EN EL FUTURO LOS COCHES NO VUELAN
Título: En el futuro los coches no vuelan
Autor: I. J. Hernández
Editorial: Siete Pisos
Año de publicación/edición: 2019
Páginas: 141
Páginas: 141
Sinopsis oficial:
Un superviviente de la Tercera Guerra Mundial despierta de la criogenización en el año 2667. Entre los rescoldos de su memoria, hecha añicos, inicia la búsqueda de su hijo. La impotencia de saberse constreñido por un universo ficcional de algoritmos sensoriales, inmerso en una identidad laberíntica en forma de dígito, o transformada en objeto virtual a lo largo y ancho de su conciencia, determinará el destino del personaje, que tan pronto cree acercarse a la meta como la siente un anhelo inconsolable.
No obstante, bajo la aparente desintegración de la identidad humana, esta novela, distópica y agitadora, revela claras marcas de humanidad. El buen manejo del contrapunto por parte del autor consigue que hilemos su estructura fragmentaria hasta recomponer la vida del protagonista. Los súbitos cambios narrativos sirven además de excusa para pasar de lo transcendental al humor más descarado, para saltar de los fríos acentos deterministas y las secuencias programadas aleatoriamente, a recorrer los vestigios de una historia que debió humanizarnos.
Opinión:
No obstante, bajo la aparente desintegración de la identidad humana, esta novela, distópica y agitadora, revela claras marcas de humanidad. El buen manejo del contrapunto por parte del autor consigue que hilemos su estructura fragmentaria hasta recomponer la vida del protagonista. Los súbitos cambios narrativos sirven además de excusa para pasar de lo transcendental al humor más descarado, para saltar de los fríos acentos deterministas y las secuencias programadas aleatoriamente, a recorrer los vestigios de una historia que debió humanizarnos.
Opinión:
He aquí una historia que se podrá entender en mayor o menor medida pero que sin duda no te dejará indiferente. Nos encontramos con el despertar de un androide en un futuro lejano, superviviente de la Tercera Guerra Mundial, que se encuentra con una "realidad" extraña y cuyo único afán es encontrar a su hijo. Nuestro protagonista ha de indagar en su memoria y va haciendo un recorrido por sus recuerdos, llegando a los años de un futuro que aún nosotros no conocemos pero que él sí vivió ya, donde las cosas no pintaban bien. Situando el origen de los problemas en el año 2017 y aludiendo a ciertos asuntos políticos, económicos y sociales que a día de hoy ya están aquí, se expone las posibles consecuencias mostrándonos una realidad futura factible en la que estalla la Tercera Guerra Mundial...
Nos vamos desplazando a saltos por diferentes momentos y espacios temporales; el protagonista nos va llevando a distintos momentos de su vida y entran en juego diferentes personajes que aparecen y se van de la misma forma que vienen, todos estos saltos con poco aviso previo. Esto puede hacer que te pierdas un poco en alguna parte, pero una vez que consolidas lo leído y analizas con más atención lo que el autor está contando encuentras mucho, mucho que hace que tu cabecita se ponga a dar vueltas y te lleva a reflexionar sobre aquello que cuenta.
El lenguaje utilizado, muy personal, también diría que va dando saltos imprevistos: párrafos de delicadeza y belleza casi poética a sentencias con un lenguaje más directo sin embellecedor alguno, que sorprenden e impactan y te espabilan en la lectura. El humor también está muy presente.
No se trata de una lectura sencilla o ligera, de las que se leen en una sentada, al menos mi experiencia con ella eso me indica. Diría que es una lectura que hay que saborear, hay que leerla con los sentidos puestos en ella, con ganas de atender a lo que cuenta. El autor de la mano de su androide nos muestra un futuro donde lo humano, lo bueno y lo verdadero se va consumiendo para dar paso a lo artificial y a una supervivencia sin sentido; la humanidad se mata así misma dando lugar a algo que poco se parece a lo humano.
Destacar que continuamente se hacen referencias históricas así como culturales muy interesantes (literatura, autores, cine, música, series...). He detectado cierto tinte ochentero, que he disfrutado. Alguna de estas referencias me han descubierto tesoritos (el Ojalá de Silvio Rodriguez, pasa a formar parte de mis canciones top con su luz cegadora).
En definitiva, una lectura poco convencional que os animo a descubrir por vosotros mismos y que viajéis en el tiempo junto a ella, para reflexionar sobre cómo podría ser una de esas posibles realidades futuras, ya que el futuro, tarde o temprano, será nuestro presente y/o el de nuestros descendientes...
No soy lector de este tipo de libros, aunque alguna vez incursione en las distopías. Si has descubierto a Silvio, entonces te queda descubrir a Pablo Milanés: 'Yo no te pido que me bajes una estrella azul; sólo te pido que el espacio llenes con tu luz'.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola!
EliminarYo tampoco soy muy dada a las distopias, pero bueno, tampoco le pongo pegas jeje Intento darle oportunidad a diferentes estilos, porque aunque no sean mis predilectos también suelo disfrutarlos y encontrarme cómoda leyéndolos. Me apunto la recomendación de Pablo Milanés :D muchas gracias.
Un saludito.