EL FANTASMA DE LA ÓPERA

Título: El fantasma de la Ópera
Autor: Gaston Leroux
Traducción: Mario Armiño

Idioma original: Francés
Editorial: Austral
Año de publicación/edición: 1910/2018
Páginas: 336

Sinopsis oficial:

La aparición de esta obra en 1910 revolucionó el género de novela de misterio y nos regaló uno de los arqueotipos más fascinantes de la literatura de siglo XX: el del genio horriblemente desfigurado que anida bajo la superficie de la gran ciudad, sucumbe al amor apasionado y maquina una terrible venganza. Mezcla de romanticismo y novela gótica, esta intensa historia de desamor y música ha dado origen a multitud de adaptaciones, desde el musical de Broadway hasta el cine alternativo estadounidense. Erik y su mascara se han convertido por derecho propio en iconos de la cultura popular, y nos proporcionan una lectura inolvidable. (sinopsis perteneciente a la Editorial Alma Clásicos)

Opinión:
El comienzo nos sitúa a principios del siglo XX en París, más concretamente en la Ópera de París, cuando se encuentra en sus sótanos un cadáver enterrado. El narrador de esta historia no duda por un segundo de que pertenece al fantasma de la Ópera, un personaje del que muchos hablan pero pocos creen en su existencia; incluso algunos se echan a reír al escuchar que se le menciona. La misión de este narrador es demostrarnos que esta figura existió y nos iremos moviendo hacía atrás en el tiempo, mientras él nos va desvelando toda la información que ha recopilado sobre este fantasma a través de mucho investigar y entrevistar a las personas que lo conocieron. Se dice, se cuenta, se rumorea... que hubo un ser, una sombra, que vivió en los sótanos de la Ópera de París y que aterrorizaba a todo aquel que se pusiera en su camino, siendo responsable de diversos actos maléficos. Se produjeron acontecimientos, como desapariciones de personas así como algunos asesinatos dentro de la Ópera, a los que no se le pudieron dar explicación... ¿podrían estar relacionados con él? Poco a poco, iremos conociendo quién fue este fantasma y cómo llego a convertirse en lo que se convirtió.

Me ha gustado mucho esta historia. Tiene un poquito de todo: misterio, terror gótico, drama, amor, humor, ciertos momentos de aventura incluso. Puede ser terrorífica a la vez que triste a la vez que preciosa. Diría que la primera parte del libro puede resultar desconcertante, no sabes bien qué está ocurriendo, creándose una atmósfera de misterio donde lo sobrenatural está muy presente y donde los personajes se sitúan dentro de una nebulosa que no deja ver qué es real y qué no. En alguna ocasión esto me tenía un poco perdida, no sabía bien cómo iba a continuar; pero en cierto punto de la novela el estilo se vuelve más directo, más realista, y a medida que el misterio se va resolviendo también esa atmósfera confusa creada anteriormente se va aclarando. 

Me ha encantado la figura del fantasma de la Ópera, ese ser que hace y deshace a su antojo, dueño y señor de ese lugar en el que pide una serie de peticiones que si no son cumplidas ocurren cosas desagradables; me recordaba a veces a un niño que solo busca que se cumpla sus deseos ya que si no, gritará. Se enamora de Christine, una bailarina y vocalista, a la que busca conquistar mediante su dominio de la música, hechizándola y llevándola a su terreno. Su objetivo se ve interrumpido por la llegada de Raoul, amigo de infancia de la chica y del que ella está enamorada, y cuya presencia inunda de celos al fantasma, sacando a relucir su ira ante la posible traición. 

El fantasma es un personaje muy peculiar, una genialidad incomprendida que me ha gustado conocer; con un desgarre interior que estremece, que muestra un desapego emocional hacia la humanidad por una razón inmensamente triste y con mucha ira y ganas de venganza acumuladas. En cuanto al resto de personajes, Christine y Raoul algunas veces me sacaban de quicio, especialmente Christine; no diría que me han entorpecido la lectura, pero sí que desesperan un poco, y aunque tengan parte de protagonismo para mí los aplausos se los han de llevar: el fantasma y el persa. El persa, un personaje que aparece de forma más tardía, nos va a ayudar a pasar de la fantasía a la realidad y me ha encantado cómo está construido. Otros personajes dan también juego a la trama e introducen momentos de humor que me han hecho reír a veces.  

Destaco la parte final de la historia que me ha tenido totalmente pegada a las páginas, esos momentos en los que dentro del misterio y de la fantasía las piezas comienzan a encajar, el camino se descubre y conocemos la verdad. Se termina además con una crítica a la humanidad, a su crueldad, hipocresía y superficialidad; capaz de desechar a un ser con una genialidad sin precedentes por motivos meramente estéticos, siendo ellos los responsables de crear a ese monstruo del que después huyen. Una buena lectura, que recomiendo sin duda alguna.