero intenso, tan intenso que dejará huella en ambos y este marino, aun estando fuertemente aferrado a su mar esperando la llamada de un destino glorioso, decide bajar del barco y dejar esas ideas a un lado para asentarse en tierra por amor. Noboru vive estos acontecimientos y reacciona a ellos de forma un tanto especial, y en eso mucho tiene que ver el grupo que conforma con unos pocos amigos: este grupo presenta ideas existencialistas algo extremas, muestran un fuerte rechazo a los adultos, tienen su propio punto de vista sobre la vida, la muerte, la gloria y el honor, rechazan cualquier tipo de imposición o educación, así como a la figura paterna, considerándola débil en todas sus formas... Esta peculiar pandilla está dirigida por el jefe, un adolescente con cierta tendencia psicópata, que influirá sobremanera en el intelecto de Noboru y en el destino de ese marino que decidió abandonar la vida del mar para asentarse en tierra.

Encontramos a un narrador en tercera persona —que nos desgrana a los personajes y nos aporta información sobre su psicología— y a unos muy buenos personajes, diría que cuatro son los protagonistas: la viuda y su hijo, el marino y, cómo no, el niño jefe... En la madre de Noboru y en sus maneras occidentalizadas —deja las tradiciones y formas japonesas solo para ocasiones especiales— Mishima parece mostrar la occidentalización de la población posterior a la guerra, algo que me ha parecido un punto interesante, y ciertas situaciones de acogida de lo occidental a lo largo de la novela podrían dar para debate.

Esta obra es marítima y a la vez no: el mar está muy presente, pero nosotros no estamos en él; no se ambienta en ese mundo, pero accedemos al mar y a su poder a través de Ryuji, que nos comparte su vida y su puesto de marino. Ryuji se acogió al mar para alejarse de la tierra y de sus habitantes con los que no casa, una conexión que tras enamorarse de esta viuda se ve ensombrecida y acaba por acercarse a esa tierra que aborrecía. Tanto en Ryuji como en el grupito de adolescentes se observan ideas megalómanas en relación a su destino, sienten que la gloria los espera por ser seres diferentes, únicos. El marino se siente como el único humano verdadero, «Nunca he hecho gran cosa, pero me he pasado la vida entera pensando que soy el único hombre verdadero. Y, si no me engaño, algún día sonará en el alba un cuerno límpido y solitario, y una nube turgente, traspasada de luz, descenderá velozmente, y la imperiosa voz de la gloria me requerirá desde la lejanía...», y los adolescentes como aquellos capaces de hacer todo lo que los adultos hacen y los únicos en poder hacer lo imposible, sin mostrar la debilidad típica de los adultos: «Ningún adulto es capaz de hacer algo que no podamos hacer nosotros. Hay un enorme precinto pegado por todo el mundo donde pone "imposibilidad". Y somos nosotros, no lo olvides, los únicos que podemos arrancarlo de una vez por todas». En el caso del marino es el enamoramiento el que le hace abrir un poco los ojos valorando otras ideas y experiencias, dejando atrás ese esperar su destino o su llamada de gloria, «Iba a cumplir treinta y cuatro años en mayo. Era tiempo ya de abandonar el sueño que de antiguo había alimentado. Tiempo de darse cuenta de que ninguna gloria especial y a su medida le esperaba. Tiempo [...] de abrir los ojos», y es justo en ese abrir de ojos cuando ya no puede ser aceptado por el grupito, que se propone devolverle su honorabilidad con un plan... 

Entre el marino y Noboru se crea una relación extraña, tan extraña que cuando ambos están juntos y establecen un diálogo el lector nunca sabe cómo va a acabar o qué pensamientos podrá desarrollar Noboru con respecto a los intentos de acercamiento por parte del marino. En el momento en el que Ryuji deja de lado las ideas del destino glorioso que le espera y abandona el mar para mantenerse en tierra, occidentalizándose en cierta manera, es cuando deja de ser aceptado por Noboru, cuando cae del pedestal... Cuanto más se aleja de su ideal, más gloria pierde y más duro debe ser el tratamiento que ha de recibir para ayudarlo a ascender de nuevo y por ello, los adolescentes elaboran un plan a su medida. He de decir que el grupito de niños realmente pone los pelitos de punta, y de todos, el jefe, el cabecilla, el que más.
 
