LA SOLTERONA

Título: La Solterona
Autora: Edith Wharton
Traducción: Lale González-Cotta

Idioma original: Inglés
Editorial: Editorial Impedimenta
Año publicación/edición: 1921/2013
Páginas: 138

Sinopsis oficial:

En 1850 la alta burguesía neoyorquina disfruta de una desentendida prosperidad. Delia, "reina" del endogámico clan de los Ralston, ultima los detalles de su vestuario para brillar en el acontecimiento social del año: el enlace de su prima Charlotte Lovell con Joe Ralston, que además sellará una alianza entre las dos familias hegemónicas de Nueva York. Cuando nada parece desbaratar tan idílico porvenir, una desquiciada Charlotte irrumpe en casa de Delia para desvelarle un secreto que alterará para siempre la placidez de sus vidas y que, de saberse, tumbaría los códigos éticos de los que ambas se han venido nutriendo. Los destinos de Charlotte y Delia quedan trágicamente atados bajo la inviolabilidad del secreto que comparten, consolidándose entre ambas una tormentosa relación en la que convergerán los celos, la compasión, el amor filial y la suspicacia.

Opinión:

En esta historia se nos presenta a dos primas: Delia y Charlotte, ambas pertenecientes a la familia Lovell; la primera es de la rama rica de la familia, la segunda procede de la rama pobre. Delia además está casada con un Ralston, otra de las familias de Nueva York más adineradas, y lleva una vida conservadora, resuelta y siguiendo los dictámenes que le impone su contexto social (de puertas para fuera, ya que en su interior guarda sus ideales y ensoñaciones de juventud, que a veces salen a la superficie aunque no sea de forma directa); mientras que Charlotte, soltera y sin muchos recursos económicos, vivió su juventud con cierta libertad, pero algunos actos tuvieron consecuencias y le limitaron su existencia. En el momento en el que le llega la oportunidad de casarse con uno de los Ralston, su pasado regresa más fuerte que nunca y no sabe cómo manejar la situación. Busca ayuda en su prima Delia, la cual decide ayudarla y sus vidas acaban unidas estableciéndose una relación cordial y de gratitud, pero también de reproches, envidia y odio soterrado. Ambas guardan el secreto de Charlotte; si este saliese a la luz, la sociedad la tacharía, teniendo consecuencias para ella y para terceros catastróficas. Este secreto va haciendo que, poco a poco, Charlotte se vaya convirtiendo en lo que se llama una solterona austera y estricta de pies a cabeza, siempre a un lado y con un sufrimiento interior que solo su prima conoce...

Esta es una novela de corta extensión, que de primeras puede parecer que no cuenta mucho, pero sí que lo hace. En este drama de época, donde se nos muestra cómo afectaban las convenciones sociales y los moralismos del momento en la vida de sus mujeres, no hay ni malas ni buenas, y eso es lo que más me gusta. En esta historia se empatiza con ambas protagonistas y todo está tan bien descrito, las situaciones y los pesares que cada una pasan, y son tan comprensibles, que se ve muy realista. 

Hay una voz de trasfondo que señala que se obligaba a las mujeres a llevar una vida que no siempre era lo que realmente deseaban; que al casarse una perdía su yo y se tenía que adaptar a lo que se le imponía socialmente desdibujándose su persona. Cualquier elección debía estar sustentada por lo que se esperaba de ella socialmente y por lo que la propia familia imponía, más que por sus propias ideas o gustos. Y dicha imposición procedía de la sociedad en general, de todo el contexto. Una masa que se mueve con esas convicciones aceptadas socialmente por todos y que dirige la vida de cada uno.

Cierta apatía en los más íntimo de su ser había provocado que gradualmente se viese a sí misma como una tercera persona, como si viviese la vida destinada a otra mujer, una mujer completamente distinta a la vivaz Delia Lovell que en su día llegase a la casa llena de proyectos y ensoñaciones.

Se nos habla del amor maternal, de la soledad, del sacrificio, del conformismo... Se deja ver que si te salías de lo estipulado socialmente, debías de ocultar por todos los medios aquello por lo que te subrayarían, aunque eso costara el dejar de ser tú misma para convertirte en otra cosa bien alejada.  Charlotte se va hundiendo poco a poco en una amargura personal, adquiriendo ese carácter de "solterona" con un único objetivo en la vida: mantener su secreto cuidado y a salvo, independientemente del coste que supusiese para ella. La sociedad no le dejaba otra alternativa que la que eligió, obligándola a vivir de una manera muy distinta a la que ella hubiese preferido, y esa elección forzada la va consumiendo lentamente.

Una novela de costumbres que nos acerca a la vida neoyorquina de la alta clase de mediados del siglo XIX y que nos presenta el drama de dos primas que se ven inmiscuidas en una relación peculiar, contada de forma muy realista.

En cuanto a Edith Wharton, esta es la segunda novela que leo de ella, la primera fue Las hermanas Bunner, la cual también disfruté muchísimo, os dejo la reseña que elaboré aquí, por si os interesa visitarla. Volveré a esta autora en algún momento, tengo pendiente Ethan Frome y La edad de la inocencia.