Con una estructura y estilo muy atrapantes Mishima narra reflexiones, situaciones y temáticas incómodas y duras, pero contado todo con una elegancia y con un lenguaje, casi poético a veces, que lo hace muy atractivo (sin ser agradable, insisto). Es una obra que contiene tanto que no sé realmente cuál sería el mensaje principal, si es que busca transmitir alguno, pero encontramos: al destino, la gloria y el honor vistos todos con una perspectiva muy peculiar; al amor —cuyo concepto se relaciona fuertemente con la muerte—; lo enrevesado de la psicología adolescente y la enorme influencia de los iguales en ese periodo; el sentirse diferente al resto y la soledad que se puede sentir; las consecuencias de la guerra en la visión distorsionada de lo propio (esa occidentalización que se aprecia); la potencia (y la peligrosidad) de la ideología extrema en nuestra toma de decisiones y comportamiento... Supongo que es de esas novelas que cada cual podrá sacar diferentes mensajes, o simplemente, experimentarla y sopesarla de diferente forma. Cada uno captará diferentes ondas, independientemente de lo que el autor quisiera transmitir. Me consta que su vida fue interesante y que mucho podría estar relacionada con ella y sus ideales. Es interesante leer sobre él y atar ciertos cabos...

En fin, termino destacando lo que para mí ha sido lo mejor: su final. Un final de carácter abierto pero a la vez marcadamente explícito, que te deja con inquietud y desasosiego; un estupendo cierre inquietante para una obra que perturba al lector desde el inicio, eso sí, es de esas novelas que yo categorizaría en la sección de "no para todos los públicos". 

Comentarios

  1. Hola María, pues la verdad es que aunque la has disfrutado muchísimo, no me llama mucho la atención.
    Un besazo

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    1. Diría que este tipo de literatura es de esas que... llaman o no llaman la atención, puede que si le das la oportunidad te remueva algo, pero bueno, con tanto que hay por leer siempre llegamos a la misma conclusión: mejor acercarse a aquello que verdaderamente capte nuestro interés, porque hay mucho. :D jeje De todas formas, si por lo que sea acabas algún día leyéndola me gustará leer qué te parece. Un abrazo.

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  2. Tuve una temporada hace aós que leía mucha literatura japonesa, sin mucha razón de fondo lo dejé de hacer. Hace unas semanas cogí de la biblioteca el libro La librería de Mitsuko y me dejó un poco fría. No sé si apuntarme este. Igual me animo. Un abrazo

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    1. Hola, Esther.
      En mi caso la exploración de la literatura japonesa aún es escasa, he leído algo y la verdad me parece distinta y especial, en general digo, y creo que me quedan muchas obras y autores interesantes por conocer (tengo una extensa lista anotada). El de La librería de Mitsuko está entre ellos pero ya me consta que no deja a todos muy satisfechos, más bien se acercan a tu impresión. Pero bueno, creo que la literatura japonesa tiene ese estilo un tanto raruno que hace que te guste mucho o te deje algo desconcertada, no sé, pero así en general me da esa impresión. Si regresas y lees algún día este me interesará leerte.
      Un abrazo.

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  3. Mishima tiene algo especial en su narrativa, a mi me encantó "El rumor del oleaje".
    Un abrazo

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    1. ¡Hola!
      Pues el rumor del oleaje lo tengo en pendientes, aunque no voy "virgen" a la historia ya que escuché un programa de 1libro1hora (que está en las plataformas de podcast) en el que contaban esta historia y me gustó mucho. Aun así, me gustaría leerlo algún día porque me pareció muy bueno; escuchar esos programas donde te cuentan un libro está bien para acercarse a la historia de forma diferente y cuando tienes ganas de conocer un título que por falta de tiempo vas postergando, pero no es lo mismo que leerlo, claro. jeje. Caerá en algún momento, seguro.
      Me alegra que sea un autor que te guste, como dices, en su narrativa tiene algo especial.
      Un abrazo.

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  4. He sabido recientemente de esta novela y me ha llamado poderosamente la atención, hasta el punto de que será una de mis próximas lecturas. Tu reseña no hace sino incrementar mi sensación de que la tengo que leer. Espero disfrutarla/sufrirla tanto como tú.
    Un abrazo

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    1. ¡Uf! pues me alegra mucho que sea de tus próximas lecturas, conociendo la forma que tienes de analizar tus lecturas sacarás jugo... (supongo jeje). A ver qué te parece, ya contarás!!! Estaré pendiente. Un abrazo.

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